Matandrino se ha hecho famoso en toda España. Desde 2021 se encuentra en venta el 70 por ciento de este 'barrio' de Prádena que se ha convertido en uno de los símbolos de La España Vaciada. La falta de luz eléctrica y de agua y sus malos accesos lo deshabitaron a finales de los 50 y principios de los 60. O no. Un recorrido por sus calles a través de Google Street View desmiente a primera vista que se encuentre despoblado.
En una de las casas del barrio hay un joven sentado en la repisa de una ventana charlando aparentemente con una joven cubierta por un pañuelo, a unos metros un sacerdote parece escuchar confesión en una pequeña ermita, un chaval camina hacia su casa tras haber recogido leña... Escenas habituales en un pueblo. Pero no son reales sino fruto del proyecto 'Ghost Town Iniciative-Los Despoblados', de la artista Elena Kendall-Aranda, que tiene como objetivo mantener viva la memoria de los pueblos deshabitados.
Nacida en California, criada en Madrid y en la actualidad afincada en Nueva York, Kendall-Aranda (33 años) se define como una artista «interesada en los temas de la historia, la memoria y el ciberespacio». «La idea del proyecto es mantener viva la memoria de estos pueblos deshabitados porque no hay casi nada de relatos escritos o de información sobre ellos. Son como monumentos olvidados», añade.
Una de las fotografías en Matandrino del proyecto de Elena Kendall-Aranda. - Foto: Elena Kendall ArandaGoogle Street View ofrece la posibilidad de publicar imágenes en 360º. «Las líneas entre la realidad física y la virtual son cada vez menos claras y Google da la oportunidad de volver a habitar estos pueblos, aunque sea de forma virtual, y conmemorar la historia de España», señala Kendall-Aranda, que ha descubierto muchos de estos pueblos acompañando a su padre a diferentes lugares a practicar el parapente. En el conocimiento de Matandrino profundizó a través de un blog de un blog -'Pueblos deshabitados', de Faustino Calderón- y en mayo de 2017 se lanzó a plasmar su idea.
«Faustino me contó que los descendientes de Matandrino hacían la Fiesta de la Cruz en mayo, así que fui allí, hablé con ellos, les pareció interesante y lo hicimos», relata la artista. Con una mezcla de 'hijos' de Matandrino como modelos y voluntarios del antiguo taller de teatro de su colegio en Madrid, recreó diferentes escenas que ahora se pueden contemplar en Google Street View y en su página web (www.elenakendall.com) junto a otros pueblos deshabitados que ha conseguido 'repoblar' con esta iniciativa.
Incluso alberga la esperanza de que algún día puedan recobrar la vida que tuvieron. «El teletrabajo nos ha dado la posibilidad de viajar más y poder estar en otros sitios que no sean las grandes ciudades», reflexiona. En Matandrino aprecia además singularidades que favorecerían la fijación de población. «No es como otros pueblos que visitamos, en los que es súper difícil de llegar y nosotros, por ejemplo, tuvimos que estar andando cuatro horas desde el coche con los actores para poder llegar. Matandrino está cerca de Prádena y con la ayuda de las administraciones podría haber seguido existiendo, pero en lugar de ayudar a que la gente se quedase donde vivía decidieron moverlo todo a Prádena».
Cerca de medio centenar de personas participaron en las fotografías de Kendall-Aranda. «Cuando viajaba por España me encontraba muchas veces con pueblos deshabitados en los que me preguntaba quién habría vivido allí, qué hacían... Al intentar buscar información no encontraba nada y eso me resultaba bastante triste. Empecé a imaginar cómo habría sido la vida en estos pueblos, por qué los habrían abandonado y me interesé por este proyecto. Me gustaría invitar a los internautas a habitar esos pueblos de forma virtual y de añadir imágenes, como he hecho yo al archivo colectivo para que haya una memoria de todos estos pueblos», concluye.