Segovia ya es la provincia con más bisontes europeos

David Aso
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La familia venezolana Capriles ha introducido 18 ejemplares en Lastras de Cuéllar, donde ya había cinco en otra finca a tres kilómetros, mientras que a la de Cubillo, La Perla, única visitable actualmente, han llegado otros cuatro y suma diez.

Alberto Herranz, propietario de la finca La Perla, en El Cubillo, echa comida a los bisontes para atraer su atención.

Polmos impone. Si la elegante silueta de cualquier bisonte europeo ya despierta admiración, con más motivo este singular ejemplar con nombre de vodka polaco que sorprende y se destaca del resto por su espectacular tamaño. Al nacer no suelen pesar más de 30 kilos, pero éste con cuatro años ya es enorme y, en su etapa adulta, se calcula que podría rondar los 1.400. Por algo es el jefe de la manada de la finca La Perla, en El Cubillo, la única visitable actualmente de las tres segovianas que tienen bisontes.

Enorme y tranquilo. De andar pausado sin ser lento ni torpe, ya que estos animales pueden alcanzar velocidades próximas a los 60 kilómetros por hora y saltar vallas de dos metros. Huidizo como un corzo ante una presencia extraña, pero valiente como un toro si siente que debe encarar el peligro, aunque su carácter se modera según avanza su adaptación. No es agresivo, pero sí salvaje, dominante y protector. De ello puede dar fe Alberto Herranz, el propietario de la finca, que antes de coger la confianza suficiente con Polmos sufrió su particular encierro cuellarano al ir a hacerle una foto a una hembra y acercarse demasiado. El macho no se lo tomó bien y a Herranz le tocó correr mientras tiraba el teléfono móvil a un lado y el sombrero al otro para entretenerle lo suficiente como para alcanzar la caja de su pickup. Se libró por los pelos, aunque ahora se llevan bien.

Aquello ocurrió poco después de que La Perla propiciara en diciembre de 2017 la llegada a esta provincia de los dos primeros ejemplares del mamífero más grande de Europa, desaparecido de España durante milenios, hasta su reintroducción en Palencia hace nueve años. Y en apenas uno, Segovia ha pasado a acoger la mayor colonia de bisontes europeos del país gracias a la coincidencia de tres iniciativas privadas diferentes.De hecho, hasta ahora se ha venido considerando que la colonia más importante era la de San Cebrián de Mudá, en la montaña palentina, que por algo además es la pionera, pero allí son 15 los que hay, menos de la mitad que en Segovia.

Tres ejemplares de bisonte europeo de la finca La Perla.Tres ejemplares de bisonte europeo de la finca La Perla.

En todo el país se contabilizan 118 ejemplares y en esta provincia ya viven 33: diez en La Perla, que incorporó los cuatro últimos el pasado mes de diciembre; cinco en la finca Los Porretales, en Lastras de Cuéllar, que llegaron en abril de 2018 junto a cuatro de los que están en La Perla; y 18 en la finca de La Serreta, adquirida hace apenas un año por una sociedad liderada por el magnate inmobiliario venezolano Miguel Ángel Capriles, primo del opositor del chavismo Henrique Capriles (el que ha popularizado la gorra con los colores de Venezuela). La misma familia que protagonizó el pasado octubre una sonada boda en la iglesia de San Miguel de Segovia, celebrada después por todo lo alto precisamente en el palacio de La Serreta, y que está detrás de buena parte de la iniciativa inmobiliaria que se está moviendo en los exclusivos barrios madrileños de Salamanca y Chamberí.

La introducción de bisontes europeos en La Perla y Los Porretales la dieron a conocer sus promotores en abril de 2018, cuando llegaron nueve de estos ejemplares, pero ya no hubo acto público alguno para dar la bienvenida a los cuatro últimos de La Perla el pasado diciembre, y aún menos en el caso de los 18 de La Serreta, ya que los Capriles declinaron dar publicidad al acontecimiento. Además, aunque el fin principal pueda ser contribuir a conservar la especie, aparte de aprovecharse de cómo desbroza el medio natural al alimentarse, los dos primeros proyectos tienen también una vertiente de reclamo turístico, pero no el tercero.

En La Perla ya se pueden visitar, mientras que José Luis Tovar, socio de Naturaltur y responsable de la llegada de los cinco ejemplares de Los Porretales, tiene intención de que así sea a través del complejo rural Posada del Duratón.«Tal vez empecemos esta misma temporada», pero no es seguro ni hay plazos definidos; y «sin que sea algo masivo», matiza a El Día. Sin embargo, la iniciativa de los Capriles es completamente privada, aunque su aportación haya resultado clave para convertir Segovia en la provincia con la mayor colonia de bisontes en semilibertad de este país. Allí llegaron en dos tandas de nueve ejemplares a finales de año, y con ellos se ha pasado la barrera psicológica del centenar en España.«Sin duda que la de Segovia ya es la colonia más importante y además todos están en muy buenas condiciones porque el hábitat de esta provincia es muy bueno», valora el director del Centro para la Recuperación del Bisonte en España, Fernando Morán.

¿Y por qué surgen estas iniciativas? «Quienes los han introducido tienen mucha afinidad por la naturaleza», de ahí su participación en el programa internacional de conservación del bisonte europeo». Una noble causa a la que se suma que «estos animales contribuyen a restaurar los procesos naturales», explica Morán, erigiéndose así en una eficiente herramienta de gestión y protección del medio ambiente allá donde viven. «Comen ciertas plantas que transforman en abono», brotes y ramas, y al desbrozar de esta manera, «abren espacios en las fincas que evitan la propagación de incendios». «Es decir, que con animales salvajes haces labores que en estos tiempos se suelen asumir con cuadrillas de limpieza, y a la vez estás dando vida a una especie».

EN PELIGRO DE EXTINCIÓN. De inmortalizar la figura del bisonte europeo ya se encargaron quienes los pintaron en esa suerte de Capilla Sixtina de la Prehistoria que es la cueva de Altamira, prueba evidente de la importante presencia que tuvo esta icónica criatura en la península. De elevar su popularidad se encargaron las películas del Oeste a través de sus primos los bisontes americanos, y ahora son iniciativas como éstas las que están contribuyendo a encarnar la esperanza de un futuro en el que la península vuelva a ser un entorno común para este majestuoso animal de gran cabeza y espeso pelaje.

La especie se declaró extinta en libertad después de que los últimos ejemplares completamente salvajes murieran en Europa del Este entre 1919 y 1927, pero un programa de cría y liberación propició su reintroducción en el bosque de Bialowieza, entre Polonia y Bielorrusia, tras reunir a una docena de ejemplares procedentes de distintos zoológicos. Hoy ese bosque, declarado parque natural y considerado el santuario del bisonte europeo, cuenta con más de 600 ejemplares y desde ahí se están extendiendo de manera muy controlada hacia otros puntos de ese país y del resto del continente. Diversificando su presencia se evita que un hipotético problema sanitario futuro pueda acabar con todos, a la vez que se repueblan zonas de Escocia, Bélgica, Holanda, Francia, Rusia, Eslovaquia... Hoy se calcula que hay unos 7.000, aunque la especie sigue en peligro de extinción; y en España, 118 repartidos entre Asturias, Cantabria, Los Pirineos y Castilla y León, donde hay 72 en total. 

LA LLEGADA DE LOS BISONTES. En diciembre de 2017 fueron acogidos en El Cubillo, en la finca La Perla, los dos primeros ejemplares que llegaban a Segovia, una hembra y un macho, Polmos, procedentes de Polonia. En abril de 2018 los cuatro siguientes, tres hembras y otro macho que tardó una semana en darse cuenta quién mandaba allí. En el mismo camión, compartiendo un transporte cofinanciado por el Gobierno polaco, llegaron los cinco ejemplares que viven también en semilibertad en la finca de Los Porretales; uno de ellos, una hembra, se escapó al poco tiempo y hasta el final del verano no pudo ser capturada, pero el percance se resolvió sin consecuencias para nadie. Y en diciembre de 2018 llegaron los cuatro últimos a La Perla: tres hembras y otro macho que también tardó alrededor de una semana en resignarse a su papel de gregario de Polmos. Prácticamente a la vez que se poblaba la finca de los Capriles, situada a escasos tres kilómetros de la de Los Porretales.

Los bisontes de La Perla ya se han convertido en el principal reclamo turístico de una peculiar ruta denominada Safari Ibérico, una visita guiada en remolque de tractor que desde hace poco más de un año se organiza los fines de semana en esta finca de más de 1.200 hectáreas que también abarca otros proyectos por los que ya era referente. Por toros, vacas bravas y otras razas de producción cárnica que se crían allí desde hace unos 30 años; y por su yeguada, donde se crían caballos de raza lusitana desde hace unos 20. Muchos son ejemplares sin precio, o más bien para una elite internacional, y de los que han salido de allí destaca un campeón, de nombre Alcaide, que ya ganó el Nacional de Doma Clásica de 2011, participó en los Juegos de Río 2016 y se prevé que también esté en los de Tokio 2020. 

Mucho más reciente es la pasión de Herranz por los bisontes. «Los vi en el bosque de Polonia y me pareció algo espectacular», recuerda. «Es un poco capricho, me hacía ilusión participar en la recuperación de la especie, tratándose de un animal que ha estado aquí durante miles de años». Y la experiencia está siendo muy positiva: «La verdad es que se están adaptando muy bien. Al principio estaban salvajes perdidos, te veían y huían, se metían al monte, pero siempre que voy procuro llevarles comida y a base de insistir para que vean que no les hago nada malo han cogido confianza». De hecho, no es difícil observarles a poca distancia desde el remolque del tractor, que algunos fines de semana necesita el apoyo de más vehículos para atender la demanda de turistas. 

BODAS Y «HASTA DIVORCIOS». El boca a boca funciona, y también internet para elevar el interés de visitantes de otras provincias por esta finca tan polivalente que, aparte de un ‘safari’ que ya se promociona para turismo con y sin niños, acoge bodas, bautizos, comuniones y «hasta celebraciones de divorcios». 

Herranz valora que en las últimas semanas han recibido peticiones de visitas de hasta 200 personas en un solo día, aunque su próximo sueño no es ver crecer el negocio turístico de La Perla, sino su manada y sin necesidad de traer más ejemplares de Polonia. La adaptación de estos animales será plena cuando críen, y el director del Centro para la Recuperación del Bisonte en España lo ve posible en las tres fincas segovianas a corto plazo. Y ahí Polmos, en el caso de La Perla, seguro que tiene mucho que decir.