El diseño del patio central del Alcázar de Segovia se debe a Pedro de Tolosa (1525-1583), uno de los grandes arquitectos españoles de la segunda mitad del siglo XVI, que comenzó su trabajo en el Monasterio de ElEscorial, mandado construir por Felipe II, aunque hasta ahora se pensaba que era una idea del arquitecto renacentista Francisco de Mora.
Esta es una de las conclusiones a las que llega el investigador Ubaldo Martínez Falero en su artículo «Algunos datos y una nueva propuesta sobre la autoría del patio principal del Alcázar de Segovia», publicado en el número 119 de Estudios Segovianos, que edita la Real Academia de San Quirce.
Se trata de un artículo que completa a otro escrito con el profesor de Historia del Arte Francisco Egaña sobre la construcción del patio, que comienza en el último cuarto del siglo XVI y termina veinte años después, pendiente de publicar en ‘Opidum’, una publicación de IE University.
Martínez Falero, que actualmente trabaja en un estudio sobre los elementos defensivos del Alcázar, becado por el Patronato que rige la fortaleza, asegura que De Tolosa empieza trabajando en El Escorial pero no se conocía mucho su estancia en Segovia: «Yo lo localicé indirectamente y tengo probado que estuvo aquí y se ocupó del comienzo de la construcción del patio». Concretamente le atribuye haberse ocupado de llevar a cabo toda la parte occidental, el cuarto de poniente, donde está ubicada la escalera y el pasillo, con una bóveda que le conecta con el segundo patio, el del Reloj, con unos arcos enmarcados.
La teoría que sostiene el investigador es que el patio central Posiblemente se proyecta en tiempos de Gaspar de Vega, maestro de obras anterior. Acorde al diseño establecido por Pedro de Tolosa lo continuó el cantero segoviano Diego de Matienzo y Francisco de Mora, discípulo predilecto de Juan de Herrera, se ocupó de llevar a cabo el resto de las arcadas. Además, cuando el estilo de Pedro de Tolosa planteaba un patio desornamentado, toscano, renacentista, Mora lo adorna, imprimiendo el estilo herreriano.
Para Martínez Falero, Felipe II es el rey que lleva a cabo la gran transformación del Alcázar. De hecho, en las obras de la plazuela de acceso, se ha descubierto parte de una canalización del Acueducto y desarenadores. Era un monarca, de acuerdo con el investigador, que cuidaba muy bien su patrimonio de casas, alcázares y palacios, invirtiendo el dinero que llegaba de las grandes remesas de América, de oro y de plata. En Segovia «dio un repaso completo al Alcázar, restauró todo, las techumbres, hizo el segundo patio nuevo, utilizando los mejores materiales de esa época, el granito y, en vez de la teja, que era como estaba cubierto cuando él lo heredó, la cambió por tejados de pizarra, con más pendiente, pero más duraderos.
Martínez Falero discute el origen escurialense del patio central porque se emplean materiales que no se habían probado en ElEscorial. Asegura que «en monasterio no se utilizan columnas monolíticas de planta cuadrada como en el Alcázar; el uso del granito, de las pizarras y los primeros patios renacentistas se hacen en Segovia», matiza.
Aunque se habla del origen del Alcázar hacia el siglo XII, sin que existan documentos anteriores, pero es posible que en la zona siempre hubiera un edificio defensivo, Martínez Falero descubrió en una de sus investigaciones que hubo unos baños en la parte baja de la proa de la fortaleza segoviana, descubiertos cuando Felipe II mandó hacer una cocina, con estilo aflamencado, en 1556, en unas obras que llevó a cabo el entonces maestro mayor Gaspar de Vega.
Vega habla de que trabajaba en los baños viejos, no se sabe de qué época, pero que había unas bóvedas, como los que inventaron los romanos y después copiaron los árabes, judíos y cristianos.