Quizás debería llamarse profesionalmente Ana Carlota Fernández, para que no hubiera equívocos dado que, coincide en nombre con la actriz sevillana, más veterana, encumbrada por la película provida Solas. La joven Ana Fernández es conocida por interpretar papeles en series como Las chicas del cable o Los protegidos. Ahora afronta un bonito personaje de mediadora familiar en La Bandera, una película que afronta un desencuentro entre un padre fantasioso al que sus dos hijos varones se plantean inhabilitarle para que no regale su casa, su única herencia familiar.
Su personaje de Lina, en La Bandera, es una mujer de principios. ¿Ha sido un lujo interpretar un personaje con tantos valores?
Hay cosas muy inspiradoras en este personaje que me gustan mucho. Algunas están en mí, pero otras las he tenido que buscar en gente de mi alrededor para nutrirme de ellas.
La película habla de respeto a los mayores, de la soledad y de cómo algunos, para que sus hijos les hagan caso, intentan llamar la atención. Todo es como muy real, ¿no?
He trabajado en esta película, que es un proyecto pequeño, no por lo que me pagaban, sino por su historia, por el guion. Cuando lo leí muchas escenas me transmitieron mucha ternura. Los problemas familiares, con los hermanos, con los padres, no es un tema actual, han estado siempre.
He estado leyendo cosas sobre la obra de teatro en la que está basada y tenía un sesgo más político, mientras la película tiene un toque más social. ¿Cree que se acerca así más al público?
Totalmente de acuerdo. Lo de la bandera me da igual, es una mera excusa para hablar de esas personas mayores que han podido tener una vida profesional rica, han sacado adelante a sus familias y han dado mucho amor, y que ahora, porque están jubilados y puedan tener ciertas dificultades físicas o psíquicas, las etiquetan de inservibles o dicen que están locas.
Al estar basada en una obra teatral, y desarrollarse en un solo escenario, todo se apoya en el trabajo de los actores. ¿Ha sido fácil trabajar con Imanol Arias, Aitor Luna y Miquel Fernández?
Hemos hecho un tándem los cuatro. La rodamos en Tenerife, estábamos alojados en el mismo hotel, desayunamos todos juntos.
Durante un tiempo su vida personal salió a la luz por un suceso trágico: la muerte de su novio. Supongo que fue duro afrontar el dolor siendo objeto de interés para la prensa del corazón…
La prensa conmigo siempre ha sido respetuosa y cariñosa, incluso, en ese momento. Entiendo y entendí que mi novio era un hombre muy querido en la profesión. A mí me hacían fotos y me pedían perdón. Yo nunca he jugado con vender exclusivas de mi vida, soy una tía normal, ser actriz es mi trabajo no mi forma de vida. Cuanto más normal soy más tranquila me han dejado.