Eva Herranz e Ignacio Rincón son los dueños de 'La Criba de Valseca', una empresa familiar en la que se dedican al cultivo y la venta de legumbres pero, especialmente, al garbanzo de su pueblo, Valseca. Eva e Ignacio son hijos, nietos y bisnietos de garbanceros, un oficio que ya es una tradición en el municipio y el motivo por el que decidieron apostar por este negocio. «Es una tarea pendiente que tenemos con nuestros mayores. Nosotros nos estamos llevando todos los galardones, pero nuestros abuelos son los que han impulsado esto», explica Herranz. «Decidimos quedarnos en Valseca porque los dos somos de aquí. Además, el producto estrella es el garbanzo, así que decidimos apostar por ello», explica Herranz. «Es muy gratificante el que te vean por la calle y te digan: ¡Qué buen cocido me comí!».
A pesar de ser una empresa relativamente reciente -nacida en 2009-, ya ha recibido diferentes reconocimientos durante su corta historia, todos de la mano de los Premios Artesanos Alimentarios de Castilla y León. El primero llegó en 2017 para el garbanzo, dentro de la categoría de legumbres; y ese fue solo el principio. En 2018 se presentaron con los garbanzos y el judión en la misma categoría, resultando vencedor el judión. Y ahora, en 2022, el judión vuelve a alzarse con el oro de su categoría, mientras que la plata ha viajado hasta Tornadizos de Arevalo, en Ávila, a la empresa 'El Rúa' por su alubia blanca riñón.
Este reconocimiento a un producto muy segoviano se celebra junto a otras dos empresas de la provincia que también se han alzado con dos galardones dentro de los Premios Artesanos de Castilla y León 2022: la 'Panadería-bollería Ángel Maroto', por su torta en la categoría de dulce y 'La Quesería Artesanal de Sacramenia' con su yogur líquido de leche de burra y oveja, en la categoría de premios I+d+i (Investigación, desarrollo e innovación).
Judión. «Hay que mandarlo cocinado para que el jurado pueda ver toda la expresión del producto. Así que lo haces con todo el cariño porque tienes un producto muy bueno, como es el judión», explica el fundador de 'La Criba de Valseca', por lo que es una dificultad añadida. «Estamos muy orgullosos del premio, es un reconocimiento», asegura. Y no es para menos, ya que se presentaron en total unas 600 muestras para todas las categorías. «Si quedas el primero es porque llevas algo bueno», señala. Además, la empresa está certificada en diversas marcas como Saborea España, Alimentos de Segovia o Tierra de Sabor. «Estamos en todas las figuras de calidad que hay hasta el momento», explica. Y el judión no iba a ser menos, por lo que forma parte de la Marca de Garantía Judión de La Granja. «Entendemos que lo nuestro es el garbanzo, pero debemos estar dentro de la marca del judión de La Granja porque nos dedicamos a la legumbre y es la más conocida de Segovia. Apostamos por ella», asegura, pero también destaca que hay años en los que la producción es muy escasa por lo que la oferta disminuye.
Ahora, además del garbanzo y el judión, también han ido adquiriendo productos de denominación como la alubia verdina de Asturias, la faba o la alubia de Anguiano. «Intentamos tener lo mejor de España, a parte de apostar por lo nuestro». Tras la pandemia, también han intentado echar una mano a sus compañeros de Alimentos de Segovia, comprando productos como patatas, vinos o patés para fomentar el consumo local y venderlo en su tienda. Además, destacan la demanda de fuera de España, y señalan que a través de la venta online han mandado pedidos al exterior, con el sobrecargo de coste que eso supone. «Los portes se elevan hasta los 150 euros, pero la gente quería que se lo mandáramos. La pandemia ha cambiado hábitos ya que la gente no podía salir a comer en los restaurantes por lo que querían legumbres de calidad, y pagaban por ello», explican.