Así han encontrado piso para estudiar en la UVa en Segovia

Nacho Sáez
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Estudiantes del campus María Zambrano relatan cómo ha sido la búsqueda de vivienda.

Leticia Sastre, estudiante del doble grado de Publicidad y Turismo, posa en la habitación de su piso. - Foto: N. S.

Un chat de Whatsapp pone en contacto a estudiantes del campus María Zambrano que buscan piso con propietarios de viviendas interesadas en alquilarlas, agentes inmobiliarios y hasta otros alumnos que tienen habitaciones libres en el suyo. Esta semana todavía bullía a pesar de que las clases ya han comenzado «Hola, necesito un piso cerca de la uni», escribía el martes Sari. «Dispongo de tres habitaciones a medio minuto de la uni», respondía a los dos minutos Adri. Las inmobiliarias tradicionales siguen realizando su papel, pero han entrado en juego nuevos medios. Todos al servicio de los alumnos de la universidad de Segovia, donde aún es posible encontrar pisos a un precio razonable aunque los precios del alquiler en nuestra ciudad hayan aumentado un 7,9% en el último año, según el portal inmobiliario Idealista.

Román Hernanz vive en un piso para cuatro personas y paga menos de 200 euros aunque a eso tiene que sumar los gastos de luz, calefacción, agua e Internet. Un precio muy bueno en cualquier caso. Fueron previsores, eso sí. En cuanto terminó el curso pasado empezaron a buscar. «Preguntamos  en la inmobiliaria de aquí al lado de la universidad, nos enseñó lo que tenía disponible desde septiembre hasta junio, lo que es todo el curso, nos gustó un piso, lo fuimos a ver y ese es el que elegimos», cuenta Román, estudiante de Administración y Dirección de Empresas.

Va andando hasta la universidad. Su piso está en La Albuera y tarda unos diez minutos. En su opinión, una de las claves para conseguir algo económico es conocer de antemano a los compañeros de piso e ir juntos a buscar. «Si vas a buscar para compartir con gente que no conoces, te van a pedir de 250 a 300 euros seguro», señala. Procedente de Sepúlveda, él se ha juntado con otros chavales del pueblo de su generación que se encontraban en la misma situación. «Dicen que han subido los precios, pero nosotros todos los cursos –es el cuarto año que vive en Segovia– los hemos pillado en los mismos valores. Y si hemos cambiado es porque se incorporaba algún chico más de Sepúlveda y había que buscar algo más grande», apunta.

Román Hernanz, alumno de ADE.Román Hernanz, alumno de ADE. - Foto: N. S.

Miriam García, Celia Cernuda y Carla Rodríguez comenzaron a estudiar Publicidad y Relaciones Públicas el curso pasado pero no ha sido hasta este cuando se han ido a vivir juntas. Antes de empezar las clases afrontaron el primer examen. Y uno difícil. «Es complicado que te den algo bueno por un buen precio. Al final había pocos pisos, algunos eran muy antiguos, otros no querían estudiantes, otros eran muy caros para lo que te ofrecían y estaban muy lejos de la universidad», relatan estas tres jóvenes, que pagan 320 euros por cabeza gastos aparte salvo la conexión a Internet.  «Ha sido un poco odisea. Menos mal que conocíamos a un chico que se llama Rubén que se dedica a alquilar pisos a estudiantes. Han subido mucho los alquileres en Segovia», continúan Miriam, Celia y Carla, naturales de Nava de la Asunción, Asturias y Madrid, respectivamente. «Estuvimos mirando varios hasta que elegimos el que nos hemos quedado, que está en José Zorrilla».

Para Daniela del Amo, estudiante de Ingeniería Informática, no fue llegar y besar el santo pero casi. «MIré los anuncios que ponen en el tablón de anuncios de aquí del ágora y el segundo que vi, así que bastante facilito», revela. Madrileña, sabe lo que son precios desorbitados por alquilar un piso. «Segovia está mucho mejor que Madrid. Pensaba que iba a ser mucho más difícil y ha sido muy fácil. Vivo con otras cuatro chicos, a diez minutos de la universidad, está muy cerca del Acueducto y pagamos 230 euros con los gastos aparte. Hoy (por el martes) he llevado las cosas y he  conocido a las chicas y son bastante majas», remarca Daniela.

A las dificultades obvias que se presuponen a la hora de buscar piso, Christiane Fabiola Tchuatou tuvo que añadir otra. Si quería ver 'in situ' las viviendas que le ofrecían se tenía que trasladar desde su ciudad, Oviedo, hasta Segovia. Prefirió no hacerlo, aunque sí que exigió que le enviaran vídeos para comprobar el estado en el que se encontraba el inmueble. «Ha sido un poco difícil porque encontrar un piso que esté en buenas condiciones, cerca de la universidad y a buen precio no suele ser fácil», afirma esta estudiante del doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas. Comenzó a buscar a mediados de verano. «Algunos no te permitían alquilarlo si eras menor o tenías que poner los nombres de tus padres. O no te contestaban y si te contestaban te decían que ya lo tenían alquilado. Y en los pisos hay de todo. Hay pisos que son más antiguos que se ve que no están reformados, pero hay otros que ya simplemente por las fotos se ve que están nuevos prácticamente. De hecho uno de los pisos por el que yo me interesé me dijo el chico que aún no estaba ni hecho, que estaban en las obras. En general están bastante bien, aunque también te puedes encontrar con que llegues el piso y haya cosas sucias o sin arreglar y lo tengas que hacer tú», avisa Christiane, que paga 365 por su habitación, que, eso sí, es la más grande de su piso frente a las de sus compañeras, que valen 300 y 330 euros, respectivamente.

Christiane Fabiola Tchuatou, estudiante del doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas.
Christiane Fabiola Tchuatou, estudiante del doble grado de Ingeniería Informática y Matemáticas. - Foto: N. S.

Según Idealista, la mayor subida interanual del precio del alquiler se ha registrado en la zona de la Plaza Mayor y la calle San Agustín, dominada por los estudiantes de la IE University y su mayor poder adquisitivo –el portal inmobiliario estima el aumento en un 17,5%–, pero el entorno del campus María Zambrano no se queda al margen de este fenómeno y marca al alza un 8% de variación respecto al año pasado. «A la hora de elegir piso valoré sobre todo la cercanía porque, viniendo de Madrid, sí que es verdad que te acostumbras a las distancias largas pero quería huir un poco de eso y tener todo a mano. También que la habitación tuviese buena iluminación, tener espacio de almacenaje, que el piso fuera medio moderno y que estuviese bien bien decorado, porque en un espacio feo no me apetecía vivir...», reconoce Leticia Sastre, que empieza el doble grado de Publicidad y Turismo. Vive en el entorno de José Zorrilla junto a otras dos chicas y paga 225 euros, gastos aparte. «Tenía  la expectativa de que Segovia fuera un poco más barata porque, además, la casera nos había pedido al principio que 650 euros por todo el piso y luego nos lo subió porque decía que tenía que hacernos tres contratos. La dijimos que nos hiciera un solo contrato a nombre de las tres y al final ni para ella ni para nosotras». Primera asignatura del curso, conseguir piso, superada.