La Guardia Civil de Segovia investiga a dos empresas por un supuesto delito contra el medio ambiente y otro de daños después de que el 4 de abril del año pasado se produjera un vertido de ácido clorhídrico en las instalaciones de una compañía en el Polígono Industrial de Valverde del Majano.

Tras provocar un reguero de unos veinte metros llegó al alcantarillado de aguas pluviales del recinto y de ahí a la red de saneamiento municipal y a la estación depuradora de aguas residuales, donde causó daños en el sistema de saneamiento.  Afortunadamente no alcanzó el rio Eresma.

Lo ocurrido obligó a aislar las instalaciones afectadas y a evacuar a varios operarios de empresas próximas. También tuvieron que intervenir los Bomberos para contener el ácido. Este, además, tuvo que ser categorizado debido a la falta de identificación del contenedor en el que estaba.

Los investigadores también localizaron otros dos depósitos de gran capacidad que contenían productos químicos de características toxicas y corrosivas que tienen la capacidad de destruir o dañar irreversiblemente las materias con las que entran en contacto. Todo a pesar de que esta industria llevaba varios años sin realizar ninguna actividad.

El Séprona inició una investigación que concluyó en noviembre y que permitió concluir que las instalaciones carecían de las autorizaciones necesarias para almacenar este tipo de sustancias y carecían de las revisiones e inspecciones periódicas exigidas para garantizar la seguridad e idoneidad de las instalaciones que albergan productos de esta peligrosidad.  

La empresa propietaria de las instalaciones procedió al vaciado de todos los productos químicos contenidos en los depósitos y estos fueron trasladados a un lugar autorizado para ello. El operativo desarrollado por el SEPRONA finalizó con la investigación de dos empresas a las que se le atribuye un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente y otro de daños en sistema de recogida y depuración de las aguas de la red de saneamiento municipal. Las diligencias instruidas fueron remitidas al Decanato de los Juzgado de Instrucción de Segovia.

La Comandancia de la Guardia Civil recuerda a los poseedores de este tipo de productos la necesidad de contar con los permisos necesarios para realizar las actividades industriales correspondientes, quedando obligados a someterlas a las inspecciones periódicas que certifiquen la idoneidad de los almacenamientos de sustancias toxicas, corrosivas o peligrosas. Igualmente, cuando cese la actividad definitivamente deberán efectuar un correcto desmantelamiento de las instalaciones, evitando que los productos empleados en el proceso industrial puedan generar cualquier tipo de peligro para las personas, los bienes y el medio ambiente.