Decepción en los barrios fuera de programas de rehabilitación

Gonzalo Ayuso
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El Salvador ha recibido muy bien su declaración como entorno residencial de rehabilitación programada, en San Millán recelan del coste para las familias y San Lorenzo y San José lamentan quedarse sin estas ayudas públicas

Polígono residencial de viviendas protegidas del barrio de San Millán desde el paseo del Salón. - Foto: Rosa Blanco

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio ha publicado este mes de abril las órdenes por las que declara dos entornos residenciales de rehabilitación programada (ERRP) en los barrios segovianos de El Salvador y San Millán, lo que abre la puerta a actuaciones de rehabilitación de más de 750 viviendas, en conjunto, dentro de un programa de ayudas públicas que cuenta con financiación de fondos europeos del Programa de Recuperación, Transformación y Resiliencia. La noticia ha sido bien recibida en ambas zonas, aunque con matices y en mayor grado en El Salvador. En otros dos barrios de la capital  que aspiran también a estas subvenciones a la rehabilitación de viviendas, San José, donde en los últimos años se han desarrollado programas similares, y San Lorenzo, ha cundido la desilusión.   

Fuentes municipales explican que hasta 2026 está previsto abordar una primera fase el máximo de actuaciones subvencionables afectará a un total 284 viviendas, 108 en San Millán y 176 en El Salvador, con una inversión estimada de cerca de 4,7 millones de euros, de los que 3,1 proceden de fondos europeos y algo menos de 1,6 es la aportación del Ayuntamiento segoviano.

Los programas estatales de vivienda y regeneración urbana han recibido distintos nombres (ARCH, ARI, ARU) a lo largo de los años y se han reconvertido, a partir de octubre de 2021, en los denominados entornos residenciales de rehabilitación programada. Al igual que los anteriores implican la intervención de tres administraciones, en el caso de Segovia el Gobierno de España, a través del Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana, la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento, además de los propietarios o las comunidades de propietarios de los edificios residenciales a rehabilitar.

Características. Este nuevo programa de ayuda a actuaciones de rehabilitación a nivel de barrio tiene por objeto financiar obras en edificios de uso predominantemente residencial y viviendas, incluidas las unifamiliares, pero también la urbanización o reurbanización de espacios públicos y viales, dentro del ámbito de actuación de cada ERRP. 

Para el desarrollo de las dos iniciativas proyectadas en Segovia es necesario que antes se firme un acuerdo entre las administraciones implicadas. 

Tanto en El Salvador como en San Millán (donde el área delimitada se corresponde con el polígono de viviendas de protección oficial), las actuaciones subvencionables responden a las patologías más comunes, las que afectan a la eficiencia energética (ausencia de aislamiento térmico, carpinterías inadecuadas, etc.), a la accesibilidad de los inmueble y a la conservación general de las instalaciones.

En este sentido, el programa plantea propuestas de intervención que permitan mejorar la eficiencia energética de los edificios actuando tanto en fachadas como en cubiertas, así como la instalación de ascensores y la mejora de la accesibilidad en las zonas comunes.

Valoración «muy positiva». El presidente de la Asociación de Vecinos 'Justo y Pastor' del barrio de El Salvador, Fernando Sánchez-Guijo, hace una valoración «muy positiva» de la declaración de gran parte del barrio como ERRP « a la vista de los resultados que este tipo de programas han tenido en otros barrios y desde luego tenemos un montón de necesidades».  

Explica que El Salvador es un barrio histórico, el que más superficie del Acueducto tiene en su área y  todos los fines de semana decenas de turistas recorren el trazado del monumento romano y comprueban que «pasan por una zona de la ciudad donde hay edificios en estado cochambroso, no hay buen alumbrado y cualquier ayuda a la rehabilitación para el barrio en general y para los vecinos es bien recibida».

Sánchez-Guijo quiere ser prudente respecto a la aportación económica que las familias tendrán  que aportar para completar las inversiones necesarias en las viviendas, aunque cuenten con subvención pública, hasta que no se conozcan los detalles de la convocatoria. En este sentido, recalca que es más importante el porcentaje de la ayuda que el total de aportación media. «Si hay que aportar 5.000 u 8.000 euros para obras en una cubierta que cuesta 50.000, realmente está muy  bien», dice.

El alcalde, José Mazarías, ha destacado el importante esfuerzo económico del Ayuntamiento, ya que el porcentaje de la aportación de los propietarios no puede ser superior al 40%, según establece el programa estatal.

La estimación inicial, según las cifras que maneja el Grupo Socialista municipal, es de una inversión media de 8.221 euros en El Salvador y de 6.311,25 euros en San Millán, cantidades sensiblemente superiores que la media en la última fase del ARU del barrio de San José, en torno a los 2.000 euros. 

Esa inversión preocupa, por ejemplo, entre vecinos del polígono de viviendas de protección oficial de San Millán, muchos de ellos pensionistas que disponen de recursos limitados. 

Desde el PSOE reclaman que la financiación pública se extienda a San José y San Lorenzo – «hay fondos europeos para todos», sostiene su portavoz, Clara Martín, quien pide una aportación económica de la Junta que, aunque con el ARU de San José aportó un 46% de la inversión, en estos dos ERRP «no pone ni un solo euro».  

El Grupo Popular en el gobierno municipal, con el alcalde a la cabeza, asegura que seguirá tramitando actuaciones rehabilitadoras para otros barrios de la ciudad, como continuación de la labor hecha en San José o iniciar la actividad rehabilitadora con fondos públicos en San Lorenzo.

Responsables del movimiento vecinal en este último muestran decepción por la decisión que le deja fuera aunque llevan muchos años, por lo menos tantos como El Salvador, reclamando un programa rehabilitador y cuenta tanto con caserío histórico como con edificios más contemporáneos pero ya con más de 40 ó 50 años de antigüedad. 

Desde el barrio de San José, portavoces de la Asociación de Vecinos 1º de Mayo lamentan igualmente «que nos hayan dejado a medias» y con problemas todavía por resolver de actuaciones anteriores, como en algunas tapas de las redes subterráneas, cableado exterior, etc. 

Datos. La zona del barrio de San Millán incluida en el ERRP se corresponde con el polígono residencial de viviendas protegidas cuya tramitación comenzó en la segunda mitad de los años 50 del siglo pasado pero donde los edificios no se construyeron hasta finales de los años 70. La superficie total es de 2,45 hectáreas y hay 18 edificios, 7 de ellos residenciales que suman 203 viviendas.   

El área incluida dentro del ERRP del barrio de El Salvador está delimitada por la avenida de Padre Claret, calle Fernán García, Acueducto y calle Cañuelos. La Superficie total es de 8,08 hectáreas y hay 131 edificios (128 residenciales) que suman 550 viviendas.