Que la sanidad no pasa por su mejor momento no es un descubrimiento para muchos vecinos que viven en el medio rural. En los últimos días políticos de diferentes comunidades autónomas han lanzado posibles propuestas que irían encaminadas a paliar algunos de los problemas que se viven entre otro muchos lugares en el Nordeste de la provincia de Segovia. La dispersión, la población envejecida y la falta de médicos es un coctel explosivo que los profesionales que se mantienen en los centros de salud aguantan como pueden. Ante la pregunta de cómo es la situación sanitaria en el centro de salud de Sepúlveda, su coordinadora Rosa Fernández responde tajante: «la situación del personal médico es absolutamente caótica».
Para entender el porqué de esta afirmación, la profesional explica que si habitualmente en plantilla deberían ser nueve médicos en la actualidad dos de ellos están de baja. Esto sumado a las libranzas por guardias, la mayoría de los días están tres o cuatro personas para atender a toda la población.
Esta situación que llevan viviendo desde verano prácticamente se ha visto agravada por el abandono de su plaza del médico de Boceguillas desde el pasado cuatro de diciembre. «El médico de Boceguillas, de la noche a la mañana decidió marcharse y esa interinidad está sin cubrir», relata Fernández. El motivo de no cubrir esa plaza, según explica es que no encuentran a nadie que venga. «Es un tema complejo porque no hay médicos que quieran venir a trabajar a las zonas rurales y los que estamos trabajando, estamos desbordados», detalla. Los profesionales médicos han intentado sobrellevar esta situación de forma temporal, pero la coordinadora manifiesta que llevan ya mucho tiempo y están entrando en una etapa en la que están ‘quemados’. «A los pacientes se les atiende pero no es lo mismo que una atención normalizada y más espaciada en el tiempo», afirma.
En el caso de Sepúlveda no es tanto la presión asistencial poblacional que soportan los profesionales sino la dispersión que en algunos casos es de más de 50 kilómetros entre los 43 pueblos que atienden además del centro de cabecera. En total la Zona Básica de Salud de Sepúlveda cuenta con unas 3.170 tarjetas. Con este panorama Fernández explica que la forma de trabajar no es la deseable ya que a los pacientes les atiende cada vez un médico y se ha reducido la frecuentación en los pueblos más pequeños. Cuando hay algún problema, comenta, se intenta localizar al médico de Sepúlveda para que acudan desde el pueblo pero en muchos casos es gente mayor que no siempre puede venir.
La atención pediátrica es otra de las áreas que necesitaría mejorarse. En la actualidad cuentan con un pediatra que acude a Sepúlveda los miércoles para pasar su consulta. La mayoría de ellas son revisiones porque el facultativo considera que un día solo no es la atención ideal para los niños y también podría mejorarse. Otra situación en la que trabajan como mejor pueden es durante las guardias de atención continuada. En Sepúlveda disponen de una ambulancia durante 14 horas, de ocho de la mañana a diez de la noche. El resto del tiempo si hay alguna urgencia, los médicos tienen que pedir asistencia a la ambulancia de Cantalejo o de Riaza y acudirá la que esté disponible o la que más cerca se encuentre.
TAMBIÉN EN RIAZA. La situación del centro de salud de Riaza, no es mucho mejor. A la demanda de un pediatra que los vecinos realizaron hace meses, también se une la falta de profesionales según explican desde el grupo de acción local Codinse. Ante este panorama y con la relación que desde su punto de vista existe entre la despoblación y la falta de atención sanitaria se han sumado a la participación de las plataformas en defensa de la sanidad que acuden a Valladolid el sábado 26 de enero para manifestarse.
«Como Codinse nos sentimos partícipes y compartimos las razones que dan ya que desde hace años estamos viendo el deterioro de la sanidad, la falta de médicos, la no sustitución de la vacaciones… esto genera incertidumbre y malestar entre la población» manifiesta la gerente del grupo Mar Martín. Esto sumado a que la mayor parte de la población es mayor considera que el funcionamiento de la sanidad es un condicionante para que la gente se vaya o se asiente en los pueblos.
Martín recuerda que hace unos años y tras la lucha de los vecinos se volvieron a abrir los puntos de atención continuada de Ayllón y Boceguillas pero desde su punto de vista, en condiciones deficitarias. «Creemos que es de justicia que haya dos personas en las urgencias, porque una urgencia grave es difícil de atender para una persona sola», argumenta. «Al igual que en Navidad o en periodos vacacionales hay dos personas, deberían mantenerse el resto del año», opina.
Desde Codinse no entran a valorar porqué los profesionales no quieren venir a trabajar al medio rural, pero no entienden porque no se cubren las plazas como corresponde para que se preste el servicio de forma óptima. Quién sabe si los incentivos económicos que esta semana parecía aceptar el Consejero de Sanidad podrían servir para, en parte, resolver un problema cada vez más acuciante en los pequeños pueblos.