Desde que cerró el bar-restaurante que albergó en los años 90, la Casa de los Campo ha ido cayendo progresivamente en el olvido. Ni siquiera muchos vecinos del casco histórico reparan a día de hoy en la importancia de este edificio situado en el número ocho de la plaza de la Trinidad y solo el desprendimiento de parte de su fachada el pasado 31 de mayo lo ha vuelto a traer a la actualidad.

Ese día los Bomberos de Segovia tuvieron que actuar para asegurar ese revoco, destacado por estar realizado con el arte del esgrafiado. Aunque la caída de elementos no fue significativa y en ningún momento corrió peligro la integridad física de ningún viandante, los efectivos del Servicio de Prevención y Extinción de Incendios desplazados tuvieron que acudir con un camión y destinaron algo más de una hora a garantizar la seguridad. Contaron con la colaboración de la Policía Local, que se encargó de regular el tráfico y tomó fotografías del inmueble desde el exterior.

Al cierre de esta edición, el Ayuntamiento no había informado a El Día de Segovia de si ha realizado algún requerimiento a la propiedad de la Casa de los Campo para que lleve a cabo mejoras. De ser así quizás las acometan unos nuevos propietarios. El edificio se encuentra a la venta en el portal digital inmobiliario por 1.395.000 euros. El anuncio explica que se encuentra en pleno casco antiguo de Segovia y que cuenta con 971 metros cuadrados construidos. «Es una casa-palacio que data del siglo XVI con fachada decorada con el esgrafiado típico segoviano con un gran portón de entrada con galería de acceso a un  patio castellano de 42 metros cuadrados que hace de distribuidor al edificio y la bodega. En la primera planta, en la que nos encontramos cuatro viviendas, están las habitaciones con balcones a la calle principal y dos grandes salones con valiosos artesonados de madera de estilo mudéjar. También cuenta con una balaustrada gótica igual a las existentes en la Catedral de Segovia. Bajando por la misma a la planta baja nos encontramos varios salones que dan acceso al patio posterior de 216 metros cuadrados. Una parte del edificio fue bar-restaurante con sus instalaciones (cocina, zona de barra, aseos y comedores)», añade, al tiempo que reconoce que necesita reformas aunque la estructura está en buen estado.

Uno de los patios del inmueble, en una imagen del anuncio en Idealista.

En la actualidad se encuentra deshabitado. «El último dueño que he conocido yo era un carpintero que también tenía una tienda de antigüedades. Fue el que montó el bar-restaurante pero creo que no le fue muy bien. Recuerdo que se quejaba de que tenía menos ayudas para su mantenimiento que otros que estaban en las mismas condiciones o incluso mejores», señala el presidente de la asociación Amigos del Patrimonio, Pedro Montarelo, triste por el estado de deterioro del inmueble: «Debería de haber sido objeto de un cuidado tanto por parte del propietario como por parte del Ayuntamiento, que debería de haber hecho un seguimiento. No creo que esto que ha sucedido hace unos días haya ocurrido de forma inesperada. Patrimonio debe mantener una atención permanente a los edificios con valor histórico aunque sean de propiedad privada. Si el propietario no cumple con su obligación, el Ayuntamiento debe cuidarse de hacerlo».

El catálogo arquitectónico del Plan Especial de las Áreas Históricas (Peahis) de Segovia tiene una ficha dedicada a la Casa de los Campo publicada en noviembre de 2019. En ella los servicios municipales ya dejaban claro que la fachada estaba deteriorada y admitían que el estado de conservación de la cubierta se desconocía. Respecto al interior se limitaban a indicar que estaba deshabitado. Esa ficha del Peahis contiene una descripción bastante detallada del edificio a nivel histórico y arquitectónico. Su construcción la data entre los siglos XIII y XV y remarca que fur objeto de una reforma en el siglo XVII y de una restauración en el siglo XX.

Tras ponerse en contacto con El Día de Segovia, la propiedad del inmueble ha querido aclarar que el verano pasado llevó a cabo trabajos de mejora en el tejado y que el edificio no se encuentra deshabitado.