Los concursos de acreedores vuelven a duplicarse en Castilla y León en un año, tal y como se puso de manifiesto hoy en Burgos, donde una treintena de magistrados de juzgados de lo Mercantil de toda España analizaron los efectos y carencias de la nueva Ley Concursal tras dos años de aplicación. Desde su entrada en vigor en septiembre de 2022, los concursos de acreedores se han disparado un 231 por ciento en Castilla y León- dos ejercicios consecutivos impulsados por el auge de los de persona física, que siguen ganando terreno y representan ya casi nueve de cada diez. Sin embargo, los concursos de empresas, estabilizados el año pasado, vuelven a aumentar.
El III Congreso de Derecho Concursal Ciudad de Burgos, organizado por la empresa burgalesa especializada en liquidaciones concursales Trademat, dio a conocer hoy los datos en la Comunidad, y explicó que en Castilla y León, los concursos de acreedores han aumentado en general un 96,5 por ciento en los tres primeros trimestres de 2024, en comparación con el mismo periodo del año anterior, hasta un total de 849 solicitudes, según los datos publicados hace una semana por el Colegio de Registradores. A falta de tres meses para conocerse la estadística a cierre de año, la cifra ya supera la de todo 2023.
"Estamos en un calentamiento previo a una crisis, algo cíclico en la economía. Ya se empieza a notar no solo en el número de concursos sino también en la magnitud, porque ahora encontramos empresas más grandes", señala el director y cofundador de Subastas Trademat, Luis María Arnaiz. Los expertos advierten de que los mecanismos que la ley prevé para reducir deudas favorecen más el consumo que la inversión: "La legislación está hecha al servicio del consumidor, es más fácil exonerar un crédito al consumo que una deuda con la Seguridad Social, pero es el empresario el que mueve la economía y genera empleo".
El impulso viene dado en gran medida por los concursos de persona física, que en el último año se han disparado un 113 por ciento, hasta un total de 719 en la Comunidad. La subida está propiciada por las facilidades de la nueva Ley Concursal, que agiliza este procedimiento para eliminar las deudas de particulares en tan solo cuatro meses, excepto para aquellas contraídas con Hacienda, que como máximo se reducen en 10.000 euros. La mayor parte son deudas con los bancos o créditos al consumo, pero Arnaiz matiza que en algunos casos también hay un origen empresarial: "El que tiene una empresa la crea con su esfuerzo, con su patrimonio, y muchas veces esos empresarios presentan deudas personales que después derivan en concursos de persona física".
Aunque el incremento de los concursos de empresa no es tan elevado, la tendencia vuelve a ser al alza tras frenarse el año pasado. En concreto, las 130 compañías que se han declarado en concurso de acreedores en los nueve primeros meses en la Comunidad, suponen un 36,8 por ciento más que las que lo hicieron en el mismo periodo de 2023. "La reestructuración significa adelgazar financieramente a una empresa para que sea rentable. Quizá haga falta reducir empleados o líneas de producción, pero es una manera de no cerrar y pasar a cero, sino de mantener parte de la actividad y de los trabajadores", explica Arnaiz.
En línea con la tendencia general
Castilla y León no es un caso singular. El comportamiento que se observa en la Comunidad se sitúa muy en línea con la del resto del país: en el conjunto de España, los concursos de acreedores crecieron en general un 86,3 por ciento en los tres primeros trimestres de 2024, hasta un total de 27.730 solicitudes. Los concursos de particulares crecieron un 101 por ciento y los de empresa, un 31,2 por ciento
En el caso concreto de Burgos, la tendencia también es al alza, aunque las cifras se suavizan: en general, los concursos crecieron un 29,8 por ciento (con un total de 61 solicitudes entre enero y septiembre de 2024) y los de empresa se elevaron un 7,1 por ciento (15 concursos). De las provincias de Castilla y León, solo Ávila registró una bajada de los concursos de acreedores, mientras que Zamora y León, las que presentan más incidencia, anotaron subidas por encima del 200 por ciento.
El peso de la hostelería
Entre las empresas, el sector más afectado sigue siendo el comercio, que representa un 26 por ciento de las compañías que pasan por este proceso en España, mientras que la construcción y la industria manufacturera son los siguientes sectores que destacan. La hostelería, que en el conjunto del país empieza a perder peso entre las empresas concursadas y ya se encuentra en cuarto lugar, en el caso de Castilla y León se sitúa, sin embargo, a la cabeza, con las mismas cifras que el comercio.
Entre los 26 juristas de toda España que intervienen en el congreso, que se celebra en el Teatro Principal de la capital burgalesa, se encuentran tres de Castilla y León: los magistrados Pablo Arraiza Jiménez, del juzgado de Primera Instancia número 8 de León; Alba María Pérez-Bustos Manzaneque (Mercantil número 2 de Valladolid) y Paloma Martín Gallego (Mercantil número 1 de Palencia).
El aumento de concursos de acreedores en los últimos años ha repercutido en un "incremento del trabajo de las compañías especializadas en subastas online", que han acercado los activos en liquidación a nuevos compradores, un proceso que permite darles salida "de una manera más rápida y con mayor rentabilidad", según explica Arnaiz. Los activos que mejor acogida tienen son los inmobiliarios y los vehículos de todo tipo.