El verano ya está aquí y con él su tradicional calor. La Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) prevé una estación «muy cálida» y con probabilidad de que sea un verano «seco», en la línea de los últimos años, tal y como puso de manifiesto su delegado territorial, Manuel Mora, quien indicó que las predicciones para el próximo trimestre ponen sobre la mesa estadísticas que constatan que contará con altas temperaturas en un 70 por ciento de probabilidades, y que se reduce al 50 por ciento para las lluvias, lo que hace indicar que será un verano seco.
Tras explicar que a partir de mañana retorna la estabilidad atmosférica, tras el paso actual de una DANA, con subida gradual de temperaturas y sin precipitaciones, Mora recordó que los últimos veranos «siempre han sido cálidos», lo que significa que la temperatura media de este trimestre «será superior a la media».
«Es un valor estadístico y no se puede precisar si serán 15 días en concreto o si habrá temperaturas récord. Lo habitual es que haya olas de calor, pero no estamos en condiciones de decir cuántas, ni su intensidad, ni la duración ni los valores máximos», apuntó Mora, sobre una estación que arrancó ayer a las 22.51 horas.
La primavera
Precisamente, el delegado también realizó un balance de la primavera, que en Castilla y León ha tenido un «carácter cálido», con una anomalía térmica de 0,3 grados en relación al promedio 1991-2020. Así la temperatura media entre abril y junio fue de 10,3 grados; mientras que la media de precipitaciones alcanzó los 180 milímetros, un cuatro por ciento más. Existe gran diferencia entre la precipitación registrada en marzo, con un superávit del 86 por ciento, y la correspondiente a los meses de abril y mayo, en los que se ha producido un déficit de precipitación del 44 y del 21 por ciento, respectivamente, añadió.
En este sentido, Mora calificó esta primavera como una «montaña rusa», con episodios cálidos y fríos y «fuertes oscilaciones y muy consecutivas», sobre todo en marzo. También llamó la atención sobre las heladas tardías, como la del 23 de abril. Además, apuntó que fue húmeda, lo que contrasta con el año pasado, que fue «muy seca».