La Diputación de Segovia obtiene una subvención de 1.887.600 euros del Ministerio de Industria y Turismo para llevar a cabo un proyecto de consolidación y musealización de las Termas de Fortuna de la ciudad romana de Confloenta, en término de Duratón.
Se trata de una de las cuatro entidades locales de Castilla y León beneficiada por el Ministerio dentro de la línea de ayudas del Programa de Mejora de la Competitividad y de Dinamización del Patrimonio Histórico con uso turístico, de un total de 92 proyectos presentados para mejora del uso turístico en Bienes de Interés Cultural (BIC).
Los proyectos se han seleccionado teniendo en cuenta características del destino y la viabilidad, calidad y potencialidad turística de los mismos. Entre los criterios de valoración se han considerado, además, destinos con riesgo de despoblación para impulsar su potencialidad turística y fortalecer la cohesión social y territorial.
El ministro de Industria y Turismo, Jordi Hereu, ha señalado que el objetivo de estas ayudas es potenciar el turismo cultural mediante proyectos de mantenimiento y rehabilitación del patrimonio histórico que incorporen de manera clara la mejora del uso turístico de estos bienes.
Las actuaciones que se van a llevar a cabo en estos proyectos incluyen la conservación, el mantenimiento, la puesta en valor y rehabilitación de bienes declarados como Bienes de Interés Cultural (BIC) para uso turístico. Igualmente se incluyen otras medidas como la mejora de la accesibilidad universal, la mejora de la eficiencia energética y el ahorro del consumo de recursos hídricos y energéticos, o la reducción y compensación de la huella de carbono, entre otros.
"El patrimonio cultural tiene un protagonismo central como elemento de atracción y disfrute de visitantes en los destinos", ha destacado Hereu, quien ha añadido también "la riqueza del patrimonio cultural de nuestro país, reconocida a nivel internacional en los 50 bienes declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO". España en el tercer país con más declaraciones en Europa y el cuarto a nivel mundial.
El diputado delegado del área de Cultura de la Diputación de Segovia, José María Bravo, informó el pasado mes de enero que esta musealización del yacimiento arqueológico ubicado en el Duratón, y cuyo estudio y promoción está llevando a cabo la institución provincial en los últimos años, era una de las novedades de relevancia en el presupuesto de este año.
Este proyecto pretende poner en valor de forma didáctica para los visitantes los avances logrados desde 2016, cuando arqueólogos, historiadores y estudiantes iniciaron su trabajo en el terreno dirigidos por el investigador Santiago Martínez Caballero.
Bravo que explicó entonces que un equipo redactor trabajaba en este proyecto para poder presentarlo a las ayudas de los Fondos Europeos que gestiona el Gobierno de España.
Campaña de verano en Confloenta. Precisamente este mes de julio la Universidad de Salamanca y el Museo de Segovia han iniciado la cuarta campaña de exploración en la antigua ciudad romana de Confloenta, que también comprende trabajos en las ciudades celtibéricas de Sepúlveda y San Miguel de Bernuy y la villa tardorromana y necrópolis visigoda de Santa Lucía en Aguilafuente
Confloenta fue una gran ciudad romana situada en el espacio meridional de la cuenca del Duero, en un nexo de comunicaciones importante junto al paso de Somosierra, con una intensa actividad económica, ligada a las artesanías locales, los intercambios comerciales y la actividad ganadera. Más de una cincuentena de asentamientos rurales articulaba la ordenación y explotación del territorio de esta urbe, que comprendía una amplia extensión de hasta 2.500 kilómetros cuadrados en la actual provincia de Segovia y cuyos restos han sido objeto de expolio a lo largo del tiempo.
Ahora, entre las acciones diseñadas para revalorizar el yacimiento arqueológico de la que posiblemente sea la ciudad romana más importante de la provincia, la Universidad de Salamanca y la Diputación de Segovia inician una nueva campaña de exploración en el marco del convenio de colaboración suscrito en 2020 vinculado al proyecto de investigación sobre Confloenta, dirigido por Juan José Palao Vicente, profesor del Departamento de Prehistoria, Historia Antigua y Arqueología de la USAL, y Santiago Martínez Caballero, director del Museo de Segovia y especialista en Historia Antigua.
En este sentido, durante los meses de julio y agosto, medio centenar de estudiantes de la Universidad de Salamanca desarrollarán trabajos de excavación y de laboratorio (limpieza, siglado y restauración de materiales) de los restos de la ciudad romana, localizados en el yacimiento arqueológico 'Los Mercados' (Duratón, Sepúlveda).
La actividad se centrará, principalmente, en la "exploración del barrio meridional de la ciudad, la prosecución de la exploración del gran edificio de baños públicos de las Termas de Fortuna, construido en el s. II d.C. y en uso hasta el s. IV d.C., así como en la prospección de los diferentes asentamientos rurales del territorio, vías de comunicación, áreas de explotación de recursos y espacios culturales y religiosos", explican Juan José Palao Vicente y Santiago Martínez Caballero a Comunicación USAL.
Gran centro urbano. El yacimiento arqueológico acoge los restos de un gran centro urbano, que alcanza una superficie de 70 hectáreas en un área arqueológica de hasta 110 hectáreas, y que incluye áreas suburbanas y necrópolis. Las diferentes exploraciones efectuadas hasta la fecha han permitido identificar varios edificios dentro del entramado urbano, "como los restos del Foro, las Termas del Foro y las Termas de Fortuna, además del amplísimo Foro pecuario". Todos ellos elementos que proporcionan a los investigadores claros indicios de encontrarse ante una ciudad planificada y ordenada y que permiten seguir avanzando en el conocimiento del periodo de ocupación romano de la provincia y región.
Los estudios previos sugieren que Confloenta surgió como fundación ex novo en un emplazamiento en llano en el paraje de 'Los Mercados', sobre la terraza fluvial situada junto a la confluencia de los ríos Duratón y Serrano, bajo un claro interés de Roma por obtener el mejor control posible de la población procedente de la celtibérica Sepúlveda y otros oppida del entorno, así como para disponer de un mejor acceso a la campiña y a las comunicaciones con las principales vías y calzadas romanas.
Así, más de una cincuentena de asentamientos rurales modulaban esta ciudad romana, cruce de comunicaciones, "distribuida en una vasta extensión, de hasta 2.500 kilómetros de superficie, que pudo llegar a albergar a 5.000 personas aproximadamente", subraya al respecto el arqueólogo de la USAL.