Tecnología de última generación para proteger el Alcázar

M.G.
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El monumento muestra sus sistemas de seguridad para preservar el patrimonio y garantizar una visita segura y cómoda a turistas y visitantes

El sistema cuenta con cámaras térmicas que detectan cualquier signo de calor. - Foto: Rosa Blanco

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El Patronato del Alcázar de Segovia ha mostrado los equipamientos tecnológicos que hacen de la fortaleza uno de los edificios históricos mejor protegidos del mundo ante la amenaza de incendios u otras eventualidades, que pone en valor el trabajo realizado para garantizar la protección de su valioso patrimonio histórico y artístico y la seguridad de las más de 700.000 personas que visitan el monumento anualmente

El teniente de alcaide del Alcázar, Ángel Manuel Borao, junto con los responsables de seguridad del edificio y representantes de las empresas contratadas para la seguridad y mantenimiento, ha mostrado distintas dependencias del castillo fortaleza que, a lo largo de los últimos años han sido dotadas de los medios más modernos de vigilancia y prevención de accidentes y catástrofes, coincidiendo con la conmemoración del 163 aniversario del incendio que asoló la fortaleza el 5 de marzo de 1862.

El teniente de alcaide ha mostrado el sistema de hidrantes que recorre casi todo el perímetro del edificio y que incluye los jardines de la parte sur y de la plaza de la Reina Victoria Eugenia, que a través de las salas y dependencias del Alcázar, de forma camuflada para no destacar en el entorno histórico, llega hasta los desvanes y la zona más alejada, 'la proa del edificio' a través de un sistema de 'tubería seca' que puede dotar de agua a los bomberos casi en cualquier zona del recinto.

"Tener el sistema de tubería seca asegura que los bomberos puede acudir con equipos ligeros, lo que asegura que se ganan más de 15 minutos de respuesta ante un incendio", ha continuado Borao.

Al sistema de aporte de agua se une la vigilancia constante de las salas, a través de un sistema de más de 100 cámaras de vigilancia y más de una veintena de cámaras termográficas instaladas en las zonas de madera - desvanes y bajocubiertas- por lo que el personal de vigilancia puede detectar de forma visual y a través de alarmas automáticas cualquier conato de incendio en tiempo real y evaluar su magnitud.

Junto a la sala de pantallas de control se ubica también una sala de atención médica dotada de desfibrilador y botiquín, además de otros tres botiquines distribuidos por otras zonas, con los que el personal de plantilla, que recibe formación anual sobre atención de primeros auxilios, puede intervenir ante cualquier incidencia médica mientras acuden los equipos sanitarios de Urgencias.

Otro aspecto que se ha resaltado ha sido el de la duplicidad de sistemas de vigilancia e intervención, con circuitos de agua dobles e, incluso, un sistema de suministro de energía eléctrica que, en caso de corte de suministro, puede afrontar el tiempo necesario hasta que todo el público y el personal ha sido evacuado.

Por último, se ha destacado el sistema de medición de aforo de visitantes, de forma que, con cámaras de conteo de personas, se puede saber en todo momento, en el centro de control, cuántas personas hay en cada sala o dependencia del Alcázar.

"En estos edificios es importante el aforo de visitas y el de evacuación. Nosotros estamos pendientes del de evacuación, con un máximo de 470 personas dentro del Alcázar. Para mantener esa cifra, por medio de las cámaras y un sistema de inteligencia artificial, podemos dosificar la venta de entradas al público, para organizar la entrada cada media hora", ha explicado el vicealcaide.

El teniente coronal Borao ha destacado también que el Alcázar es, además de un lugar de visita histórica, un centro de estudio e investigación, con el archivo militar, por lo que tanto el personal como los investigadores y consultores del archivo están contemplados en los planes de emergencia de la fortaleza, de igual forma que existen planes para eventos extraordinarios como conciertos o jornadas turísticas especiales.