El horario de atención está completo para los próximos días. Inténtelo más tarde». Este es el mensaje que se encontraban quienes este miércoles a mediodía intentaban conseguir, a través de Internet, cita previa para hacer algún trámite en la Jefatura Provincial de Tráfico de Segovia. Nada que sorprenda, sin embargo, a las empresas de transporte, gestorías y a las autoescuelas, que preparan una manifestación para protestar por la situación de esta oficina. Una oficina pública de mesas vacías. El delegado de CCOO en la Administración General del Estado, Carlos Casal, reclama la contratación inmediata de interinos. 

Según los datos a los que ha tenido acceso esta redacción, la que es la delegación en Segovia de la Dirección General de Tráfico (DGT)  solo tiene cubiertos en la actualidad 12 de sus 31 puestos de trabajo, una circunstancia que hace saltar por los aires a diario su engranaje. Las principales carencias se concentran en la figura de operadores de información, sobre los que recae casi todo el peso del papeleo y que tienen 12 vacantes y solo dos efectivos. Así, uno de los examinadores se ve obligado a colaborar en la realización de trámites administrativos y deja de examinar, y solo hay un empleado para la atención al público.

El colapso es absoluto. «El viernes sin ir más lejos me llamó una autoescuela que le acababan de avisar, a las 11 de la mañana, que de 12 alumnos que tenía presentados para examinarse hoy (por el lunes) de la prueba de destreza de camiones se les anulaba. Cualquiera se puede imaginar el cabreo que se agarraron. Muchos se habían cogido el día libre en sus trabajos», revela la presidenta de la Asociación de Autoescuelas de Segovia, Irene Herranz, quien lamenta la falta de previsión de las autoridades: «Se sabía desde hace mucho tiempo que entre febrero y marzo se iban a jubilar tres puntales de la Jefatura de Tráfico. Está siendo un desastre, una debacle».

Así es el colapso en la Jefatura Provincial de Tráfico

Sacarse el carnet de conducir en Segovia está dejando de ser tan apetecible para los madrileños que lo preferían a la capital y para cualquiera. «Con el de coche, si suspendes una vez, puedes tardar cuatro meses, y con el de camión, seis meses. Mucha gente se está yendo a la provincia de Valladolid, porque allí no hay problemas. Incluso Madrid está mejor que nosotros», señala Herranz. Las autoescuelas están sufriendo las consecuencias en su cuenta de resultados: «Que se haga una idea la gente de lo que representa solo poder examinar a cuatro alumnos al mes y tener que pagar tres o cuatro sueldos y mantener los gastos de tener un local abierto al público, vehículos... Es insostenible. Como esto se dilate en el tiempo estoy seguro de que alguna autoescuela va a hacer», asevera Herranz.

Los problemas de personal de la Jefatura Provincial de Tráfico no son nuevos, pero ahora ha tocado fondo. «Aunque estamos acostumbrados a trabajar a través de plataformas web con otras administraciones, en el caso de las gestiones competencia de Tráfico es indignante que no podamos hablar con nadie para conocer en qué estado se encuentran. Determinadas gestiones no sabemos dónde se realizan. Subimos los expedientes a esa plataforma, y los perdemos el rastro, salvo en el caso de matriculaciones de vehículos nuevos, que sí podemos elegir que se hagan en Segovia, y al menos en estos casos y gracias al enorme esfuerzo que llevan a cabo los muy escasos empleados con los que cuenta en la actualidad la Jefatura de Segovia, el trámite se termina en un plazo más o menos razonable, Sin embargo las gestiones que tienen que ver con transferencias (cambio de titular), cambios de servicio (pasar un vehículo de uso particular a público) y algunas otras que se tramitan a través de la plataforma de la DGT es una aventura, nunca sabemos qué plazo va a retrasarse la gestión», señala el director de la Agrupación Segoviana de Empresarios de Transporte (Asetra), Fernando García.

El jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor, entiende el enfado y confía en que la DGT ofrezca pronto soluciones. «Hay voces que me dicen que cierre pero no lo voy a hacer. Otra cosa es que la Jefatura se cierre sola. Es decir, el día que no tengamos examinadores no podremos hacer exámenes. Lo único bueno es que los trabajadores que tenemos hacen las cosas fantásticamente y con un compromiso y esfuerzo maravillosos», apunta.