Los árbitros de fútbol de Segovia irán a la huelga el fin de semana del 22 y 23 de febrero en protesta por la agresión sufrida por un colegiado el pasado fin de semana. No dirigirán partidos en ninguna de las categorías provinciales, ni en las regionales de fútbol base, según informaron en un comunicado publicado en la tarde del miércoles y que también tiene en su poder la Federación de Castilla y León de Fútbol. Esta ha expresado su apoyo a la decisión de los árbitros. «Siempre vamos a estar al lado de las personas que dicen no a la violencia en el fútbol», han indicado fuentes de la institución en declaraciones a El Día de Segovia.
David García de Andrés ha preferido mantenerse al margen de la convocatoria del paro. «Siendo yo el afectado no me corresponde encabezar nada, pero mis compañeros me han apoyado mucho, me han arropado y son conscientes de la situación que se vive en los campos de fútbol. Y yo evidentemente apoyo la decisión que han tomado», explica. Él fue la víctima de la agresión por parte de un jugador de la Gimnástica Segoviana B al finalizar el partido que disputaba este equipo en el campo de La Lastrilla contra el Delta FC en la Segunda División Provincial de Aficionados, una categoría ya para adultos.
«Era un partido entre dos equipos igualados, yo señalo un penalti discutido y a raíz de eso remonta el Delta y se complica el partido», comienza su relato García de Andrés. «Durante el partido ya tuve que expulsar a dos jugadores de la Segoviana. Uno por roja directa por un insulto y al portero por doble amarilla de estación. Y al final del partido el jugador agresor también me falta el respeto, le muestro la tarjeta roja y es cuando se viene hacia mí. Creo que no va a pasar de esa situación, que simplemente va a recriminármelo y me quedo allí tranquilo aguantando la situación. Intento apartarme un poco porque veo que se va acercando y encarando y en un momento dado pues me suelta un bofetón», continúa.
El lamentable episodio que tuvo que vivir este árbitro no acabó ahí. «El agresor se echa hacia atrás, le quitan, a mí también me apartan un poco y en ese momento con ese jugador la situación se calma, pero aficionados amigos suyos continúan increpándome y uno de ellos de una manera muy agresiva intenta venir también a agredirme y tiene que ser sujetado en varias ocasiones. Incluso yo mismo le tengo que apartar. Me quedé un poco en el centro del campo, vi que el agresor, el que me había intentado agredir y otra persona se iban del campo –entiendo que para evitar que les identificara la Guardia Civil– y ya pude ir al vestuario».
Al salir del campo, García de Andrés acudió al hospital, donde le informaron que no tenía lesiones graves a causa del bofetón. Un alivio que no rebaja la gravedad de lo ocurrido. «Es la primera vez que me sucede algo similar. Una vez, cuando era árbitro de Preferente, sí que tuve un conato de agresión. Me intentó agredir un aficionado de un equipo local y el delegado de ese mismo equipo local, muy atento, lo evitó», cuenta el colegiado, que tiene 32 años y lleva 17 arbitrando.
«No es una situación agradable de ninguna manera y encima la repercusión que está teniendo lo complica un poco, pero físicamente estoy bien, la agresión no ha tenido consecuencias físicas y no me van a robar la ilusión por arbitrar después de tantos años. Me ha permitido viajar, conocer gente y es algo que me gusta», asegura, aunque también admite que ve «difícil» la solución a la violencia en el fútbol a corto plazo: «La violencia verbal que hay es continua y muy triste. Desde la Federación se nos ha dado una herramienta que creo que es importante que apliquemos y es que si hay insultos, paremos, avisemos, suspendamos temporalmente el partido si continúan y suspendamos definitivamente si no cesan. Creo que es la forma de que todos vayamos interiorizando la idea de que cualquier violencia verbal es muy grave por mucho que antes se permitiera en los campos decir salvajadas», concluye.
Ha presentado una denuncia contra el agresor, con el que noi ha vuelto a hablar. La Gimnástica Segoviana sí que se ha puesto en contacto con él para pedirle disculpas y, en un comunicado público, ha condenado los hechos y ha asegurado que tomará medidas contra su futbolista. Pero los árbitros de Segovia han dicho 'basta' y los campos de fútbol de la provincia permanecerán vacíos la próxima semana para intentar avanzar en concienciación.