La incorporación de todos los mutualistas de modalidad privada de Castilla y León al Sacyl supondría, de no reforzarse los actuales medios, un incremento de las listas de espera de consultas externas del 37,9 por ciento en el servicio público de salud de la Comunidad, con un incremento de pacientes del 31,6 por cada mil habitantes.
Este incremento, según un informe de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), sería el tercero mayor de todo el territorio nacional, solo por debajo de Castilla-La Mancha, donde la subida sería del 96,4 por ciento, y de La Rioja, con el 56,3 por ciento. En el extremo opuesto se sitúa Asturias, que vería incrementada sus listas de espera de consultas externas un 14,7 por ciento, Cataluña (15,9 por ciento), País Vasco (18 por ciento) y Cantabria (20,9 por ciento).
Pero además de las consultas de especialistas, la incorporación de los mutualistas privados a Sacyl también tensionaría la lista de espera quirúrgica, incrementado el número de pacientes en 2,9 por cada mil habitantes, lo que supondría una subida del 20,6 por ciento, la segunda más alta de todo el país solo por detrás de Madrid, donde el aumento es del 22,1 por ciento. En contraste, Cantabria, con un alza del 1,4 por ciento y Andalucía (2,5 por ciento), presentarían una menor afectación, así como las comunidades insulares que mantendrían aumentos moderados, con 0,8 pacientes más en lista de espera por cada 1.000 habitantes en Islas Baleares y 0,7 en Canarias.
En el caso de la Atención Primaria, el traslado de los mutualistas al Sistema Nacional de Salud supondría, de no reforzarse los servicios ordinarios, provocaría que cada profesional de medicina de familia realizase de media 0,9 consultas adicionales más al día, de 27,9 a 28,8 (un 3,3 por ciento más). En el caso de Castilla y León, cada médico tendría un aumento de 1,1 consultas adicionales (4,6 por ciento). Los mayores incrementos del número de consultas por profesional y día se producirían en Extremadura (1,4), Andalucía (1,3), Castilla-La Mancha (1,2) y Región de Murcia (1,2). Las comunidades autónomas con menores incrementos serían País Vasco (0,3), Cataluña (0,4), Comunidad Foral de Navarra (0,5) e Islas Baleares (0,5).
Reparto
La absorción de los mutualistas de opción privada por el Sistema Nacional de Salud supondría un reajuste en la distribución de los fondos recibidos por las comunidades autónomas de régimen común a través del Sistema de Financiación Autonómica, según se destaca en el informe de la Airef. De esta forma, aquellas comunidades autónomas en las que la población mutualista de opción privada representa un porcentaje mayor sobre la población del Sistema Nacional de Salud, incrementarían los fondos recibidos. Por ejemplo, Extremadura o Comunidad de Madrid tendrían un incremento del 0,45 por ciento (17,5 y 79,3 millones respectivamente). En este grupo también se incluye Castilla y León, que vería incrementado sus fondos un 0,41 por ciento, lo que representaría un 33,3 millones de euros más.
Por su parte, comunidades en las que los mutualistas de opción privada representan un porcentaje menor sobre la población del Sistema Nacional de Salud, perderían fondos del Sistema de Financiación Autonómica, como por ejemplo Cataluña que tendría una disminución del 0,72 por ciento, 183,5 millones de euros.
Para el desarrollo de esta simulación, según se explica desde Airef, se han tomado los datos de los mutualistas de 2023 de opción privada por comunidad autónoma de residencia y se han aplicado las tasas de frecuentación del colectivo de la sanidad pública para operaciones programadas de 2022 (para la lista de espera quirúrgica) y de frecuentación de primeras consultas (para la lista de espera de consultas) por comunidad autónoma y especialidad, procedentes del SIAE (Sistema de Información de Atención Especializada).
En el caso de la Atención Primaria, la simulación se ha obtenido aplicando las tasas del sistema de información de atención primaria a los mutualistas de opción privada y ajustando el resultado con la base de datos clínicos de Atención Primaria. Una vez estimadas las consultas adicionales que hubieran generado los mutualistas, se ha obtenido la ratio de consultas por día y profesional con la misma fórmula que utiliza el sistema de información de atención primaria y con sus datos del número de profesionales de medicina de familia.