Para muchos, Fuentes, un antiguo barrio de Carbonero el Mayor, no es más que un despoblado, con edificios en ruinas, un claro ejemplo de la llamada ‘España vaciada’. Sin embargo, para los miembros del Camino Neocatecumenal es un símbolo, como un ‘santo’ lugar, porque en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, sus fundadores, Kiko Argüello y Carmen Hernández, celebraron allí su primera vigilia pascual, en 1968, y de aquellas convivencias partieron los primeros catequistas itinerantes que se fueron extendiendo por todo el mundo.
Hoy, el Camino Neocatecumenal está presente en 134 naciones de los cinco continentes, con 21.300 comunidades en 6.270 parroquias, así como 1.668 familias en misión, de las cuales 216 son missio ad gentes en ciudades descristianizadas de los cinco continentes, con 125 seminarios diocesanos.
La iglesia estaba en ruina total, según explica a EL DÍA el párroco de Carbonero y delegado de Patrimonio del Obispado, Alberto Espinosa, y se había cedido al Ayuntamiento de Carbonero por un periodo de 30 años, una vez desacralizada, para celebrar actividades, que no se llegaron a programar. Revirtió al Obispado, que lo ha cedido, por 90 años, al CaminoNeocatecumenal como núcleo de la expansión del movimiento cristiano por el que Argüello tiene mucho empeño en que forme parte de la memoria de este movimiento católico. Construida en 1741, no tenía suelo ni techumbres, recuerda Espinosa, repartiéndose por otros templos desde las campanas, a los cuadros o la pila bautismal.
Aprobado el proyecto por el Ayuntamiento y la Comisión de Patrimonio, el Camino Neocatecumenal, gestionado por la Fundación Familia de Nazaret, perteneciente al obispado de Madrid, lleva a cabo la obra por fases, que discurrirán según las aportaciones voluntarias que se reciban. Ya hay dinero para la primera, por 190.000 euros, que prevé trabajos en la torre y de consolidación de techos y paredes, según el responsable del Camino en Segovia, José Antonio Calle Santamera. El templo consta de una sola nave con crucero y capilla mayor, con una sacristía a cada lado.
Antes de la obra, la iglesia ya era visitada por miembros de comunidades de diversos países, por lo que, independientemente de su valor simbólico, se convertirá en punto de peregrinación permanente.
La alcaldesa de Carbonero el Mayor, María Ángeles García (PP), muestra su alegría porque se recupera el patrimonio y reconoce que se enteró de la existencia de este movimiento, en 2011, cuando el Papa Benedicto XVI acudió a Madrid con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud. El viernes anterior a la clausura escuchó a varias personas cantar en la plaza de Carbonero, que habían bajado de cinco autocares, procedentes de la Comunidad Valenciana. Le explicaron que si para un católico el Camino de Santiago es importante para ellos es fundamental Fuentes porque es donde nace su Camino, por eso es raro el día que en Carbonero el Mayor no se cruzan con algún peregrino.