Sinopsis oficial
La extraordinaria historia del rápido ascenso a la fama de Amy Winehouse y la creación de su exitoso álbum "Back to Black". Contada desde la perspectiva de Amy e inspirada en sus letras profundamente personales, la película descubre a la excepcional mujer detrás del fenómeno mediático y una tormentosa relación en el centro de uno de los discos más legendarios de todos los tiempos.
La crítica -
Por Juana Samanes
La compositora y cantante británica Amy Whinehouse falleció el 23 de julio de 2011 pero su vida sigue siendo de interés para sus millones de admiradores. De ahí que al magnífico documental británico de 2015, Amy (la chica detrás del nombre), haya seguido este biopic, claramente de menor calidad.
Amy estaba dotada de un registro vocal impresionante y tenía el talento de afrontar en sus composiciones diversos géneros musicales, principalmente jazz, rhythm and blues y soul, El titulo de la película, Back to black (regreso a negro) toma el nombre de su segundo disco, uno de los más emblemáticos y donde, como era usual en ella, mostraba sus emociones sin tapujos y narraba todo lo que ocurría. Porque para Amy la música era su vida y su mejor forma de expresión.
Back to black narra su ascenso, demasiado joven y rápido, y la espiral de autodestrucción que propició su relación, y posterior matrimonio, con Blake Fielder-Civil, al que inexplicablemente tenía una gran dependencia, casi llamaríamos de adicción personal, al igual que la tuvo con el alcohol y todo tipo de drogas, en las que la inició él. La película se centra precisamente en esa relación tóxica frente a la influencia positiva que tenía en su vida su abuela, que pronuncia en la película una frase clave: "Tienes ojo para los chicos malos." En homenaje a ella empezó a lucir esos peinados cardados propios de los años 60.
No obstante, siendo interesante esa parcela de su existencia, este drama es frío, no consigue emocionar mientras vemos a esta joven de barrio de talento inusual dando tumbos por la vida, una existencia que pudiera haber sido mucho más halagüeña si ella no se hubiera rodeado de malas compañías, fundamentalmente sentimentales. De ahí que lo mejor de la película sea, lógicamente, la parte musical puesto que escuchamos muchos de los temas que la hicieron famosa así como la destacada interpretación de Marisa Abela, que no solo aprendió a cantar (aunque su voz tiene un tono menos grave que el de Amy) sino que también hizo esfuerzos para tener su mismo acento. La gran labor de maquillaje ayuda a que se parezca físicamente a Amy incluso durante los cambios de fisonomía que le causaron la excesiva ingestión de alcohol y drogas.