Pese a la pandemia, que no ha impedido que los hornos se mantuvieran encencidos, el plan estratégico para revitalizar la Real Fábrica de Cristales de La Granja, del siglo XVIII, que también ha permanecido abierta a pesar de la crisis sanitaria, ha avanzado de manera notable desde su presentación en diciembre de 2019. Su nuevo director, Javier Ramos Guallart, gerente de la Escuela del Patrimonio Cultural, ya muestra los primeros resultados, incluso físicos, con nuevos espacios para ocio y eventos y la adaptación de la apertura de una calle peatonal, la de Los Vidrieros.
En una conversación con este periódico, Javier Ramos, junto con el presidente de la fundación del Sector Público Centro Nacional del Vidrio, Andrés Ortega García, anuncian con satisfacción la petición del Ministerio de Educación para albergar en este espacio único de Europa, comenzado a construir en 1770 por orden de Carlos III, el Centro de Referencia Nacional del Vidrio Industrial. En pleno proceso de elaboración de la documentación, con perspectivas de poderlo abrir en 2022, significa contar con un centro de investigación, formación de jóvenes y formación de formadores y de experimentación con algunas técnicas, como el hidrógeno como combustible, que las grandes fábricas no utilizan aún. «Podemos ser como el laboratorio donde puedan ensayar sus composiciones», matiza Ramos.
Es larga la lista de objetivos, tanto comerciales como de nuevas inafrestructuras para una instalación que depende de una fundación, con un presupuesto de 1,5 millones de euros, este año, aparte de inversiones extraordinarias, comenzando por el millón de euros que está a punto de adjudicar el Ministerio de Cultura para el pavimento de la calle peatonal de Los Vidrieros. Será un lugar de paso obligado para los visitantes que llegan desde el Palacio, tras recorrer la parte baja del Real Sitio y salir a la zona de los autobuses después de pasar por la Fábrica de Cristales, que tendrá en su acceso principal una tienda para productos más exclusivos y otra a la salida del paseo con piezas más económicas, aparte de talleres de artesanos. Adjudicado a una empresa externa, pensando en que el año próximo será un ejercicio normal, ya se han celebrado cuatro bodas, con otras cinco previstas ya este año, aparte de la presentación de un nuevo modelo de una marca de automóviles, donde, aparte de los salones de banquetes, conviven una zona exterior para cóctel, dos cafeterías y originales baños. Estas instalaciones pueden ser explotadas por la fábrica cuando no haya eventos.
Ramos explica que «la gente se queda sorprendida con lo que ve cuando entra aquí, el carácter de la fábrica, las cúpulas, las chimeneas, espacios desconocidos industriales de verdad, decorados con piezas de la fábrica». Además, se termina una residencia con 30 habitaciones dobles con baño, destinadas a cualquier grupo que desee hacer congresos, seminarios, eventos, invitados a bodas o familias que quieran pasar el fin de semana y ver la fábrica.
Si se han aumentado espacios para actividades que generen ingresos, la idea de la dirección es ir pasando de los 39 empleos actuales al centenar que existían antes del ERE del año 2000. Con la mirada en mercados internacionales como Oriente Medio y México y un balance positivo en lo económico de la tienda abierta en Madrid, durante la época navideña, la Real Fábrica de Cristales de La Granja tendrá su propio espacio en la zona de marcas de lujo en el Corte Inglés del Paseo de la Castellana, al final del verano.
Andrés Ortega destaca la política de comunicación, para mostrar el mundo la actividad y dar también visibilidad a las personas que trabajan allí, así como el apoyo tanto de la Administración central del Estado, como de la Junta de Castilla y León, incluso con una dotación especial extraordinaria que se está configurando, de la Diputación Provinicial y del Ayuntamiento del Real Sitio que, siendo el patrono que aporta menos económicamente, realiza muchos esfuerzos en favor de la fundación, según su presidente.