El pleno que ha celebrado esta mañana el Ayuntamiento de Segovia indica cambios significativos en los apoyos o alianzas puntuales que el gobierno municial recibe del resto de la corporación para sacar adelante sus propuestas. Es el resultado de la marcha atrás o el ya calificado por algunos de los concejales de la oposición como "pactus interruptus" entre PP y VOX, después de que la portavoz de la formación verde, Esther Núñez, decidiera dar a conocer unilateralmente a principios de este mes un acuerdo de estabilidad firmado por ella misma y por el alcalde, José Mazarías, el 18 de abril, pero que no ha lelgado a entrar en vigor.

Los dos concejales de VOX han votado en contra de tres de los principales asuntos en una sesión en la que Núñez ha acusado al PP de llevar un año dando "bandazos", sin atraverse a acabar con las políticas heredadas de los socialistas y formar un gobierno estaqble de derechas y ha cuestionado directamente si el alcalde tiene palabra y si su firma en un documento no tiene validez, aunque Mazarías no ha querido entrar en ese debate y, a diferencia de otras ocasiones, ha realizado pocas intervenciones, las necesarias para dirigir el pleno, dando paso al orden del día y la palabra a los intervinientes. 

Así,  han dado un "No" a la aprobación definitiva de la Ordenanza municipal que regula la Zona de Bajas Emisiones (ZBE), aunque en el mes de febrero presentó una enmienda que fue apoyada por el PP, con alguna modificación, y votó a favor. También contra una importante modificación presupuestaria que supone la incorporación de 2,7 millones de euros al presupuesto municipal y una más pequeña, de 200.000 euros, para que la Empresa Municipal de Turismo organice los actos de conmemoración del 550 aniversario de la proclamación de Isabel la Católica en Segovia.

Esta conmemoración histórica, alabada por VOX en meses pasados, se ha convertido a lo largo de mayo para este grupo político municipal en "festejos de poco vuelo, de alcance provinciano", según las palabras que ha utilizado en el pleno su concejal Alfonso Ceballos-Escalera.

Además de alabar a la reina castellana, "que nos parece una mujer muy admirable y, desde luego, muy admirada por todos los pueblos hispanos", este edil ha explicado que las iniciativas del Grupo Popular para ese aniversario tienen más carácter turístico, "con una cabalgata historicista y un mercadillo medieval como principales pièces de résistance (platos fuertes)", mientras desde su formación son partidarios de darle un carácter institucional, "como merece la figura egregia de Isabel de Castilla; por ejemplo, con invitaciones a su majestad el Rey, al Gobierno, a los 40 embajadores de países hispanoamericanos, incluido el de los Estados Unidos, que también es un país hispanoamericano, o a las reales academias y no un proyecto que, por lo que vamos sabiendo, no lo conocemos apenas, será más bien de andar por casa".

A pesar de admitir que "a nadie se le oculta que este grupo municipal es muy proclive a conservar y difundir la memoria de Isabel de Castilla", Ceballos-Escalera ha concluido que "en este grupo municipal creemos que ya que se van a gastar estos dineros, se haga bien y se gasten bien los euros de los vecinos contribuyentes. Y es precisamente por eso por lo que no votaremos esta propuesta".

El Grupo Popular ha respondido, antes incluso de que finalizase la sesión plenaria, con una nota de prensa donde critica en términos muy duros la posición de los concejales del Grupo municipal, por lo que considera "su errática trayectoria".

"Con pretextos improvisados y carentes de base ha acabado votando en contra de esta trasferencia de crédito, contradiciendo presuntas declaraciones de principio anteriores y alineándose con los grupos de izquierda y ultraizquierda representados en el hemiciclo para votar en contra de la iniciativa cultural y turística", afirman los concejales populares.

Añaden que "el nuevo giro de VOX" - grupo al que el portavoz de IU, Ángel Galindo, ha reconocido irónicamente "su capacidad de sorprender" - ha estado patente durante toda la sesión plenaria, en la que "han hecho cambios radicales de las posturas mantenidas en momentos anteriores, por ejemplo, en la aprobación de la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE)", lo que para el partido que gobierna la ciudad "sólo demuestra la absoluta incoherencia de sus dos concejales, cuyo único objetivo actual es minar la acción del equipo de gobierno, aunque sea a costa de emitir votos contra sus propias posiciones y en alianza con la izquierda y la ultraizquierda".

Por el contrario, los populares reconocen "el papel responsable con los proyectos para la ciudad desempeñado por la portavoz de Ciudadanos", Noemí Otero, quien ha facilitado con su abstención la aprobación tanto de la modificación presupuestaria relacionada con la commemoración de la proclamación de Isabel la Católica, como la ordenanza de la Zona de Bajas Emisiones, o la incorporación de remanentes al presupuesto. 

Otero ha criticado al gobierno municipal del PP en sus intervenciones por el trabajo desempeñado hasta ahora en el Ayuntamiento pero ha señalado que su abstención era "un voto de confianza" para darle la oportunidad de gobernar y desarrollar sus proyectos. "Hemos cumplido. Ahora es el momento de que cumplan ustedes", ha dicho al concluir una de sus intervenciones. 

Con la abstención de esta edil del Grupo Mixto (que integra Ciudadanos junto a Segovia en Marcha), el Partido Popular ha conseguido aprobar estas tres importantes propuestas, aunque en dos de ellas gracias al voto de calidad del alcalde, al producirse un empate de votos a favor y encontra. 

Tampoco han ahorrado los concejales populares críticas a los grupos de izquierda, por una oposición "dirigida únicamente a entorpecer cualquier acción de gobierno, que deja claro el nulo interés de esos partidos por la ciudad y sus habitantes.PSOE, IU y Segovia en Marcha son el peor enemigo de Segovia, una ciudad que sólo les importa si están en el poder", según han argumentado en su nota de prensa.