Este año, el mundo de la música y de la cultura celebra el 80 cumpleaños de Julio Iglesias, considerado el último gran 'crooner' tras la desaparición de iconos como Frank Sinatra o Tony Bennett.
Los medios de comunicación recuerdan en estos días la dilatada carrera profesional de un cantante llamado a ser portero del Real Madrid y al que el regalo de una guitarra durante su convalecencia de un grave accidente de tráfico cambió no sólo su vida, sino la historia de la música ligera.
Su voz y su arrollador carisma llevaron a Julio Iglesias a recorrer los cinco continentes, y en esta innumerable nómina de conciertos hubo un hueco para Segovia en una inolvidable actuación el 5 de julio de 2002.
La Plaza de la Artillería se convirtió en un improvisado auditorio con el Acueducto como marco para albergar el primer y único concierto de Julio Iglesias en Segovia, con el que arrancaba una gira de actuaciones en las que bajo el título 'Entre mi gente' con la que el cantante quiso dar un carácter más íntimo a sus conciertos recorriendo una treintena de pueblos y pequeñas capitales de la geografía española.
Además, el concierto era el plato fuerte de las actividades organizadas por Caja Segovia para conmemorar el 125 aniversario de su fundación, donde la Obra Social de la ya extinta entidad de ahorro echó el resto para compartir con los segovianos esta efeméride con un programa que incluía también actuaciones como Estopa o Els Comediants, entre otras.
Alicia Pérez era entonces la responsable de la dirección de Relaciones Institucionales de la Obra Social, y sobre ella recayó gran parte del trabajo de organización de las citadas actividades, aunque reconoce que el concierto de Julio Iglesias ocupó buena parte de la gestión de todo el programa.
Así, explica que antes de apostar por julio Iglesias, hubo otras alternativas, como la de la contratación del tenor Plácido Domingo. «Nuestro objetivo era traer a Segovia algo diferente, y en las tormentas de ideas previas a la organización se plantearon varios nombres, pero finalmente nos decidimos por Julio Iglesias por ser un artista con mayor tirón popular», señala.
Lo que estaba claro desde el principio era la elección del lugar, donde no hubo dudas. El Acueducto - lugar en el que los segovianos recibieron multitudinariamente al papa Juan Pablo II en su visita a Segovia y el que celebraron los triunfos de Pedro Delgado - era el marco incomparable que debería albergar al artista, que al conocer la ubicación del concierto, expresó su entusiasmo y lo trasladó a los segovianos nada más arrancar el concierto con indisimulada emoción.
Todo ello obligó a los organizadores a remover cielo y tierra para conseguir los permisos oportunos para transformar el recinto de la Plaza de la Artillería en una macrosala de conciertos para albergar a las más de 5.000 personas que presenciaron el concierto con entrada, a las que hay que sumar casi otras tantas que asistieron desde las inmediaciones.
A los inconvenientes de la organización, se añadieron los de la presión de los miles de fans del cantante que llamaban a diario a las oficinas de Caja Segovia para interesarse por la venta delas entradas. "En aquella época teníamos una línea telefónica de atención al cliente, y desde primeras horas llegaban decenas de llamadas - señala-. Yo no he sido nunca fan de ningún cantante, pero entonces descubrí la potencia que tiene este fenómeno con artistas de la talla de Julio Iglesias".
Las oficinas de representación del cantante en España y América fueron las que perfilaron los detalles del concierto, con peticiones alejadas del divismo en cuanto a las necesidades logísticas expresadas por su 'management'. "No recuerdo que pidiera nada especial, y de hecho su camerino se instaló en una caseta próxima al escenario, a la que accedía únicamente el staff técnico y su padre, el doctor Iglesias Puga, que asistió al concierto con su esposa Ronna", señala Alicia Pérez.
En cuanto al concierto, las crónicas de la época señalan las constantes referencias que Iglesias realizó a la belleza monumental de Segovia, que comenzaron en la primera intervención : «¡Que precioso lugar para empezar la gira por todo mi país!» aseguraba Julio ante un enfervorizado auditorio entregado desde el minuto uno al cantante y a un repertorio destinado «a hacer niños», tal y como reiteraba entre canción y canción.
Alicia Pérez recuerda con orgullo el éxito mediático de la actuación de Julio Iglesias, que supuso el espaldarazo definitivo a la conmemoración del 125 aniversario de Caja Segovia. «Aquella noche, los informativos de varias cadenas de TV cerraron su edición con la actuación de Julio Iglesias en Segovia, lo que fue un gran impacto para la ciudad». Y es que en 2002, julio fue Julio en Segovia.