La entrada de Caja Segovia en el Grupo Bankia, liderado desde Caja Madrid y Bancaja, junto a otras cajas más pequeñas, supuso una pérdida innegable para la sociedad segoviana. Muchas asociaciones y colectivos de todo tipo quedaron huérfanos de financiación y muchos proyectos culturales y sociales se vieron seriamente amenazados y todos ellos han sufrido merma en su actividad en los últimos años.
«Fue una verdadera desgracia», asegura el propio Javier Reguera, presidente de la Fundación Torreón de Lozoya (hasta 2021 Fundación Caja Segovia), heredera del patrimonio de la Obra Social y Cultural de la caja de ahorros de la provincia, sobre «el fin de la Caja como consecuencia de la crisis financiera» de 2008/9.
Así y todo, la actividad que generaba la caja de ahorros ha dejado un legado aunque poco a poco se va difuminando su huella. De hecho, hasta la fundación ha cambiado de nombre. Su director, Rafael Ruiz, explica que se debe en parte a evitar confusiones, puesto que no se trata de una fundación bancaria, como lo son, por ejemplo, la Fundación la Caixa, principal accionista de CaixaBank, o Fundación Caja Rural de Segovia.
«Creo que todo el mundo lo entendió», asegura Ruiz, quien añade que «no por ello renunciamos a que la Sala de la bajada del Carmen se siga llamando Caja Segovia y el Museo del Torreón de Lozoya lleva, digamos sus apellidos, 'Museo de la Fundación Caja Segovia'».
Portada de la web actual www.cajasegovia.es - Foto: DSLa sensación de pérdida alcanza a lo identitario para muchos segovianos, sobre todo los que tienen más de 35 ó 40 años, que todavía recuerdan las hazañas, hasta internacionales, del equipo de fútbol sala, el Caja Segovia, que llevó el nombre de la ciudad por toda España y parte del mundo. Están también quienes estudiaron en el Colegio Universitario Domingo de Soto, que pronto recuperará la actividad académica, ahora de la mano de IE University, y los millares de personas que participaron, de una manera u otra, en las actividades programadas en su amplia red de centros sociales repartidos por toda la provincia, hasta 131 instalaciones cuando se desencadenó la crisis financiera, en el año 2009, aunque en algunos casos en colaboración con ayuntamientos y asociaciones.
Su Obra Social organizaba todos los años eventos multitudinarios como el recordado Día de Campo y Paz, que concentraba hasta 6.000 jubilados en distintos parajes de la provincia.
La Caja era hasta su desaparición la entidad que canalizaba mayoritariamente los flujos de cobros y pagos en la práctica totalidad de los sectores de la economía segoviana, así como las nóminas y pensiones, recibos, cheques, impuestos, seguros sociales y subvenciones. Su beneficio neto anual oscilaba entre 36 y 50 millones de euros durante sus últimos años, lo que obligaba, por ley, a dedicar de 8 a 10 millones a Obra Social y Cultural, cuyo presupuesto alcanzó los 11 millones en 2008.
Otros datos que indican que dominaba el mercado del ahorro en Segovia son las 125.116 tarjetas de crédito distribuidas entre sus clientes, una red de 117 oficinas (82 en la provincia), 27 en Madrid, 6 en Valladolid, una en Málaga y otra en Illescas (Toledo); 132 cajeros automáticos que sumaban al año casi dos millones de reintegros en efectivo por un importe total de 200 millones y 41.739 clientes en su incipiente banca online (SegoVÍA).
CaixaBank mantiene actualmente una treintena de oficinas abiertas en la provincia, algunas no todos los laborables, además de la principal, una para pymes y otras cuatro en distintas zonas de la capital (José Zorrilla, Vía Roma, Nueva Segovia y La Albuera).
Una inmobiliaria ligada a CaixaBank tiene actualmente en venta o alquiler dos de las antiguas oficinas de Caja Segovia en la ciudad, la de la avenida Constitución, cuyo precio de venta es de 363.600 euros, mientras el alquiler mensual asciende a 2.500 euros, y la del paseo de Ezequiel González, frente a la iglesia de Santo Tomás, por 348.000 y 2.315 euros, respectivamente.
Empleados. Caja Segovia figuraba también en los primeros puestos de las empresas de la provincia por número de empleados, 549 en 2010, otro legado importante para una provincia de poca población. No en vano, su asociación de jubilados, que llegó a tener representación en sus órganos de gobierno, dio el relevo a la actual Asociación Antiguos Empleados Caja Segovia que, con alrededor de 200 socios, mantiene una actividad diversa con organización de viajes y actividades culturales y de ocio. Este mismo mes de mayo ha celebrado su asamblea anual.
El Grupo de Empresa de Caja Segovia organizó durante muchos años multitud de actividades para los empleados de la entidad. Todavía se conserva el cartel de su club social en la parte trasera del Palacio de Villafañe, con acceso desde la calle el Idrisi. En la actualidad mantiene actividad con aproximadamente tres centenares de socios, ex empleados (muchos de ellos están en las dos asociaciones), y se benefician de ofertas para grupos de productos como aceite, vino, conservas... Además celebran eventos anuales, cenas o comidas y, por supuesto, juegan un número del sorteo de la Lotería de Navidad.
Del merchandising al mobiliario urbano. Pocas casas segovianas se libraron del merchandising de Caja Segovia: bolígrafos, llaveros, barajas de cartas, ceniceros, calendarios, carteras ... Hay quien todavía guarda un pin con el logo del equipo de fútbol sala o la última cartilla o tarjeta de crédito, ilustradas con el Acueducto, que inspiró su marca.
Además, todavía resiste mobiliario urbano con ese logo por toda la provincia, sobre todo bancos y papeleras, de Sacramenia a barrios de Segovia como San Lorenzo (Vía Roma), Madrona o La Albuera. En este último está la plaza de la Caja de Ahorros, a escasos metros de una oficina de CaixaBank que lo fue de la Caja y precisamente en una zona donde Caja Segovia construyó cuatro bloques con un total de 200 viviendas, junto a la avenida Marqués de Lozoya.
En otra avenida, la de la Constitución, dos edificios tienen un cartel que recuerda que fueron construidos por la entidad pero no fueron los únicos.
En Valtiendas todavía está en uso un tobogán con el logo de Caja Segovia y, como en otros lugares, quedan restos de columpios que se instalaron gracias a la entidad.
Su web, en manos catalanas. La web www.cajasegovia.es era su carta de presentación en internet, con información corporativa pero también enlaces a los portales del grupo como la Obra Social y Cultural y proyectos sociales como el de Nuevos Segovianos. Tras la desaparición de la entidad por su integración en Bankia, el titular del dominio web es, desde febrero de 2014, Xavier Viguer Ribó, un profesional de Barcelona especializado en posicionamiento web o SEO y en publicidad en internet, quien tiene la propiedad al menos hasta febrero de 2025.
La web de la Caja se ha convertido así en el blog 'Segovia en una caja', que promete información de economía, actualidad y negocios y se distribuye en cuatro secciones: Salud, Negocios, Tecnología y Vivienda, con entradas sobre cuestiones como 'Conoce cómo vivir en una vivienda a cambio de cuidarla', 'Comprender la tecnología Blockchain en los modelos de negocio' o ¿Qué es el HHC y qué efectos tiene? ¿Es legal en España?.
Viguer figura como administrador en dos sociedades, único en la más antigua, inscrita en el Registro Mercantil en 2015 como Iporno Solutions SL.
En la otra, Evelyns Dreams SL., es administrador solidario desde 2018.