El trabajo del arquitecto Silvestre Manuel Pagola Bireben (Bilbao, 1892-Segovia,1943) forma parte del paisaje urbano de Segovia, al que ha dejado edificios emblemáticos como la que fuera Clínica Gila en la calle de San Francisco, la sede de la Fundación Nicomedes García y el que une las calles Serafín y Colón con la Plaza de la Rubia. Su estilo innovador en el primer tercio del siglo XX, basado en el racionalismo arquitectónico, le sitúa por derecho propio como uno de los arquitectos más importantes de su época, siendo Segovia la ciudad en la que pudo plasmar sus conocimientos en los campos de la arquitectura y el urbanismo.
En el año en el que se conmemora el centenario de su nombramiento como arquitecto municipal de Segovia - que recibió en 1923- la familia de Pagola quiere hacer valer su trabajo en favor de la ciudad y busca que el Ayuntamiento de Segovia le declare Hijo Adoptivo conforme a los merecimientos de su vasto legado arquitectónico y urbanístico que aún se conserva en una ciudad en la que no sólo construyó edificios y diseñó calles y plazas, sino en la que construyó su propia familia.
Paloma Prada Pagola, nieta del arquitecto, ha sido quien ha impulsado esta iniciativa que comienza a dar sus primeros pasos en forma de ruego en el próximo pleno del Ayuntamiento de Segovia, que ha sido registrado ya en sede municipal para poder ser incluído en el turno de intervenciones ciudadanas.
El ruego irá apoyado por una campaña apoyada por una comisión ciudadana integrada por «arquitectos, escritores, profesionales del urbanismo y amantes del patrimonio urbano» - tal y como reza el texto del ruego- y tratará de recabar el apoyo de los grupos políticos municipales no sólo para esta declaración, sino para que el nombre de Pagola pueda verse en algún espacio público (calle, plaza, jardín) en el que pueda también figurar un busto para honrar su memoria.
De profesión periodista, Prada Pagola es hija de Manuela, uno de los cuatro hijos de Pagola, y se ha erigido como portavoz de esta iniciativa, que cuenta con el apoyo de toda la familia y con el que esperan que Segovia pueda saldar esta deuda de gratitud con el arquitecto que cambió la fisonomía de la ciudad.
Ella reconoce que no conocía la importancia del legado de su abuelo, y las noticias sobre las polémicas suscitadas por los edificios de Villa Estrella y el de Santa Eulalia que generaron la iniciativa SOSPagola, le hicieron volver su mirada hacia un legado arquitectónico que creía conservado y valorado. Así, empezó a investigar sobre este asunto y "se me pusieron los pelos de punta, porque pensaba que tenía el reconocimiento de la ciudad, y al descubrir la realidad, algo se me removió".
La presentación del ruego es el primer paso de lo que será un largo proceso en el que habrá que convencer a los grupos políticos municipales sobre la necesidad de esta iniciativa. «Queremos que se haga de forma amable, alejada de partidismos y con el deseo de proteger su legado, porque vivió por y para Segovia».
Tras el registro, Paloma Prada confía en que el ruego se convierta en una moción institucional que cuente con el apoyo unánime de toda la corporación municipal, que supondría «algo muy importante para la familia, y sobre todo para mi tío Juan Manuel, el único hijo que queda de la familia, que cumplirá 90 años en Marzo y que está emocionadísimo con esta posibilidad».