Carlos Costa anuda arte y naturaleza

M.Galindo
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El Palacio Quintanar abre las puertas a la obra más reciente del pintor segoviano en la exposición "Un diálogo botánico", donde ofrece su particular visión del entorno natural desde el color y la abstracción

Carlos Costa, junto a una de sus obras. - Foto: Rosa Blanco

Hace siete años, Carlos Costa daba una vuelta de tuerca a su dilatada carrera como artista con una original propuesta basada en la naturaleza, donde bajo el título "La poesía de las hojas", plasmaba en sus cuadros  la belleza del entorno natural proponiendo al espectador en su exposición un diálogo con la naturaleza a través de rincones que, a ojos de la mayoría, solo son maleza o piedras. Esta propuesta vuelve a tomar cuerpo en la obra del pintor segoviano, que regresa al Palacio Quintanar para ofrecer lo más reciente de su trabajo en la muestra «Un diálogo botánico», que permanecerá abierta hasta el 15 de marzo.

Cerca de una veintena de cuadros conforman la exposición, que reúne el trabajo más reciente del artista segoviano, donde se plantea como objetivo mostrar una visión más cercana de las plantas que en otras etapas de su obra han formado parte de los paisajes que ha plasmado en sus lienzos. Así, señala que la inspiración le llega a través de largos paseos por la naturaleza en los que cualquier detalle sobre el entorno natural que genere una emoción pasa a integrar su archivo de imágenes que después retrata en su obra.

La abstracción es el método elegido para llevar a cabo su trabajo, y en la exposición queda patente el esfuerzo de Costa por trasladar al espectador la misma emoción que él sintió a la hora de elegir ese entorno. «Antes pintaba más alejado, y en esta ocasión, lo que he hecho ha sido acercarme mucho más a las plantas», señala. Como ejemplo, pone uno de los cuadros de mayor formato de la exposicion, en el que refleja su particular visión de una peonía que llevó a su estudio por que le llamó la atención su forma orgánica «porque se estaba secando y estaba quizá viviendo sus últimos estertores». También puede verse un montaje realizado por el artista en el que dos ramas casi simétricas sobre un fondo de arena blanca evocan la emoción sentida en uno de sus paseos por el campo y ver la caprichosa estructura que las ramas mostraban sobre el suelo.

La pasión por la botánica y el medio natural supone «una vuelta a mis orígenes», en palabras del pintor, que considera haber recuperado una forma de trabajar «un poco más salvaje». En este sentido, señala que pese a conservar el «ímpetu juvenil» que con apenas veinte años le llevó a ser el artista más joven en exponer en la añorada galería La Casa del Siglo XV, «la experiencia se acaba notando en las obras», «De forma natural, uno acaba sabiendo más que antes, las cosas se piensan y se meditan más, y aunque los trazos siguen manteniendo la frescura en mi pintura, detrás hay una forma de crear más elaborada», señala Costa.

El color es el denominador común de todas las obras que conforman la exposición, y su uso forma parte del propio diálogo que el pintor propone en la muestra. De este modo, Costa señala que «he pasado de hacer  paisajes más reconocibles, y aunque si que hay una cierta alusión a la realidad, pretendo que los cuadros tengan más fuerza,  entonces para eso hay que abstraer, porque para mi lo mas importante en la pintura es sugerir».

Costa muestra en esta exposición lo más reciente de su obra, la mayor parte realizada en los últimos seis meses, y señala que en el actual momento artístico en el que está viviendo «estoy al cien por cien» metido en esta veta creativa, algo que ya se pudo ver el pasado año en la muestra que expuso en la Casa de la Lectura 'Luces en el Jardín', donde  los paisajes son en su mayoría de Segovia y buena parte de los jardines están realizados en el Real Jardín Botánico de Madrid, todos ellos creados «in situ» con pinturas frescas y llenas de ritmo, y en las que el color refleja el instante captado por sus pinceles. En el caso de la muestra actual, reconoce que ha tenido mucho trabajo de estudio, porque «la abstracción a veces se crea más allí que en la propia naturaleza, aunque la idea siempre se coge del natural y después en el estudio se le da una vuelta»

Con una amplia trayectoria artística de más de 30 años, durante la cual ha estado en constante evolución. Carlos Costa cuenta en su haber con más de 30 exposiciones, individuales y colectivas, en España, Portugal, Polonia e Hispano América, algunas  tan relevantes como las de Arte Santander o el Premio BMW. Desde 1990 ha colaborado, y colabora, con exposiciones y ventas benéficas para organizaciones como UNICEF, Cruz Roja, AMREF Flying Doctors, Asociación de amigos del Pueblo Saharaui y la Asociación de Parkinson de Segovia, entre otras. A lo largo de su carrera ha conseguido  importantes reconocimientos como el Primer Premio Regional de Grabado del  Ministerio de Cultura en  Castilla y León ,  o el Premio Nacional de Artes Plásticas