María de Antonio abandonó su carrera de Magisterio para emprender una aventura comercial basada en la oferta de moda femenina de tallas grandes, haciéndose eco así de un problema que afecta a muchas mujeres que por su complexión física tienen problemas para acceder a la moda. De esta manera surgió Quimera, que desde hace más de dos décadas ofrece sus prendas en la calle Blanca de Silos, y que ha sabido adaptarse a las exigencias del mercado sin perder su vertiente de comercio tradicional. Así, se asoma al comercio digital con una web que distribuye sus prendas por toda España y que publicita en redes sociales, pero sigue apostando por el trato directo con el cliente como medio fundamental. Ahora, la amenaza de las obras que transformarán en un bulevar su calle le hace replantearse el negocio en esta calle y reconoce que ya está buscando otras ubicaciones. "Estas obras nos están afectando muchísimo a las ventas, y yo puedo aguantar una temporada, pero dos no, y si se prorrogan hasta diciembre esta situación será insostenible", concluye.