Aprobada definitivamente la Ordenanza municipal sobre la ZBE

Gonzalo Ayuso
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La medida sale adelante con el voto a favor del PP, la abstención de la mayoría de la oposición y el voto en contra de VOX, que facilitó en febrero su aprobación inicial pero ahora plantea objeciones tras no prosperar su acuerdo con los populares

Los dos concejales de VOX, con la mano alzada para votar en contra del dictamen esta mañana durante la sesión del pleno del Ayuntamiento de Segovia. - Foto: DS

El pleno del Ayuntamiento de Segovia ha aprobado este viernes definitivamente la Ordenanza municipal que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), que se corresponde básicamente con el recinto amurallado de la ciudad, y que no entrará en vigor hasta el 1 de enero de 2025. 

En la votación, el Partido Popular en el gobierno municipal se ha quedado solo, sus doce concejales son los únicos que han votado a favor, mientras que PSOE, IU, Podemos y Ciudadanos se han abstenido y los dos concejales de VOX han votado en contra.

Se da la circunstancia de que fue VOX quien facilitó la aprobación inicial de esta ordenanza en el pleno del pasado mes de febrero, en un momento en el que ya estaba negociando un acuerdo de estabilidad con el PP en el consistorio segoviano. En esa ocasión presentó una enmienda, modificada parcialmente por los populares y que ha supuesto, precisamente, retrasar "la aplicación de medidas restrictivas y  sanciones" a los conductores segovianos, según ha sostenido la portavoz de esta formación, Esther Núñez, en el debate de este asunto. 

Más alla del fondo del asunto, en el que desde los grupos de la oposición que se han abstenido han reprochado al equipo del alcalde José Mazarías no apostar de verdad por la movilidad sostenible y llevar adelante la aprobación de la ordenanza para cumplir la normativa, en el debate Núñez ha introducido la ruptura de ese pacto con el PP, que no llegó a entrar en vigor pese a estar firmado tanto por ella como  por el alcalde. En este sentido, además de acusar al gobierno municipal de "continuar dando bandazos" a pesar de llevar casi un año al frente del Ayuntamiento, el ha preguntado directamente al alcalde si su firma tiene algún valor o qué credibilidad tiene su palabra.

Sin embargo, desde el Grupo Popular ni el aludido ni la ponente del dictamen sobre la ordenanza de la ZBE, la concejala de Seguridad, Raquel Alonso, han entrado al trapo y han eludido esta cuestión.

No así, el Grupo Socialista, tanto en la sesión plenaria como en redes sociales, donde la portavoz del PSOE y ex alcaldesa, Clara Martín, ha publicado este comentario: "Hoy en el pleno municipal hay un elefante dle que José Mazarías no quiere hablar. Se llama Pactus Interruptus PP-VOX".

En el debate sobre el fondo del asunto, Martín ha reprochado al PP el incremento del precio del billete del autobús urbano, el todavía proyecto para conectar el centro histórico con lanzaderas del transporte público, evitando, por lo tanto, el resto de autobuses de las líneas que ahora llegan a esta zona, o la peatonalización anunciada en la calle de Blanca de Silos, actualmente en obras, "sin contar con un plan de movilidad ni un criterio técnico que lo justifique", ha señalado.

Por su parte Alonso ha defendido la calidad técnica de la ordenanza que regula la ZBE y ha recalcado que en el periodo de 30 días de información pública desde su aprobación inicial en febrero únicamente ha recibido 24 alegaciones, lo que, a su juicio, indica que no genera controversia y su implantación progresiva es bien recibida por la mayoría de la ciudadanía. 

La edil del PP ha criticado a la oposición "gastar su tiempo" y "faltar al respeto" a los segovianos haciendo política con un tema tan importante para la ciudad como es la movilidad sostenible, que asegura sí está en las políticas del equipo de gobierno, e incluso ha animado al resto a trabajar en ese sentido, incluso a modificar la ordenanza si una vez en vigor fuera necesario en algún aspecto. 

Núñez ha defendido la "coherencia" en el cambio de voto de VOX, del sí al no, asegurando que su grupo municipal siempre ha estado en contra de la Zona de Bajas Emisiones "porque resta libertad y no es necesaria". Ha  admitido que hay que implantarla por Ley pero considera que podría haberse limitado a una zona más reducida para que causara "el menos daño posible" a los vecinos y a los sectores económicos de hostelería y comercio, además de renegar de "las decisiones que adoptan unos pocos en Europa, entre ellos PP y PSOE, como la Agenda 2030".