Jesús de la Fuente (Segovia, 22 de mayo de 1962) acaba de comenzar su cuarto mandato como decano del Colegio de Procuradores de Segovia en un momento repleto de desafíos en el ámbito de la justicia.

¿Cree que el mandato que empieza puede ser el más difícil?

Sí, posiblemente este sea el más complicado por todo lo que ha supuesto para la justicia segoviana el cambio de edificio y el cambio del modelo de gestión judicial a la nueva oficina judicial. Este supone una nueva interpretación de la tramitación procesal de los asuntos  y, evidentemente, va a dar lugar a que haya complicaciones en el actuar de los procuradores y de los funcionarios, en la cooperación. Además, arrastramos las huelgas y el retraso que se ha ido acumulando durante estet iempo y el que surja con la nueva oficina judicial y la distribución de los procedimientos.

¿Es optimista respecto a si van a salir airosos de este desafío?

Hombre, yo siempre soy optimista. Creo que los cambios que intenta la Justicia son para mejorar y para dar agilidad. Otra cosa es que se consiga. Hay que dar un tiempo, aunque no sé cuánto. La adaptación cuesta, los funcionarios se tienen que adaptar, todos nos tenemos que adaptar... Y luego depende de la política del Gobierno y de si llegan las ayudas y se desarrollan las leyes que tienen que dar soporte a la modificación. A lo mejor hay que esperar un año, pero soy optimista.

¿Cuáles son las principales carencias que observa?

La dotación de medios. Yo creo que hoy por hoy hay muchas gestiones que se podrían hacer más rápidamente si la justicia en Segovia y en general en toda España estuviera dotada de más medios personales y materiales. Se acaba de publicar una modificación de la Ley de Enjuiciamiento Civil que hace referencia a las actuaciones telemáticas por videoconferencia. Todo eso necesita un desarrollo material y personal. En Segovia se nota un poco más porque desde hace tiempo no tenemos los medios materiales y tecnológicos para que las cosas funcionen bien. Eso también supone retrasos en los procedimientos. El problema es que nunca hay dinero para la Justicia. Ahora con el nuevo real decreto parece que sí pero a ver si se cumple. En el nuevo edificio todo es aparentemente espacio, dotación, pero a ver si funciona.

¿Temen un 2024 como el 2023, con mñas huelgas de funcionarios?

Yo espero que las reivindicaciones   de los funcionarios sean atendidas sin necesidad de huelgas ni otras presiones. La huelga de los LAJ se alargó en el tiempo para que al final el Gobierno aceptara las reivindicaciones. Espero que no haya esos problemas. El único problema que veo es la nueva organización. Tampoco los funcionarios están para perder el tiempo y su dinero por unas reivindicaciones que ya les han dicho que no van a atender.

Algunos abogados y procuradores del turno de oficio también se han puesto en huelga.

Nosotros no podemos hacer huelga pero pedimos que se nos pague la justicia gratuita con unas retribuciones adecuadas. Ahora estamos cobrando 22 euros en los asuntos penales y 30 en los civiles, y el Gobierno plantea una subida de un cinco por ciento, que es subir un euro. Pero nosotros no podemos hacer huelga porque sería contra nuestros clientes. Yo no puedo dejar de presentar un recurso de apelación en plazo porque el juzgado me va a decir que no es su problema. Lo que hay que hacer es negociar; la huelga no es una solución para la mala retribución de la justicia gratuita.

¿El colectivo de procuradores se siente valorado?

Creo que sí, el problema es conocernos. A veces la labor del procurador es silenciosa, callada, no se ve, pero si el abogado es capaz de explicar al cliente la labor realizada es cuando se nos valora. Cuando tienes un procurador que lo hace bien se nota la diferencia. La labor del procurador permite que en el tiempo previsto en un asunto se haga todo, se haga todo bien, se celebre el juicio... Un buen procurador es absolutamente necesario en un procedimiento.

Su colectivo también pide poder disfrutar de una jubilación digna.

No tanto una jubilación digna como una retribución digna cuando lleguemos a la jubilación. Somos profesionales que hemos cotizado como cualquier otra persona, lo que se nos ha pedido, y ahora nos encontramos con pensiones de 300 o 400 euros después de haber estado cotizando durante 35 o 40 años. A lo mejor no hemos pagado lo que otras personas, pero tampoco lo han hecho pensionistas a los que les han subido la pensión ahora a más de 1.000 euros. Reivindicamos lo mismo, poder percibir una cantidad acorde a los tiempos. Hay procuradores que han estado cotizando a la mutualidad a los que la pensión que les queda es menor que las pensiones no cotributivas.