La Gimnástica Segoviana está a dos partidos de ascender por primera vez en su historia a la Primera RFEF. El triunfo logrado este domingo ante el Llerenense mantiene a los azulgrana en el liderato con un punto de ventaja respecto al Numancia y tres respecto al San Sebastián de los Reyes. Un solitario gol de Sergi Molina en la primera parte resolvió un duelo que congregó a más de 2.700 aficionados en el campo municipal de La Albuera.
La puesta en escena de la Segoviana estuvo a la altura de las circunstancias. Intensa y afilada, acarició el gol desde los primeros minutos. Dani Plomer y Javi Borrego desequilibraban por las bandas, y Fernando Llorente y Hugo Díaz, por dentro. Este tuvo las dos primeras oportunidades antes de que Sergi Molina hiciera diana al filo de la media hora.
Sin embargo, el gol dejó sin ardor a la Segoviana, demasiado especulativa a partir de ese momento, casi únicamente preocupada de defender el resultado. El equipo de Ramsés jugó con fuego frente a un rival inmerso en la lucha por evitar el descenso que no parecía tener demasiados argumentos para remontar el partido.
La trascendencia de los tres puntos pesó a la Segoviana, sin pasillos durante una hora hacia la portería del Llerenense. Este, en cambio, amenazó a Carmona y reclamó con razón un penalti. El pitido final permitió respirar de alivio a los azulgrana, preocupados además por el estado de Abel Pascual.
El central sufrió un traumatismo craneoencefálico tras recibir un rodillazo en la cabeza durante el encuentro. Fue trasladado al Hospital Recoletas, donde los médicos confirmaron que no tiene lesiones de gravedad, aunque tendrá que guardar reposo durante los próximos días.