España tiene una de las menores tasas de cáncer de la Unión Europea, pero altos índices de tabaquismo y de consumo de alcohol, mala calidad del aire y desigualdades educativas en hábitos saludables como principales desafíos para combatir esa enfermedad. Así lo apuntaba ayer un análisis difundido por la Comisión Europea. Estas son las principales conclusiones del informe para España elaborado entre el Ejecutivo comunitario y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con motivo de la celebración hoy del Día Mundial contra el cáncer.

En general, «las tasas de supervivencia a esta enfermedad están aumentando en toda la UE», con una disminución de la mortalidad del 12 por ciento en 10 años, pero al mismo tiempo la prevalencia de los tumores ha aumentado un 24 por ciento, lo que «exige más esfuerzos para desarrollar programas de rehabilitación y mejora de la calidad de vida», indicó la Comisión.

«El número de personas que viven con cáncer en la zona comunitaria está incrementándose por el envejecimiento de la población y las bajas tasas de mortalidad por cáncer», precisó el Ejecutivo.

En general, más de la mitad de los cánceres en la UE son de tipo colorrectal, de pulmón, de próstata y de mama, con especial incidencia de este último, que es «responsable de casi uno de cada tres nuevos casos entre las mujeres de la zona analizada.

En el caso de España, Bruselas destaca que los índices son alentadores, pero señala que el consumo de tabaco y alcohol está ligeramente por encima de la media, con un 30 por ciento de varones fumadores entre los 15 y los 65 años y del 20 por ciento entre las mujeres en esa franja de edad.

En cuanto al consumo del alcohol entre mayores de 15 años, ha pasado en la última década de nueve a 12 litros por persona y año, lo que supone un valor «bastante superior a la de la media de la UE, de 10 litros por persona».

En líneas generales, la Comisión recomienda fortalecer la prevención, reducir las desigualdades regionales y mejorar la implementación de programas de detección precoz. Bruselas también sugiere a España que desarrolle campañas de concienciación y facilite el acceso a programas de cribado, especialmente para el cáncer colorrectal y de cuello uterino, y que aporte más apoyo psicosocial en los protocolos de atención oncológica.

El Ejecutivo europeo recomienda además que se refuercen las políticas contra la contaminación atmosférica y los riesgos laborales, y coordinar las estrategias de salud con las de medioambiente.

«De cara al futuro es fundamental que mantengamos esta enfermedad como una prioridad en la agenda política», declaró la vicepresidenta de la Comisión para la Transición Limpia, Teresa Ribera.