El hospital tras los aplausos

Nacho Sáez
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El enfermero Marcos Pastor da continuidad a su relato de la pandemia con la publicación de 'Efectos secundarios', su segundo libro, «menos triste que el primero».

El enfermero Marcos Pastor. - Foto: DS

No ha perdido un ápice del sentido del humor que le caracteriza y ha sumado un nuevo trabajo como coordinador de Emergencias de Cruz Roja a su labor como enfermero en el Hospital General. Marcos Pastor llega «bien» a la sexta ola de la pandemia, según asegura mientras habla del nuevo libro que acaba de publicar. 'Efectos secundarios' es la continuación de  'Un día más, un día menos' (Ediciones Derviche), que vio la luz en agosto del año pasado. Un relato en primera persona de las vivencias en el Hospital General desde que estalló la pandemia.

«Este es menos triste», señala. Arranca en la primavera del año pasado, en la desescalada, y llega hasta septiembre de este 2021. Casi un año y medio del que este enfermero saca una conclusión obvia («La pandemia por Covid-19 está vigente a día de hoy y no está siendo fácil de resolver») y otra mucho más cruda: «La sociedad no ha salido reforzada sino lo que ha salido es el egoísmo y la falta de solidaridad y de empatía. Mientras duraba el miedo en marzo y abril de 2020 la gente entendía todo, pero al ver que no habíamos muerto hemos empezado a pedir más cosas para nosotros sin pensar en los demás, sin pensar en que pudiera perjudicar a otros. Ya no es que no pensemos en los sanitarios, es que ni siquiera pensamos en nuestros amigos y vecinos».

La ola de contagios que hubo después de las Navidades del año pasado fue seguramente el momento más duro. «Se volvieron a poner camas en el gimnasio, aunque el hospital había cambiado. Ya teníamos un teléfono móvil para hacer videollamadas con los pacientes y las familias. Teníamos que sacar tiempo de donde no teníamos y no llegábamos todos los días a todos, pero se vio que el precio de un teléfono no es comparable a sacar una sonrisa a un paciente o a su familia veinte minutos», argumenta Pastor. Su libro también pretende convertirse en un acicate para mejorar el funcionamiento del hospital: «Es fácil decir a posteriori lo que se ha hecho mal, pero también creo que es positivo. Lo digo para aprender».

El hospital tras los aplausosEl hospital tras los aplausos

Entre las enseñanzas que se ha llevado él destaca que «la pandemia era una cosa que podía pasar, igual que a los bomberos les puede caer un incendio que tarden siete días en apagarlo». «En mayo del año pasado sentí un cansancio físico enorme porque había echado muchísimas horas por encima de  mi jornada, pero a mí la pandemia no me ha fatigado emocionalmente», remarca, al tiempo que desvela que el libro también incluye apartados para sacar una sonrisa al lector sobre el negacionismo de personajes famosos como Miguel Bosé, las recetas de Donald Trump para curar el coronavirus con lejía o las fiestas de Segovia.

Esta segunda publicación la comenzó a escribir pocos días después de que saliera a la venta la primera. «Encontré motivos enseguida. Ojalá pueda escribir de otra cosa, pero ahora mismo ya tendría un capítulo o dos para la siguiente. Vas por las tiendas y ya no hay gel hidroalcoholico, ves aglomeraciones, gente que no respeta los espacios donde está permitido fumar... Es la crónica de una muerte anunciada. Me enfada porque creo que ahora sabemos suficiente para evitar que esto [la sexta ola] pase». Los testimonios de otros sanitarios completan las 140 páginas que este enfermero vende a un precio de 8,50 euros en el centro auditivo Gobe y en la librería-papelería Gorudi, ambos situados en el barrio de Nueva Segovia.