El balón volvió a rodar en la explanada del Castillo de Cuéllar como ya lo hizo en el pasado, al servir como espacio de entrenamiento de los equipos del Cuéllar Santa Teresa ante la imposibilidad de utilizar el campo de Santa Clara. Hasta el frío acompañó en una estampa muy turística junto a la fortaleza, donde los equipos de base y representantes del sénior masculino y femenino realizaron un calentamiento, para después hacer algunos ejercicios de movilidad de balón y acabar jugando algún partido en espacio reducido, con porterías.
El Cuéllar ha escuchado la solicitud de las familias, que no entienden la suspensión de los entrenamientos cada vez que las condiciones climatológicas son o han sido adversas, o como en esta última ocasión, tras una Navidad sin pisar el campo, una jornada de lluvia previa obligó a suspender los entrenamientos de dos días en los que no se prevé una gota.
La demanda del club, arropado por sus 138 jugadores y sus familiares y también seguidores, es solicitar al Ayuntamiento de Cuéllar, que ha escuchado en otras ocasiones las solicitudes de obras menores del club, que se trabaje en la realización de un campo de fútbol artificial anexo. Una instalación que tienen pueblos de la zona de menor capacidad económica y número de habitantes que la villa cuellarana.
"La proyección de usuarios de la instalación se ha multiplicado por mucho en los últimos dos años y todo invita a pensar que esa cifra seguirá creciendo, pero la falta de instalación complica ese crecimiento", señala el club. Durante la temporada la saturación de las instalaciones ha provocado que el club haya buscado alternativas en el pabellón del Instituto, cedido por la Dirección del centro, el pabellón de Sanchonuño, gracias a la colaboración de su Ayuntamiento, y jugar fuera de Cuéllar amistosos para evitar la sobrecarga del césped.