El impuesto de sucesiones divide a las comunidades autónomas

Agencias
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La mayoría de las regiones españolas han suprimido prácticamente el gravamen fiscal a la hora de recibir una herencia, mientras otras como Cataluña denuncian que existe un trato desigual

El impuesto de sucesiones divide a las comunidades autónomas

La presión fiscal actual es uno de los temas más debatidos y controvertidos entre los políticos y, también, entre los ciudadanos que critican que su poder adquisitivo cada día da para menos ante unos impuestos muy elevados.

 La aplicación del IRPF a la subida del Salario Mínimo ha servido a los políticos de formaciones tanto de izquierdas, como Sumar y Podemos, o, de derechas, como el PP, Junts o Vox, para denunciar la voracidad fiscal del Ejecutivo que desde que gobierna Pedro Sánchez ha aplicado ya 81 subidas tributarias.

En este contexto, las comunidades del PP han anunciado rebajas en este tributo al trabajo y han recalcado que mantendrán exentos otros como el de sucesiones. 

De hecho, casi todas las autonomías han eliminado en la práctica el gravamen de sucesiones en las herencias de padres a hijos menores de 21 años y más de la mitad lo han hecho también cuando el beneficiario es el cónyuge o mayores de esa edad, pero todavía hay algunas, como Madrid, que siguen recortándolo aún más.

El Panorama de la fiscalidad autonómica y foral 2024, elaborado por el Consejo General de Economistas de España, señala que los contribuyentes del grupo I (descendientes y adoptados menores de 21 años) solo pagan importes «simbólicos» en 15 de las 17 comunidades, al menos hasta determinadas cantidades, y que otras 10 regiones «prácticamente liberan de tributación» a los del grupo II (cónyuge, descendientes, ascendientes y adoptados de 21 o más años).

En España, las regiones gobernadas por el PP están a la cabeza de las rebajas en este impuesto, pero no son las únicas. Además de en Madrid, en Andalucía, en los grupos I y II el primer millón de euros está exento y bonificado al 99%, y en el grupo III (hermanos y tíos) no pagan más del 45% en ningún caso.

En Castilla y León existe actualmente una bonificación del 99% para cónyuge, descendiente o adoptado, ascendiente o adoptante del causante que herede hasta 400.000 euros.

Por su parte, Galicia presume de tener el mejor tratamiento fiscal para las herencias entre familiares directos después de aprobar para este año una nueva reducción del impuesto que evita pagar por los primeros 25.000 euros en las herencias entre hermanos, tíos, sobrinos, suegros, cuñados, yernos y nueras.

Entre las autonomías gobernadas por el PSOE, Asturias elevó en 2017 el mínimo exento en línea directa hasta los 300.000 euros, lo que hizo que menos del 1% de los ciudadanos pertenecientes al grupo I tenga que pagar este impuesto, que se centra en herencias de más de un millón de euros. Mientras, en Castilla-La Mancha existen bonificaciones para los grupos I y II que pueden llegar al 100%, mientras en Navarra, si la base liquidable es igual o inferior a 250.000 euros, el tipo de gravamen es cero.

Las más agresivas

Cataluña aprobó su última reforma, antes de la llegada de Salvador Illa a la presidencia reduciendo algunas bonificaciones e introduciendo algunos coeficientes multiplicadores agresivos, que hicieron aumentar la recaudación. Y en los territorios vascos están exentos los familiares de primer grado hasta 400.000 euros y a partir de ahí se grava un 1,5%.