La restauración natural de la Cantera Los Lanchares, en Hontoria, se prolonga ya varios años pero tanto la propiedad de las fincas afectadas como los vecinos de la zona apuntan a que se acerca ya a su fase final a pesar de que la primera está pendiente de que el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo resuelva un recurso que presentó porqque no está de acuerdo en su totalidad con el proyecto que ejecuta Tragsa por encargo del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif).  

Los antecedentes se remontan a la primerá década de este siglo, cuando durante las  obras de construcción en la provincia de la línea de alta velocidad ferroviaria, concretamente del tramo Madrid-Segovia de nuevo acceso al norte y noreste de España, se utilizó como vertedero de excedentes de material esta Cantera Los Lanchares, situada junto al polígono industrial de Hontoria.

Aunque entonces hubo un acuerdo entre Adif (entonces GIF) y la sociedad Canteras Ortiz para la ocupación temporal de las instalaciones de esta última, y en 2006 se redactó un proyecto para el sellado de este vertedero resultante, en julio de 2007, el jefe del Servicio Territorial de Industria de Segovia (Junta de Castilla y León) se declara incompetente en el momento en el que Adif le traslada que ha finalizado el vertido de excedentes y, conforme al citado proyecto de sellado, tramita la finalizacion de la ocupación de esas fincas afectadas.

El responsable de Industria alegó que desde el 28 de abril de 2006 ese lugar había dejado de ser un establecimiento minero, en base a dos resoluciones de caducidad de la cantera, «quedando la antigua expotación como un establecimiento de vertido».

El asunto se enreda en un largo procedimiento administrativo y judicial en el que interviene hasta la Dirección General de Medio Ambiente de la Comisión Europea, que en diciembre de 2007 solicitó un informe sobre las actuaciones y los tipos de residuos depositados.

La Junta Vecinal de Hontoria, por su lado, alertó en junio de 2009 de que hay había personas que accedían al recinto con la intención de bañarse  en las aguas que permanecían embalsadas en la cantera.

Finalmente en julio de 2015 una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla yLeón estableció que Adif debía procecer al adecuado sellado y restauración de la misma, especificando que deben cumplirse una serie de condiciones, como una inclinación máxima de taludes y el drenaje de las aguas, además de la repoblación forestal, entre otros vegetales con chopos.

Tres millones. El presupuesto de las obras ha alcannzado al menos los tres millones de euros (IVA incluido) y hay que tener en cuenta que Tragsa, a su vez, ha llevado a cabo siete contratos a través de procedimiento de licitación abiertos por valor superior a 1.350.000 euros (en este caso sin IVA). Hubo además tres desestimientos de continuar adelante con los contratos, lo que ha retrasado algunas de las actuaciones. En este sentido, el encargo se inició en 2019 y el plazo de ejecución de los trabajos era inicialmente de siete meses pero cada una de las siete fases previstas se han realizado de manera independiente.

Precisamente, una de las actuaciones más costosas, la depuración de agua de la antigua cantera fue uno de los contratos externos que inicialmente iba a adjudicarse en 2021 pero Tragsa desistió porque era necesario incorporar más documentación al procedimiento de licitación.

Finalmente se adjudicó por más de un millón de euros en abril de  2022 a la empresa Ingeniería Mediterránea del Agua con un plazo de ejecución estimado de doce meses.
Otros contratos que ha formalizado Tragsa con otras empresas para poder restaurar Los Lanchares han sido los de arrendamiento sin conductoor de la maquinaria principal, por 219.860 euros (sin IVA), en octubre de 2019; suministro y repostaje de gasóleo de automoción B, por 113.702,32 euros (sin IVA), en enero de 2020; y otro por el mismo motivo pero por valor de 164.500 euros (IVA no incluido), en noviembre de 2020, entre los de mayor cuantía.

Características. La cantera tiene una superficie aproximada de 91.850 metros cuadrado, una longitud máxima de 450 metros y una anchura máxima de 250 metros y mínima de 100, así como un volumen estimado de 1.280.000 metros cúbicos. La zona norte estaba inundada y su perímetro lo formaban taludes de entre 5 y 25 metros de altura.

Además de la limitación de la altura de los taludes y la eliminación del agua estancada, los trabajos incluyen la citada restauración paisajística y la adopción de medidas para un adecuado drenaje. No ha sido necesario, sin embargo, colmatar la zona. La Confederación Hidrográfica del Duero autorizó en marzo de 2022 un vertido de aguas residuales procedentes de la cantera.

Por fases. Son siete las fases en las que se dividió el proyecto original de restauración de la cantera. La primera tenía por finalidad el vaciado del agua existente mediante un bombeo del agua desde la parte más profunda de la zona de la laguna hasta el arroyo del Vadilloque existe en la zona este de la misma. También se inició la construcción de un camino para comunicar la zona de extracción de material con la de vertido.

La segunda fase es la correspondiente al saneo de los taludes que rodean la cantera, desde la parte alta hasta la parte más baja. En esta misma fase se debía completar el camino de obra.

La tercera fase es la del primer desmonte en la zona de préstamos, con la excavación de su zona de mayor cota, y el correspondiente llenado de la cantera, empezando por la zona propensa a almacenar agua.

En la cuarta se finaliza la excavación de la zona de préstamos, con el traslado de material excavado a la zona de la cantera, donde se extiende y compacta.

La ejecución de la red de drenaje de la cantera (con un sistema de zanjas) se corresponde con la quinta fase. Los distintos elementos proyectados en la cantera conectarán con un colector de hormigón armado de 1.000 milímetros de diámetro que servirá de desagüe general.

La fase 6 es la de ejecución del camino definitivo de acceso interior de la cantera y del vallado del perímetro exterior. A ambos lados del camino van cunetas revestidas de hormigón para evitar la erosión.

Por último, la fase 7 es la de restauración paisajística de la obra, mediante hidrosiembra de taludes y plantación de chopos en la zona con pendientes inferiores.