Son jardines que nacieron en la época medieval o renacentista, como elementos extraños a la ciudad, incrustados en la roca sobre la que se eleva Segovia, de ahí el título de la exposición: ‘Jardines en el aire’. Un recorrido por el rico paisaje escondido de la Segovia intramuros: jardines privados o pertenecientes a conventos y monasterios, semiocultos, que apenas se adivinan desde el exterior, jardines reales pero también idealizados, o simplemente soñados, que el arquitecto José Carlos Sanz Belloso dibuja en tintas al agua, con plumas estilográficas, realizando lo que denomina como "caligrafía vegetal, en la que los trazos se entrelazan como una enredadera, con la idea de dibujar escribiendo, buscando una escritura vegetal y con el objetivo de, más que congelar un instante, la identificación con el propio movimiento". Los dibujos, entre lo abstracto y lo figurativo, no persiguen tanto un representación fiel de los jardines como el plasmar "atmósferas o provocar ensoñaciones o recuerdos en el espectador".