La Gimnástica Segoviana ha salido airosa del primer momento complicado de la temporada. Tras encadenar dos derrotas consecutivas en liga y la eliminación de la Copa del Rey, el equipo azulgrana tomó oxígeno el pasado domingo con su victoria en el campo del Cacereño. Un triunfo que le deja en la octava plaza de la clasificación en su grupo de la Segunda Federación, a solo dos puntos de las posiciones de 'play off' de ascenso.

El primer tercio de la temporada lo cierra con el lunar de la Copa -a pesar de la heroica remontada que protagonizó para forzar la prórroga, donde al final cayó eliminado- y un balance en liga de cuatro victorias, cinco empates, tres derrotas, 13 goles a favor y 11 en contra. «Nos hemos quitado la espina después de tres semanas jodidas», señala el entrenador gimnástico, Ramsés Gil. "Aunque estábamos compitiendo bien, no metíamos goles, no ganábamos y ya sabemos que aquí pasamos de cero a cien muy rápido. Aunque intentes buscar el punto de equilibrio, no es fácil y siempre hace falta volver a ganar un partido para coger confianza y eliminar dudas. Puro fútbol», añade.

El calendario también apremiaba a la Segoviana. Después de las derrotas contra el Ursaria y el Talavera tenía por delante dos salidas consecutivas frente a dos de los mejores rivales del grupo, el Cacereño y el Badajoz. El triunfo ante el primero le permite afrontar el duelo ante el Badajoz con mayor tranquilidad. «Si compites bien hay posibilidades siempre de ganar en esta categoría. Luego cuando vienen las rachas malas, que siempre las tienes en el fútbol porque es súper caprichoso y de manera aleatoria no te salen las cosas, la única manera de volver a la senda de un máximo rendimiento y de resultados es estar tranquilo, insistir, intentar mejorar los puntos donde estás fallando más y que los chicos recuperen la confianza», reflexiona Ramsés sobre los mensajes que ha tratado de transmitir el cuerpo técnico al vestuario en las últimas semanas.  

La victoria balsámica del pasado domingo llegó también en plena crisis goleadora de su único delantero centro, Dani Segovia, que solo había anotado un tanto y que en Cáceres rompió su mala racha. «Nos da muchos recursos a unos niveles que que no estamos acostumbrados al menos desde que yo soy el entrenador. Es un jugador completamente distinto a los que hemos tenido. Ahora está entrando en su mejor forma porque tuvo una lesión que le tuvo parado un mes. Dentro del área,  jugando de espaldas, en duelos y en disputas es un jugador 'top' para esta categoría. Lo que no podemos pretender es que nos dé transiciones o desmarques de ruptura. Por eso, tenemos que buscar nuestra forma de jugador para que cuando esté en el campo dé su máximo rendimiento», indica Ramsés, quien no obstante no descarta que el club acuda al mercado de invierno: «Cerrarnos en banda a ir al mercado de invierno sería un error porque pueden pasar cosas de aquí a que se abra o incluso durante el propio mercado de invierno hasta el 31 de enero.  Que se lesionen jugadores o que se vayan, como nos ocurrió con Adrián Pérez la temporada pasada. Pero fichar jugadores por ficharlos no lo hacemos nunca».

Antes de tomar una decisión, la Segoviana tiene que disputar cuatro partidos para despedir el 2023. Además de visitar al Badajoz, jugará también a domicilio contra el Llerenense y recibirá en La Albuera al Montijo y al Atlético Paso, uno de los que de momento está dando la sorpresa. «Por composiciones de plantillas todos hacemos nuestro cuadro de favoritos para estar arriba y estamos viendo que de favoritos nada. Que al final hay que competir cada partido y que hay equipos que están en posiciones de privilegio que, a priori, no tenían ese nombre que pueden tener el  Badajoz, el Cacereño o el Guadalajara, que tienen objetivos súper ambiciosos. A día de hoy, aunque la clasificación está súper apretada, están en otro tipo de posiciones», destaca Ramsés.