Retrato del hartazgo

Sergio Arribas
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Los fotógrafos Ricardo López y Mentxu Álvarez lanzan la campaña #mitin para retratar la incongruencia de la política y las situaciones de injusticia, cansancio o necesidad que han aflorado con esta pandemia.

Mentxu Álvarez protagonizó el primero de los carteles electorales de #mitin - Foto: Gran Angular Fotografos

La creatividad es imposible sin pasión y un espíritu inquieto, empático y reivindicativo. Es el que demuestra Mentxu Álvarez cuando habla de la última campaña publicitaria de ‘Gran Ángular Fotógrafos’, el estudio que comparte en el Real Sitio de San Ildefonso con el también fotógrafo Ricardo López. «La idea surgió del cabreo», zanja la fotógrafa, que ve cómo la campaña #mitin suma una oleada de adhesiones en instagram por su originalidad, humor e ironía.

El ‘cabreo’ y la inspiración brotaron en Mentxu con las elecciones en Cataluña, previstas para el 14 de febrero, y las noticias e imágenes asociadas a la cita electoral. A la perplejidad de comprobar declaraciones de políticos en mitad de un tumulto de periodistas «apiñados» con sus micrófonos, se unió al malestar tras conocer que los catalanes podrían saltarse el confinamiento para asistir a mitines, algo que después los partidos han desaconsejado.

Lo que ya provocó la indignación en la fotógrafa segoviana fue enterarse de que un persona contagiada de COVID o que guarde cuarentena por ser contacto estrecho de un positivo también puede acudir a depositar la papeleta.

Retrato del hartazgoRetrato del hartazgo - Foto: Gran Angular

¿Se puede ir a un mitin e incluso ir a votar si eres positivo? Pues Ricardo y Mentxu pasaron a la acción y tirando de humor e ironía han pasado a convocar sus propios ‘mítines’ en forma de ‘carteles electorales’. Ellos fueron los primeros en retratarse en sendos carteles que simulaban la figura seria del candidato y el anuncio de su ‘mitin’ , con la leyenda «y ya, de paso, te hacemos unas fotos».

Era, en síntesis, una campaña publicitaria de ‘Gran Ángular Fotógrafos’, que en mayo cumplirá 15 años en el Real Sitio, aunque de inmediato #mitin se extendió a otras personas, y colectivos que reclamaban atención, que pasaban por alguna situación difícil o que, simplemente, en el caso de empresas y comercios locales, padecían las consecuencias y el impacto de la pandemia.

Mentxu y Ricardo comenzaron entonces a hacer retratos y ‘carteles electorales’ en los que, por primera vez, los protagonistas no eran los políticos. «Todo pasa por aportar un toque de humor y, de paso, dar publicidad a nuestros vecinos. Hemos intentado poner cada de políticos, pero no nos sale» comenta Mentxu, que espera publicar carteles en redes sociales hasta que llegue la cita electoral en Cataluña.
y ya de paso... Tras sus retratos, publicaron el cartel de una mujer embarazada, para hacerse eco de la reivindicación de un nutrido grupo de mujeres segovianas a punto de dar a luz a las que se impide ser acompañadas por sus parejas en el Hospital General de Segovia.

Retrato del hartazgoRetrato del hartazgo - Foto: Gran Angular

A continuación, anunciaron el ‘mitin’ de la propietaria de Pastelería Farnese, «y, ya de paso, te llevas unos pasteles»; y otro en la empresa ‘Segobus’ — «y, ya de paso, te llevo de excursión»— y la de un niño a quien las restricciones le privan de acudir al parque y jugar con sus amigos. La última, la del propietario de ‘Prin Euroconciertos’, promotor de eventos musicales, fulminados con la pandemia.

«Seguimos sin entender el porqué no podemos despedirnos de nuestros seres queridos, acompañar a nuestros hijos en sus primeros días de vida o celebrar eventos y, en cambio, sí se puede asistir a mítines electorales y, lo que es más incomprensible, acudir a votar siendo positivo».

Mentxu sostiene que «no voy en contra de las normas, ni las critico, pero sí reivindico que los políticos son los primeros que tienen que dar ejemplo. Si acatamos todo lo que nos han dicho, ¡hombre¡ ¡No vengáis encima a reirnos en nuestra cara! No he oído aún a ningún político que haya dejado de cobrar. El trasfondo de todo esto, además de apoyar a nuestra gente, es demostrar que estamos hasta las narices, porque hay que poner caras a las situaciones reales. Todo son hoy cifras pero detrás de ellas hay personas, desde fallecidos a , por ejemplo, el que tiene un autobús, lo sigue pagando y no tiene excursiones para que circule».

Retrato del hartazgoRetrato del hartazgo - Foto: Gran Angular

Ésta no es la primera campaña de los fotógrafos segovianos con impacto. Durante los tres meses de duro confinamiento domiciliario a Mentxu se le ocurrió hacer cada día una fotografía a una vecina suya, una niña, que vivía enfrente. Un día salía disfrazada, otro le enseñaba un dibujo… y cada fotografía la ‘colgó’ en el blog de la web de su estudio fotográfico. «No era consciente pero al final puse cara al confinamiento infantil», recuerda.

De la serie ‘Catalina de puerta a puerta’ se hizo eco la edición nacional del periódico El País. Por su parte, ante la ausencia de fotografías de bodas, comuniones y eventos que poner en el escaparate, Ricardo realizó retratos de los profesionales que trabajaban para combatir la pandemia en primera línea, desde sanitarios y bomberos a personal de los supermercados.

«Era muy cruel que nuestros vecinos fallecieran y el pueblo no se enterara. Pedimos retratos para ponerles un marco y colocarlos en el escaparate, con todo el respeto del mundo. Y hubo gente que nos llevó las fotos de familiares fallecidos. Me negaba a que fueran un número más en una fría estadística».

Más fotos:

Retrato del hartazgo
Retrato del hartazgo - Foto: Gran Angular
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Retrato del hartazgo - Foto: Gran Angular
Retrato del hartazgo
Retrato del hartazgo - Foto: Gran Angular

Con la campaña #mitin Mentxu quiere «meter el dedo en el ojo a los políticos, a ver si alguno tiene coraje a reaccionar». Más allá de que la campaña contribuya a dar publicidad a su estudio fotográfico —que sufre un caída de actividad, tras la suspensión de eventos, como bodas o comuniones por culpa de la pandemia—, Ricardo y Mentxu quieren que sirva para apoyar al pequeño comercio, la hostelería «o lo que haga falta» y como una forma también de que las personas se puedan «desahogar» de su hartazgo.