Aunque en diferentes tramos, la parte de la N-110 que atraviesa la provincia de Segovia ha registrado dos fallecidos en accidentes de tráfico en un intervalo de apenas 15 días. «Es una carretera con solo un carril para cada sentido de circulación y una elevada densidad de tráfico, pero no creo que se deba hablar de punto negro. No hay un tramo con tantos accidentes mortales como para que se pueda decir que es muy peligroso», señala el jefe provincial de Tráfico, Pedro Pastor en respuesta a un informe de la Fundación RACE publicado recientemente.

Este incluye un listado de tramos de riesgo del que quedan excluidas los que acojan menos de 2.000 vehículos al día y que tengan una longitud inferior a cinco kilómetros. En la provincia de Segovia, la Fundación RACE marca en rojo el tramo de la N-110 entre Segovia  capital y Torrecaballeros y el de la N-601 entre Montuenga y Adanero, ya en la provincia de Ávila. Según sus datos, este último acumuló dos accidentes con otros tantos fallecidos entre 2020 y 2022, mientras que   el de la N-110, tres accidentes, dos fallecidos y dos heridos graves.

En este tramo de la N-110, El Día de Segovia tiene contabilizados siete siniestros de circulación graves entre 2020 y abril de 2024. De todo tipo. Un choque entre dos coches en la parte más cercana a El Sotillo,  un motorista que colisionó contra una señal a la altura de Tizneros, una salida de la carretera de un coche con cuatro ocupantes -incluidos dos niños- en la que falleció una mujer de 74 años... El más reciente se produjo el pasado mes de noviembre tras una colisión con cuatro turismos implicados que dejó ocho heridos, entre ellos un bebé de 14 meses.

Accidente en el kilómetro 68 de la N-VI, el pasado 14 de abril. - Foto: DS

Ahora la peor parte se la está llevando el tramo de la N-110 entre Madrona y Fuentemilanos. Allí, el pasado 14 de abril murió un hombre de 34 años tras salirse de la carretera, y el 21 de abril resultaron heridas una mujer de 74 años y dos hombres de 73 y 62 años tras un choque entre dos coches.

«En las curvas de Fuentemilanos, si no respetas la limitación de velocidad que hay, se te puede ir el coche con mucha facilidad», señala Sandra Segovia, usuaria habitual de esta vía. En ella hay un radar fijo de control de velocidad para disuadir a los conductores de exceder los límites de velocidad y, más recientemente, la Dirección General de Tráfico (DGT) ha instalado una señal vertical inteligente que, en el cruce con la carretera que une la N-110 con Abades y Otero de Herreros, avisa de que hay un vehículo listo para atravesar la vía. «Cuando detectamos que hay varios accidentes en un tramo, hacemos un estudio, lo remitimos al titular de la vía y se aumenta la frecuencia de controles, se valora si instalar un radar fijo... Depende del origen de los accidentes», remarca el jefe provincial de Tráfico.

El negro historial reciente de la N-110 no acaba ahí. El kilómetro 160, a la altura de la localidad de Ceguilla, protagonizó dos accidentes mortales en un intervalo de un año. En agosto de 2022, un matrimonio residente en Prádena chocó con su coche contra un camión que se acababa de detener en la carretera debido a una avería. Falleció la mujer, de 73 años, y el hombre, de 75, resultó herido grave con politraumatismos. Y en octubre de 2023, una mujer y sus tres hijos -residentes en Riaza- fallecieron después de que el coche en el que circulaban invadiera el carril contrario y chocara contra un camión.

El jefe provincial de Tráfico cree que la casualidad -aparte de las imprudencias de los conductores- están detrás de la acumulación de accidentes en una misma carretera en un corto periodo de tiempo. El Portachuelo podría ser uno de los casos. En este tramo a medio camino entre Los Ángeles de San Rafael y el peaje de San Rafael, el pasado 27 de enero murió un motorista de 47 años después de salirse de la carretera, y el pasado fin de semana volcó un coche con un balance de una mujer de 67 años herida y trasladada al hospital.

La SG-205, encargada de conectar la A-601 a la altura de Cuéllar con la A-1 en Cerezo de Abajo, se convirtió en el último trimestre de 2022 en el escenario de cuatro accidentes de tráfico con cinco muertos. Una circunstancia que provocó que la DGT ordenara aumentar los medios de vigilancia, control y ayuda a través de la priorización de servicios de tráfico de la Guardia Civil en esa zona -incluida la instalación de radares móviles- y una mayor presencia del helicóptero de la propia DGT, también con capacidad para realizar propuestas de sanción.

Los vecinos de El Espinar reclaman también vigilancia para el cruce de la N-VI en el que el pasado 14 de abril se produjo un choque entre dos coches (ver fotografía de esta página) con el resultado de dos heridos. Se trata del kilómetro 68, justo donde en marzo de 2019 una persona perdió la vida después de que chocaran un camión y una furgoneta. «Es una glorieta partida y todas las de este tipo son peligrosas. Si tiene mucha intensidad de circulación, es difícil encontrar encontrar una ventana en los dos sentidos y la gente se pone nerviosa y comete errores», lamenta Pastor.