El PSOE se atrinchera

Agencias
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Los socialistas convierten su cónclave en un auténtico fortín para arropar al Gobierno de los ataques de la derecha, los medios de comunicación hostiles, los bulos y el aparato judicial

El presidente del Ejecutivo, recibido con aplausos por sus fieles durante la segunda jornada de la asamblea en la capital andaluza - Foto: Joaquín Corchero (E.P.)

Convencido de que vive una etapa de acoso y derribo, el PSOE redobló ayer su apuesta por convertir el 41 Congreso Federal que se celebra en Sevilla en lo más parecido a un fortín desde el que arropar a su líder, Pedro Sánchez, aclamado y ovacionado hasta la sobreactuación cuando hizo acto de presencia en el Palacio de Exposiciones que acoge el gran cónclave de la formación.

Los socialistas insistieron en un argumento que han manejado repetidamente: presentarse como víctimas de los ataques orquestados por una derecha que no acepta su derrota política, una prensa que le es hostil y un aparato judicial belicoso con la Moncloa.

Así, el secretario de Organización Santos Cerdán denunció una estrategia de «cacería humana» y de mentiras contra el PSOE y el secretario general desde los medios de comunicación y también «en sede judicial».

En su intervención, en la que defendió el balance de gestión de la Comisión Ejecutiva Federal en los últimos años, el número tres del PSOE denunció una estrategia «de acoso y derribo» desde que Sánchez llegó al Gobierno en el año 2018 mediante una «industria de odio» que ha generado «fango, ruido y bilis sin parar con el objetivo de generar caos».

«Nunca antes hubo en democracia un ataque similar contra un presidente legítimo», sostuvo Cerdán para denunciar que Sánchez y su entorno personal han sido difamados desde los medios de comunicación y también por los jueces.

«Son las mismas mentiras de siempre pero propagadas rápidamente con altavoces en programas de televisión en prime time, en programas de radio, en digitales, en tertulias, en canales de Youtube, en redes sociales o en columnas de prensa de toda la vida, incluso en sede judicial. Sí, también en sede judicial», enfatizó.

La 'disidencia' de Page

El único que se apartó del guion fue el líder manchego, Emiliano García-Page, que se pronunció sobre las últimas críticas de la dirección al sistema judicial aconsejándoles evitar estas referencias porque, aunque cree que «es legítimo pensar eso hacia adentro», cree que en público «es preferible no ocupar ese papel de víctimas».

Otro de los grandes mantras de esta cita es poner el foco en el PP. En su turno, la vicepresidenta primera, María Jesús Montero, acusó al PP de «politizar la Justicia» para no hablar de la acción del Gobierno sino de «corrupción fundamentada en falsedades y en mentira», para intentar «alejar» a sus votantes de la «utilidad de lo público».

Montero hizo referencia a las últimas polémicas judiciales relacionadas con el Ejecutivo y el PSOE y apeló a «combatir el principal misil que tienen las democracias: los bulos, la desinformación y las denuncias falsas». Por ello, llamó a los militantes socialistas a continuar «fuertes y orgullosos» del legado y los valores del socialismo. «De lo que hacemos cada vez que estamos en el Gobierno, con el BOE, intentando impulsar derechos, igualdad y más democracia», presumió. 

La también ministra de Hacienda reivindicó el legado socialista tanto en el Gobierno como en la oposición, defendiendo que el PSOE «supo comprometerse con España allá donde los ciudadanos» los habían elegido. «Nosotros sí respetamos las reglas de juego democráticas, otros no lo respetan», añadió en alusión a los populares.

Financiación y voto a los 16

En el capítulo de iniciativas, el Congreso aprobó una propuesta para un nuevo sistema de financiación autonómica que mantiene la mención a la bilateralidad entre el Estado y las comunidades autónomas, pero acepta incluir que el nuevo sistema debe negociarse de forma «multilateral» en el Consejo de Política Fiscal y Financiera. Un plan orientado hacia un modelo federal, para salvar su pacto fiscal con ERC.

Además, se aprobó promover una reforma de la Ley Orgánica del Régimen Electoral General para reducir la edad de voto a los 16 años, una antigua reivindicación de las Juventudes Socialistas.