Se necesita camarero/a. Dejar C.V. en tienda. Gracias». «Se busca personal para trabajar en tienda de turrón. Imprescindible un buen nivel de inglés y un buen trato con el público». «Se necesita personal. Te esperamos! Imprescindible documentación en regla. Contrato indefinida a jornada completa. Proceso de selección de CV abierto». Estos son los anuncios que se podían leer desde la calle el lunes en los escaparates o en los ventanales de los tres primeros comercios que se encuentran en la Calle Real si uno empieza a recorrerla desde la Plaza Mayor. Unos metros más abajo el SOS lo lanza la cafetería La Colonial («Se necesita personal. Dejar C.V. en cafetería») y sin pasar de la plaza del Corpus el peatón se encuentra con otro; en este caso en la farmacia. El Día de Segovia ha contabilizado hasta ocho carteles de este tipo en la Calle Real; algunos de ellos colocados hace meses. Una situación inédita.
La pastelería Limón y Menta forma parte del grupo de comercios veteranos de la Calle Real. Testigo de la transformación de esta vía en el siglo XXI con la llegada en aluvión de las franquicias, ahora sufre la falta de mano de obra. «A partir de septiembre sí que he encontrado gente y me están entrando más currículum, pero los veranos están siendo fatales desde hace tres años y no sé por qué», se sincera su gerente, Cristina Gibaja. «Ofrezco lo que existe en el convenio y un poco más por la terraza porque es un trabajo complicado. Las condiciones son buenas yo creo, pero una persona me duró una tarde, otra cuatro días...».
El avance de las medidas de conciliación de la vida familiar y laboral ha cambiado tendencias en el mercado de trabajo. Según un informe de mayo de la empresa de recursos humanos Randstad, la conciliación es el segundo factor a la hora de elegir una empresa para trabajar, solo por detrás del salario, y la mitad de los trabajadores abandonan las empresas por la falta de conciliación con su vida personal. «La ambición ya no se considera en su sentido tradicional de progresión profesional. Hoy, aspectos como flexibilidad y la equidad se sitúan en el centro de sus decisiones profesionales», ha señalado el director general de Randstad Enterprise, Oriol Mas, en declaraciones recogidas por Europa Press.
El cartel de 'Se necesita farmacéutico/a' de la farmacia de la plaza del Corpus lleva todo el verano. Su responsable prefiere no hacer declaraciones, pero la falta de mano de obra se ha convertido en un quebradero de cabeza generalizado en el sector farmacéutico, según apuntan fuentes del mismo. Al menos seis farmacias de Segovia se encuentran en la misma situación, al igual que colegas de las provincias de Ávila, Valladolid y Madrid. «Y no es porque no haya farmacéuticos, que los tiene que haber, sino porque creemos que tiran a otros tipos de trabajo. A empresas más grandes, de visita médica, mucho marketing», añaden las mismas fuentes.
Todos los caminos parecen conducir a las dificultades del comercio tradicional para ofrecer mejores condiciones de conciliación a sus trabajadores, pero el presidente de la patronal de comerciantes Fecose, Roberto Manso, responsable también de la tienda Todoutil en José Zorrilla, pone el punto de mira en los requisitos que exigen las empresas. «Yo puse un anuncio para contratar personal a partir del 25 de agosto, vinieron unas 100 personas y he cogido a una. En el comercio normal no creo que haya dificultades para encontrar gente. Otra cosa es en comercios específicos en los que a lo mejor haga falta una titulación o una experiencia previa, pero para el resto la dificultad está en encontrar a la persona adecuada que quiera trabajar y que esté cualificada pero en el sentido de que tenga actitud», argumenta Manso, que también subraya la complejidad para el comercio de cercanía de conceder una jornada continua a sus empleados: «Es imposible. En las grandes superficies hay jornadas continuas porque luego sacan cuatro horas un sábado por la noche o un día a las seis de la mañana. Los comercios, como solo podemos abrir ocho horas, abrimos las ocho horas en las que viene gente. Abrir a mediodía es ridículo porque la gente no va».
La afiliación media a la Seguridad Social en Segovia al comercio se situó el pasado mes de agosto en 6.935,95 personas, un 10% más que antes de la pandemia, aunque en este dato están incluidos también los trabajadores del comercio al por mayor y de los talleres mecánicos. Y no los de la hostelería, que también han aumentado casi un 5% en este último lustro. En este momento, el paro en el sector servicios en nuestra provincia asciende a 12.685 personas, según las estadísticas del Ministerio de Trabajo y Economía Social.
«Hay mucha precariedad y la conciliación no es nada fácil. Si las condiciones laborales no son las mejores y la gente tiene la opción de acceder a otro mercado laboral, pues es lo que hace y, por eso, quizás, le cuesta al comercio encontrar trabajadores», destaca el secretario general de CCOO Segovia, Álex Blázquez. «Además, el comercio de Segovia sabemos cómo es. Muchas veces trabaja mientras los demás estamos descansando. La gente prefiere tener calidad de vida, evidentemente», abunda.
El concepto de calidad de vida puede variar de forma notable de un trabajador a otro en el mismo sector. María Gorostidi comenzó a trabajar hace menos de un mes en la tienda de espadas, bisutería y regalos Spain Art Segovia –a escasos metros de la Casa de los Picos– y aceptaría trabajar a jornada partida, aunque ahora tiene un horario de cinco horas cinco días a la semana por la mañana o por la tarde. «Ahora en septiembre se nota que ya no hay tanta gente como en agosto, que estaba lleno de turistas», cuenta esta también estudiante de oposiciones.