La construcción de viviendas vive en Castilla y León un particular 'espejismo' de lo que fueron los años del 'boom inmobiliario'. Lejos de aquellas cifras, el sector ha visto dispararse su actividad un 36,68% durante el primer semestre, lo que asegura una segunda mitad de 2023 con una gran carga de trabajo, sólo registrada hace 13 años. Los promotores son optimistas en la Comunidad, aunque siguen de reojo la subida de los tipos de interés o la inflación, que podría segar estos nuevos 'brotes verdes'. De momento, los constructores disponen de 3.484 visados de dirección de obra solicitados, para levantar otras tantas viviendas en la Comunidad, lo que supone casi un millar más que hace un año. No obstante, el comportamiento no ha sido homogéneo entre las nueve provincias, con algunas muy dinámicas y otras en cifras negativas –Burgos, Salamanca, Segovia, Soria y Valladolid–.
Este escenario 'dorado' que marca el arranque de 2023 refleja para el presidente de la Confederación Castellano y Leonesa de la Construcción, Javier Vega, que el sector tiene «seguridad» para generar productos para el mercado, por lo que no cree que la Comunidad esté en el inicio de otra burbuja inmobiliaria. «No veo ese riesgo», dijo en declaraciones a Ical para añadir: «Se demanda vivienda y es necesario que los jóvenes, especialmente, puedan independizarse a una edad razonable, y eso pasa por el acceso a la vivienda».
Los datos que recopila el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana reflejan la fortaleza de la construcción de viviendas en Castilla y León, donde los permisos para nuevas casa crecieron un 36,68%, frente al 5,98% del conjunto del país, gracias a la edificación en bloque, que se disparó un 70,1% y compensó la caída del 1,78% de las viviendas unifamiliares.
De hecho la construcción de pisos en entornos urbanos acapara gran parte de la actividad, a diferencia de lo que ocurrió durante los años más duros de la anterior crisis. De los 3.484 visados, 2.326, casi siete de cada diez, fueron para obras en bloque, frente a los 1.158 para casas independientes. Esto explica el 'tirón' de la actividad inmobiliaria en la Comunidad, pero especialmente en provincias como Soria, Valladolid y Salamanca.
Sin embargo, la patronal de la construcción reconoce «problemas serios», como el aumento de los precios de los materiales y servicios que generan «tensiones» o la falta de mano de obra, pese a los esfuerzos de la Fundación Laboral de la construcción. «Sólo hace falta que el sector financiero y la Administración a todos los niveles, acompañen un poco para que todo fluya de forma adecuada», señaló el leonés Javier Vega. Otro de los asuntos que trae de cabeza a los promotores es la situación del mercado financiero. Los empresarios piden a las entidades que ofrezcan las mismas medidas a compradores y constructores para «racionalizar» la subida de lo tipos de interés. «El sector financiero debe acompañar a este sector, que es fuerte, estratégico y está profesionalizado. Debe servirle de soporte y ayudar a generar confianza».
Dos velocidades
La promoción de viviendas se comportó de forma desigual en las provincias de Castilla y León. Pese al incremento de la actividad del primer semestre en el conjunto de la Comunidad, Ávila, León, Palencia y Zamora rompieron la dinámica autonómica y la nacional, con una caída respecto a 2022. En el lado opuesto, otras cinco provincias anotaron aumentos de la actividad en el sector residencial. De hecho, Soria fue la que disparó más la construcción de viviendas, con 153 visados en los primeros seis meses, frente a los 69 del mismo periodo de 2022, seguida por Valladolid. También creció el número de visados en Burgos (69%); en Segovia (37,04%); y Salamanca, que avanzó un 11 por ciento.