Los socios con los que en teoría cuenta el Gobierno para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2023, integrantes del llamado bloque de investidura, van destapando poco a poco sus cartas y avisan que su voto a favor del proyecto no está ni mucho menos asegurado. De hecho, Esquerra puso ayer encima de la mesa sus condiciones y lanzó una serie de avisos a Pedro Sánchez.
En sede parlamentaria lo verbalizó el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, que alertó al jefe del Ejecutivo de que para que su formación pueda negociar las Cuentas Públicas es necesario poner fin a la «represión» y que «no puede seguir habiendo causas pendientes por el proceso independentista catalán». «¿Cree que así se puede negociar algo? ¿De qué vale su palabra?», le preguntaba desde la tribuna de oradores el dirigente republicano a Sánchez tras emplazarle a «cumplir con lo incumplido, mejorar lo prometido y fomentar la confianza» para que «su palabra valga algo».
En ese punto insistió también la secretaria general adjunta y portavoz de Esquerra, Marta Vilalta, que advirtió al Gobierno que ahora mismo están «muy lejos» de aprobar los Presupuestos, vinculando la negociación a que haya avances en la mesa de diálogo y en la desjudicialización del conflicto catalán.
«Para ERC es importante que todo avance a la vez», afirmó en rueda de prensa, y emplazó a Sánchez a cumplir sus compromisos si quieren el apoyo de ERC, afirmando que todavía no han decidido si presentarán una enmienda a la totalidad de los Presupuestos.
Estas proclamas llegan en un momento significativo en la relación de los republicanos con el PSOE, quienes tras la ruptura del Govern –y la salida de los miembros de Junts–, ofreció su apoyo al president Pere Aragonès para no dejar caer al Ejecutivo autonómico. Ello a pesar de las reticencias de ERC, quien parece preferir encomendarse a En Comú Podem para sortear lo que resta de legislatura.
País Vasco
El PNV, por su parte, no descartó presentar incluso una enmienda de totalidad contra las Cuentas. Así lo desveló su portavoz en la Cámara Baja, Aitor Esteban, que instó a Sánchez a ponerse a la tarea de «negociar apoyos» y, sobre todo, «evitar choques inútiles con sus socios».
Esteban criticó, por un lado, el hecho de que haya medidas que se están convirtiendo en estructurales en función de una recaudación coyuntural derivada de la inflación. «Cuidado con esto», advirtió. Y por otro, recriminó al conjunto del Ejecutivo haber hecho promesas sobre proyectos para final de año de los que aún no se sabe nada.