El Ayuntamiento del Real Sitio de SanIldefonso ha tomado el acuerdo de requerir a la propiedad del Palacio de Valsaín –el primero de todos los Reales Sitios españoles–, para que adopte las medidas necesarias para garantizar la seguridad de las personas y evitar el deterioro de los restos del monumento.
Según el proyecto técnico, las obras imprescindibles tendrán un coste próximo a los 370.000 euros y, de no llevarse a cabo, como establece la ley, el consistorio irá imponiendo una sanción mensual del 10% del total, unos 37.000 euros, hasta cumplidos diez meses en que intervendrá de forma subsidiaria y anotará la cantidad en el Registro Mercantil como carga contra la propiedad.
Los propietarios, la sociedad Palacio de Valsaín, S.L., cuyo administrador es el presidente del Grupo Intereconomía, JulioAriza, no han querido comentar con EL DÍA esta decisión hasta que no tengan conocimiento oficial de la misma.
Para el alcalde del Real Sitio, José Luis Vázquez (PSOE), que también desempeña la responsabilidad del área de Urbanismo, cabe la posibilidad de que la propiedad adopte las medidas que le van a requerir con carácter obligatorio y de cumplimiento a las previsiones del plan especial de la zona que permite el desarrollo de un uso terciario, nunca residencial, y lo convierta en elemento dinamizador de la economía, al igual que ocurrió en La Granja con el Parador en la que fue Casa de Infantes o el auditorio del antiguo Cuartel de Guardia de Corps.
De lo contrario, en opinión de Vázquez, «el Ayuntamiento está en condiciones de articular un mecanismo de adquisición de los restos del palacio, si la propiedad considera que las posibilidades urbanísticas que ofrece no son de su interés (...) o puede adoptar el sistema de expropiación», como lo hizo en su momento.
El alcalde ha insistido en que, «una vez que la crisis ha pasado, no hay necesidad ni razón para seguir eludiendo las posibilidades que nos ofrece la ley de exigir a la propiedad que adopte medidas y, si no está en condiciones, el Ayuntamiento recibiría la propiedad y, a partir de ahí, gestionar con mayor comodidad con el otro propietario mayoritario que es el Estado español, a través de Patrimonio del Estado y de la Sociedad Mercantil Estatal de Gestión Inmobiliaria de Patrimonio (Segipsa)».
En febrero de 2008, se aprobó el Plan Especial de Protección y Mejora del Palacio de Valsaín y su entorno lo que le lleva a Vázquez a la conclusión de que, el Ayuntamiento ha cumplido con las obligaciones inherentes a sus competencias, «por lo que ahora procedemos a impulsar, al igual que lo hizo con la iglesia de Santa Isabel, en el núcleo urbano de La Granja, un estudio que prevé las medidas imprescindibles para garantizar la seguridad de las personas y evitar el mayor deterioro del monumento».
La actuación que ahora se pretende implantar en el recinto palaciego ya se aplicó en esta antigua iglesia del siglo XIX, desacralizada, de la que también llegó a tener la propiedad Palacio de Valsaín, S.L., hasta que terminó en manos del Banco de Santander, a través de la Fundación Altamira, tras pasar por otros dueños. Entonces se requirió la realización de obras por 200.000 euros y, tras el pago de 100.000 euros en cinco meses, sus actuales propietarios optaron por seguir las instrucciones municipales.
Vázquez recuerda que, 27 años después de haber comenzado, se ha resuelto el Plan Especial del Palacio de Valsaín, «preservando y recogiendo todos los derechos de los propietarios que han ido poseyendo y apropiando, a lo largo de la historia, incluidas fincas, dentro y fuera del monumento». Por ejemplo, el ala oeste del palacio está ocupado por viviendas, «en unas condiciones urbanísticas absolutamente precarias, por lo que [la consolidación] es imprescindible, no solo para la conservación del monumento y para la dinamización de la zona sino para garantizar unas condiciones urbanas dignas, como Barrio Nuevo y Pradera de Navalhorno, que están perfectamente ordenados y gestionados», matiza el alcalde.
El espacio del Palacio de Valsaín propiamente dicho ocupa 15.224 metros cuadrados, aunque el aprovechamiento de edificabilidad es solo de 8.891 metros cuadrados, para uso dotacional o terciario, nunca residencial. El total de la superficie del entorno es de 63.267 metros cuadrados, pero el aprovechamiento máximo son 22.000 metros cuadrados. Exceptuando los 8.891, todo lo demás son suelos ocupados por propietarios particulares y el de titularidad del Estado, fundamentalmente. Quiere decir que el Estado es el propietario de más del 80% del total del ámbito, unos 60.000 metros cuadrados de suelo y, por lo tanto, a juicio de Vázquez, «tendrá mucho que decir en el desarrollo del Palacio y el entorno».
TRAYECTORIA TRÁGICA. En opinión del alcalde, este palacio lleva una trayectoria «realmente trágica», a lo largo de la historia, partiendo de que el primer expolio fue la construcción del Palacio Real de La Granja, donde fueron utilizados sillares traidos del de Valsaín. En la época de la dictadura sufrió episodios que «son un atentado contra el monumento», incluidos rodajes de algunas superproducciones de Hollywood en donde el fuego real sobre el monumento fue un hecho, como en la película la ‘Batalla de las Ardenas’, dirigida por Ken Annakin, en 1965, con Henry Fonda, entre los principales actores. Junto con los palacios de La Granja y Riofrio, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en 1931, y su propiedad le correspondió entonces a los herederos del Rey Alfonso XIII.
Según el artículo 24 de la Ley 12/2002, de 11 de julio, de Patrimonio Cultural de Castilla y León, corresponde a los propietarios la obligación de conservar el BIC, custodiarlo y protegerlo debidamente para asegurar su integridad y evitar su pérdida, destrucción o deterioro. Dicha obligación es respaldada por la Administraciones Públicas a través de distintas fórmulas.
Así, por ejemplo, desde el ejercicio 2016, la Consejería de Cultura y Turismo de la Junta de Castilla y León convoca subvenciones para la restauración del Patrimonio Cultural de la Comunidad, tanto para personas físicas como para las entidades locales.
Según la jefa del Servicio Territorial de Cultura y Turismo, Ruth Llorente de Andrés, el estado de conservación del Palacio de Valsaín nesita de actuaciones con el fin de mantener las características del bien y su integridad.
Llorente añade que la labor de la Administración responsable del patrimonio cultural no puede ser, en los tiempos actuales, la de financiar unilateralmente actuaciones a demanda, sin enmarcarlas en unos criterios de planificación y gestión que garanticen la sostenibilidad de las intervenciones que se emprendan.
Por tanto, considera «imprescindible» la implicación de los particulares, responsables directos del mantenimiento de los bienes que poseen y disfrutan. En este sentido entiende que el Plan Especial de Mejora y Rehabilitación del Palacio de Valsaín y su entorno, redactado por el Ayuntamiento del Real Sitio de San Ildefonso, que pasó por la Comisión Territorial de Patrimonio Cultural de Segovia el 28 de noviembre de 2005, «es un buen punto de partida de cara a una solución permanente y estable en la conservación de este bien».
Grave incendio en 1686
En la documentación en poder de la Junta de Castilla yLeón, la historiadora Cristina Rodicio Rodríguez situa los orígenes del palacioreal de Valsaín en la época del Rey Enrique III (1270). Sin embargo, su programa definitivo fue iniciado y desarrollado por Felipe II, en su etapa como príncipe y primeros años como monarca, en que construyó el conjunto en el breve plazo de veinte años, según trazas de Luis de Vega (1552-62), llevadas a la práctica por su sobrino Gaspar de Vega (1552-75). Después se realizaron otras obras entre las que destacan las efectuadas por Juan Gómez de Mora y Pedro de Brizuela, en el S. XVII. Sufrió un grave incendio en 1686, cuando se producía el ocaso de la dinastía Austria y con la extinción de esta llegó su abandono hasta nuestros días «encontrándose en la actualidad en total y vergonzosa ruina», dice la autora del texto. Subsisten la torre del Mediodía, parte del pórtico de poniente y de los muros del Cuarto de Levante, el Cuarto del Príncipe don Felipe y los exteriores de la Torre Nueva. Por el suelo capiteles, zapatas, fustes, dovelas y numerosas piezas de un gran palacio del que todavía se podría recuperar no poco para la memoria. Todo el Real Sitio se destinaba a lugar de ocio, especialmente para la práctica de la cinegética que tanto gustaba a los Austrias españoles, por ello y por las condiciones naturales del lugar Valsaín era denominado por antonomasia la «Casa del Bosque» o el «Bosque de Segovia». La tipología palacial de este Sitio Real difería en algunos aspectos de la del resto de las casas de placer reales que presentan núcleos funcionales separados; así, el palacio se genera -como siempre- a partir de una construcción de planta cuadrada con patio porticado en el interior, pero a diferencia se le adhieren otras edificaciones para las casas de oficios.