"Debemos cuidar a nuestros asistidos, como Dios los cuida, amarlos como Dios los ama». La frase del hermano Isidoro Lezcano Guerra, fundador de la congregación de Hermanos Franciscanos de Cruz Blanca resume a la perfección el carisma que inspiró el cuarto voto que los hermanos añaden a los de pobreza, obediencia y castidad, que es el de la asistencia a los enfermos incurables y a los más necesitados. En 2025, los hermanos de Cruz Blanca celebran el 50 aniversario de su constitución como congregación, que durante este tiempo les ha llevado a expandir su labor en toda España a través de una red asistencial formada por casas familiares y viviendas tuteladas en las que se atiende a personas de especial vulnerabilidad por su situación de discapacidad intelectual y su falta de recursos económicos.
Siete años después de su constitución, los Hermanos de Cruz Blanca abrieron en Segovia la que fuera una de sus primeras casas familiares, que bajo el nombre de 'Nuestra Señora de la Encarnación' lleva a cabo una labor callada pero eficaz y constante en la atención de los 23 residentes que actualmente conviven en esta casa familiar. Vanesa Hernández, directora de la casa familiar, señala que la atención se complementa en las tres viviendas tuteladas que mantiene la congregación, destinadas a aquellas personas que pueden tener autonomía vital a la hora de desarrollar sus actividades cotidianas.
El trabajo en la casa familiar se rige por un ambiente de convivencia y alegría, donde los residentes viven «como su casa». «Es cierto que la organización es como la de una residencia, con sus horarios y sus normas, pero lo que nos distingue es que somos muy cercanos, lo cual hace que los residentes vivan como en un hogar, no como si estuvieran institucionalizados».
El número de residentes y el trabajo de los profesionales y voluntarios permite desarrollar una atención individualizada en la que prima el trato personal, y el carisma de la congregación hace posible que el acceso a la residencia sea más fácil precisamente a las personas que menos tienen. «No somos una residencia al uso, aquí intentamos ayudar a la gente que tiene menos recursos para que tengan un lugar en el que vivir», precisa la directora de la residencia.
Los Hermanos de Cruz Blanca afrontan con ilusión la celebración del 50 aniversario de la congregación, que permitirá visibilizar el trabajo que realizan y dar a conocer el que se ha hecho durante este primer medio siglo de vida. En Segovia, los actos conmemorativos tendrán lugar el 17 de junio, donde la comunidad prepara ya una solemne Eucaristía de acción de gracias en la iglesia de los Carmelitas y una comida de hermandad en la alameda de la Fuencisla, donde no faltará la música y la alegría.
No es esta la única actividad cara a la sociedad que desarrollan, ya que a través de eventos como la Marcha Solidaria o el ya tradicional cocido sirven como escaparate para difundir su trabajo en la sociedad segoviana, que siempre responde con generosidad a las necesidades de la congregación.