Sergio Perela

Gabinete del Dr. Freeman

Sergio Perela


El problema del talento

17/12/2024

El problema del talento no es tanto si se tiene o si no se tiene, que por simples cuestiones genéticas todos tenemos sea en la medida que sea; sino que se potencie o no. A la sociedad y, sobre todo, a la empresa segoviana llevamos tiempo escuchándola hablar del talento y su retención como uno de los debes de esta ciudad y en eso están de acuerdo especialistas de múltiples disciplinas que se han juntado en estos días en el IX Congreso Internacional 'Ciudades Creativas'. Ahí fue donde, escuchando a todo un especialista como es José Antonio Ondiviela, se encendió esta bombilla alumbrada con el talento justo como para sobrevivir como periodista durante casi ya 30 años. Decía él, preguntado por cómo podía ser creativa una ciudad histórica como Segovia, que sólo podía serlo potenciando el talento y reteniéndolo. El humano, claro. Que únicamente con esa fórmula, iban a surgir oportunidades económicas y una necesaria productividad. Entonces, si empresas y especialistas están de acuerdo en cuál es la receta, ¿qué está ocurriendo exactamente?

Porque todos escuchamos de forma constante que falta personal cualificado para tal menester o tal otra profesión; que a las empresas les cuesta cubrir todas sus vacantes e, incluso, lograr la segunda parte, la de la retención. Ha sido en estos días cuando el presidente de la FES, Andrés Ortega, comentaba en La 8 la posibilidad que se abría en estas fechas navideñas de conquistar al talento que se ha ido fuera para que volviera, aprovechando ese regreso a casa para las celebraciones. ¿Y cómo se puede lograr eso? A mi modesto talento únicamente se le ocurren tres cosas: salario; el cursimente denominado 'salario emocional' y proyecto. Al menos así lo ve un trabajador que, a lo largo de su vida activa, ha sido un poco de todo y ha vivido vacas flacas y épocas de no tener trabajo y en las que el teléfono no sonaba ni para traerte paquetes a casa.

Vamos a empezar por lo último, el proyecto. Hay proyectos empresariales en Segovia que son más que prometedores. Al margen de empresas ya de sobra conocidas, como las de producción de pañales o determinados y boyantes negocios hosteleros, rascando uno se encuentra con ideas empresariales de mucho mérito y originalidad. Ahí está, por ejemplo, la empresa nacida del germen Globales y que está funcionando con una idea muy novedosa como es PGPlanning. O la nueva idea de Dibaq de lanzar turrones para perros que ya ni siquiera se pueden comprar porque han arrasado en el mercado. Por no hablar de otras muchas empresas que, seguramente por no tener en cuenta las campañas de comunicación, no se conocen tanto y están trabajando con centenares de empleados. En fin, que proyectos, hay. Con lo que el problema no debe venir por aquí.

Vayamos al tema del 'salario emocional'. Se trata, básicamente, del conjunto de condiciones no económicas que hacen que el empleado se sienta cómodo en la empresa, bien tratado e, incluso, más implicado porque mejoran su calidad de vida. Detalles como los famosos tickets de comida son muy conocidos. Pero claro que hay otros muy obvios como oficinas bien acondicionadas, en las que no se pase frío ni calor; con zonas comunes que puedan quizá tener algo de fruta o una pequeña máquina de café (o un microondas y una mesa para optimizar los tiempos a la hora de comer) ¿Falta de esto en Segovia? Pues sí, sin duda. Muchas empresas consideran que todo esto son fruslerías. Aunque hay otra cuestión que, en Castilla y León por lo menos, es mucho más frustrante para el trabajador: la negativa mayoritaria de las empresas a las jornadas continuas. Trabaja uno de nueve a dos y de cuatro a siete. ¿Cuánto tiempo hay para la familia? ¿Cuándo se ve a los hijos? ¿O para pasear, hacer ejercicio? O simplemente para desconectar, porque en esas dos horas de mediodía se pierde más tiempo que se gana.

Y llegamos al tema económico, aunque creo que para muchos de vosotros, lectores, no merece ni siquiera mención. Porque de nuevo Castilla y León está muy por debajo en salario medio de los estándares que se manejan en otras regiones de este mismo país que no parecer ser el mismo todos los días ni en todas las latitudes.  El caso es que, sólo durante este año, he escuchado en público y en privado varias veces el famoso argumento de: "la gente no trabaja porque no lo necesita". Ya sabéis, el de las "paguitas". ¿Sabéis de quién venía generalmente? De empresarios, algunos de ellos de familia de empresarios, que ya si eso otro día hablamos por aquí del "emprendimiento". Uno mira al suelo y, con mil posibilidades de respuesta, termina sólo con una: las empresas (en Segovia, sí) que ofrecen, nunca tienen falta de recursos humanos. Será que están dirigidas por personas con talento.