David Matarranz

Segovia Pasión

David Matarranz


Basuras VIP

29/04/2024

En mi infancia uno de los debates más intensos del hogar era decidir a quién le tocaba bajar la basura. Entonces se dejaba en un punto común de la barriada y después el camión del SEMAT Aseo Urbano, que era la contrata de limpieza de entonces en Segovia, pasaba y lo recogía con sus operarios a mano. Había que hacerlo antes de que se fuera el camión o te quedabas otro día más con la basura en casa.

Luego llegaron los contenedores, que, aunque se suponía que tenían un horario, casi nadie cumplía. Permitía deshacerte de la basura las 24 horas. En la actualidad, la ciudad disfruta de contenedores que el operario del camión automatizado recoge sin bajarse, ni tocar el contenedor. Este modelo lo han implantado hace unos meses en Nueva York como la gran innovación del planeta, algo que en Segovia y muchas ciudades de España llevamos décadas usando sin ponernos estupendos.

A esto lo sumamos que ahora la basura se puede separar en origen según lo que sea. Esto facilita el reciclaje de los residuos y su valorización, además de reducir la cantidad de desechos que acaban en el vertedero. No es un problema menor, pues en Segovia, nos hemos llenado el vertedero controlado de Martín Miguel, y vamos a por el segundo en Los Huertos, junto a la planta de reciclaje.

Como ven, en el tema de la gestión de las basuras hemos progresado y mucho. Ahora incluso podemos separar los residuos orgánicos para convertirlos en compost, y transformarlo en esos sacos de tierra buena que compramos para el cultivo de nuestros tiestos y plantas, o a mayor escala en la agricultura, siendo más respetuoso con el medio ambiente que los abonos químicos.

Y llegado a este punto la pregunta es: ¿cómo es qué todavía hay gente que no usa los contenedores debidamente y opta por dejar la basura en una papelera o en el primer rincón que se le presenta? Hasta el Ayuntamiento de Segovia ha tenido que editar un mapa con la ubicación de los contenedores en el Casco Antiguo.

Las miradas apuntan a los estudiantes universitarios en general, y de la Universidad IE en particular, que son los que más pueblan en el Casco Antiguo de la ciudad.

Sorprende que gente a la que se le supone con una gran preparación intelectual y conocimientos elevados, requieran de un plano para indicarles donde depositar la basura. Serán los líderes del mundo y la empresa en el mundo del mañana, pero son incapaces de llevar la basura al sitio adecuado. En definitiva, de ser cívicos y respetuosos con la ciudad en la que residen, y de la que forman parte, al menos durante su etapa de formación universitaria.

España era un país sucio. Tirar las cascaras de pipas y las cabezas de gambas al suelo en los bares no estaba mal visto. Pero hay que reconocer de que un tiempo a esta parte hemos mejorado bastante. Un poco por la labor de los equipos de limpieza y los ayuntamientos, y un mucho por la actitud de los ciudadanos, más educados y respetuosos. Como dice el dicho, no es más limpio el que más limpia, sino que el que menos ensucia.