El cierre de Único deja numerosos tratamientos sin completar

Nacho Sáez
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La quiebra de la cadena de depilación y medicina estética arrastra a su clínica del Centro Comercial Luz de Castilla.

El cierre de Único deja en la calle a nueve trabajadores - Foto: Rosa Blanco

Fue un regalo que le hicieron pero entre que se quedó embarazada, que el centro tenía bastante demanda y que por sus turnos de trabajo no le resultaba fácil cuadrar sus turnos, se ha quedado con siete sesiones de depilación láser sin gastar. Ángela Martín es una de las miles de damnificadas por el repentino cierre de la cadena de estética Único.

Tres carteles pegados en la cristalera de su centro en Segovia, en el Centro Comercial Luz de Castilla, informa de que está cerrado «temporalmente«. «Disculpen las molestias», añade. No tiene pinta, sin embargo, de que vaya a reabrir. La Gavia Asesores SLU, La Gavia Asesores Médico SLU y La Gavia Tenerife SLU, las tres empresas propietarias del 78 por ciento de los centros Único (el 22 por ciento restante eran franquiciados), han iniciado el procedimiento de declaración de concurso de acreedores, un proceso al que están obligadas todas las compañías que se encuentran en quiebra. «Esta decisión se ha tomado en estricto cumplimiento de las previsiones legales que resultan de aplicación. Con el objetivo de minimizar los potenciales trastornos que esto pudiera generar a los clientes, se tratará de proceder a una liquidación de la venta de la unidad productiva que permita la continuidad de la actividad. Proceso este que, en su caso, se llevará a cabo en el seno del procedimiento concursal y bajo la intervención de la administración concursal que sea designada por el Juzgado de lo Mercantil«, ha remarcado la compañía en un comunicado publicado en su página web.

«Nos han hecho un ERE y nos han dejado sin trabajo«, cuenta una empleada que prefiere no revelar su identidad. Único, que ha llegado a estar en dos locales diferentes en el Centro Comercial Luz de Castilla, tenía nueve trabajadores que ahora se han quedado en la calle. «Ya solo nos queda esperar que nos pague el Fogasa lo que nos han dejado a deber«, añade la empleada mencionada, resignada a quedarse en el paro.

El centro Único de Segovia abrió sus puertas en Segovia en 2012 y ofrecía tratamientos de medicina estética, aunque sus servicios de depilación láser eran el reclamo estrella. «Han cerrado de un día para otro sin avisar. De últimas me bajé una aplicación que había, pero he ido a consultarla y han eliminado los bonos que me quedaban. También he llamado a los números que he encontrado pero nadie ha cogido el teléfono. Además me consta que había un centro con el mismo nombre en Valladolid y ya lo han cambiado«, relata Ángela Martín, que cifra en 1.200 euros el perjuicio económico que ha sufrido y que, además estos días, como trabaja en un comercio cercano, está sufriendo el enfado de los clientes que se han quedado con tratamientos a medias: «Me piden a mí explicaciones que no puedo dar«.

Si no fuera por los carteles que indican que está cerrado sin fecha definida de reapertura, cualquiera pensaría que sigue en funcionamiento. Si uno se aproxima a la cristalera se puede apreciar que todo sigue igual. Los sofás, la decoración e incluso archivadores que previsiblemente contendrán los datos de citas y de contratos de los clientes. Sin embargo, la organización de consumidores Facua aconseja a los afectados por el cierre de alguna de estas clínicas que soliciten su historial donde aparecen todos sus datos personales. Al tiempo pide a los usuarios que conserven toda la documentación relativa a los pagos y el contrato con el fin de poder reclamar el crédito de la parte del tratamiento no realizado. En caso de que los tratamientos se hayan financiado a través de una entidad vinculada al contrato de servicios estéticos, los usuarios también deben presentar una reclamación a la entidad financiera con la que hayan suscrito el préstamo, informándoles del cese de actividad del centro y exigiéndole, por ello, la paralización del cobro de los recibos.

Además, si algún afectado considera que pudiese haber sido víctima de estafa por parte de la empresa con la que ha contratado, puede presentar una denuncia ante las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Por último, Facua recomienda a todos los afectados por este concurso de acreedores que realicen un seguimiento de su evolución para que, si el juzgado designa administrador concursal, puedan comunicar a este su crédito (las cantidades pagadas y no disfrutadas en tratamientos) dentro de los plazos que legalmente se establezcan.