Las declaraciones del alcalde, José Mazarías, a principios de este mes de septiembre, asegurando que no es urgente el desarrollo urbanístico del antiguo regimiento de Artillería, en el barrio de Santa Eulalia y junto al Campus María Zambrano de la Universidad de Valladolid, han generado polémica y, sobre todo, críticas de la oposición. En los últimos días, el propio regidor y el concejal de Urbanismo, Alejandro González-Salamanca, han matizado en cierta medida esas declaraciones, recordando tanto la existencia de un planeamiento en vigor como de un convenio con el Ministerio de Defensa. En este sentido, fuentes municipales indican que los trabajos de reparcelación y urbanización se iniciarán durante este mandato pero sin fijar plazos, e insistiendo en que algunas actuaciones en materia de vivienda anunciadas en el anterior mandato no vinculan al actual gobierno del Partido Popular, salvo lo incorporado en 2022 al Plan General de Ordenación Urbana.
Por otro lado, en una reunión mantenida recientemente entre Mazarías y el rector de la UVa, Antonio Largo, el primero ha reiterado el compromiso del Ayuntamiento de ceder a la institución académica «el espacio de la que fue zona de deportes del regimiento para que la Universidad construya allí sus instalaciones deportivas una vez que se completen los proyectos de reparcelación y de urbanización».
En diciembre de 2022 entró en vigor una modificación del Plan General que supone la puesta a disposición de 20.400 metros cuadrados de suelo urbano en esta céntrica zona de la ciudad, al ordenar el sector del suelo urbano no consolidado Acuartelamiento Leones de Castilla.
El anterior gobierno municipal de coalición de PSOE-IU preveía redactar en 2023 los proyectos de reparcelación y de reurbanización, indispensables para poder ejecutar el acondicionamiento de la parcela y la consecución de nuevas zonas verdes y espacios libres, además de nuevas viviendas (hasta 127 en total de las que 57 serían protegidas) y plazas de aparcamiento.
Mantenimiento. Lo más inmediato, sin embargo, según el actual concejal de Urbanismo es «la obligación que tiene el Ayuntamiento de conservar y mantener esta zona en condiciones de salubridad; no puede ser que estemos exigiendo a los propietarios particulares que tengan sus viviendas o propiedades en debidas condiciones y nosotros lo tengamos abandonado. Por eso vamos a acometer una serie de actuaciones, incluyendo una pequeña intervención en las edificaciones del solar para evitar que entre gente porque nos da mucho miedo el riesgo para la seguridad de las personas».
González-Salamanca indica que la propiedad del terreno es al 50% del Ayuntamiento y del Ministerio y «lo lógico es que acometamos la reparcelación para que cada parte tenga sus fincas adjudicadas y después veremos lo que se puede hacer. En todo caso, tenemos el planeamiento en vigor y, mientras esté en vigor, estamos obligados todos a cumplirlo».
Una de las novedades introducidas en ese planeamiento fue la tipología de edificio residencial, que pasó de bloques lineales a pequeñas torres de viviendas protegidas de hasta siete alturas.