Una veintena de funcionarios de prisiones de la prisión de Segovia se ha manifestado a mediodía a las puertas de la Subdelegación del Gobierno en la ciudad para exigir su consideración como 'Agentes de la Autoridad' e intentar evitar sucesos como el asesinato de la cocinera de la prisión de Mas d'Enric (Tarragona), Nuria L., cometido por un preso que posteriormente se suicidó y que cumplía condena de 11 años por el homicidio a puñaladas de una mujer.

Los funcionarios han hecho público un manifiesto en el que han señalado que lo ocurrido a Nuria era 'la crónica de una muerte anunciada'. En el manifiesto enumeran 'cuchillos, tijeras y pesas de distintos tamaños' que pueden convertirse en 'armas mortales que los internos tienen al alcance de su mano diariamente'.

FIN DE 'BUENISMO' HACIA LOS PRESOS

Tres portavoces de los funcionarios, Carlos, Ismael y Alberto, han explicado que el actual sistema de gestión de las prisiones se basa en un 'buenismo' donde "al interno que peor se comporta, los peores delincuentes dentro de la prisión, es al que mejor está tratando la Secretaría General de Prisiones".

En el manifiesto se ha recordado que el ministro de Interior, Fernando Grande Marlaska, declaró en el Parlamento que "los débiles son los internos", por lo que los funcionarios piden que se deje de gestionar "con buenismo, y se haga con realismo".

Los portavoces de los funcionarios de prisiones de Segovia han relatado cómo sienten que están abandonados, con situaciones en las que, después de llevar a los internos a sus celdas, tienen que limpiar el módulo y recoger y sacar la basura. "En esa situación estamos", lamentan.

Se han manifestado "a favor de la reinserción, pero no 'barralibre', como hacen ahora", han rematado, tras enviar su pésame a la familia, compañeros y amigos de Nuria, y solidarizarse "con los compañeros de prisiones de Cataluña".

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