Pedro Luis Cuesta afronta su cuarta legislatura al frente del Ayuntamiento de Veganzones, una localidad situada en Tierra de Pinares que cuenta, según los datos de 2024 del Instituto Nacional de Estadística (INE) con una población de 197 habitantes.
¿Qué le ha animado a volver a presentarse como alcalde de la localidad?
Toda la vida he querido quedarme en el pueblo porque he vivido ligado a la agricultura y la ganadería, y siempre he sentido mucho por Veganzones.
¿Qué es lo mejor de ser alcalde?
El poder hacer esas cosas que crees que son necesarias para el pueblo y también el que los vecinos te vayan diciendo lo que creen que está mal o que se podría mejorar y ayudarlos.
¿Y lo peor?
Cuando crees que haces algo bien por el pueblo y alguien, solo por fastidiar, se muestra en contra.
¿Cómo afronta esta legislatura?
Tras catorce años, igual que todas. La afronto como la primera, sin perder la ilusión e intentando ver qué es lo que más falta hace en el pueblo.
Tenemos ideas, algunas ya las hemos realizado, como es el cambio en la estética de la plaza o la creación del Salón Multiusos, y en otras vamos un poco retrasados, como es en la sustitución de las tuberías de fibrocemento de la red de saneamiento. Aún nos queda el cambio del 40 por ciento aproximadamente de la red, y me gustaría ir más rápido porque tengo amigos en pueblos pequeños que finalizaron la renovación hace tiempo.
¿Cuáles son los principales proyectos de estos cuatro años?
Queremos continuar con la renovación de la red de saneamiento, así como con el mantenimiento de las vías pecuarias y la rehabilitación de las viviendas municipales.
Probablemente seamos el pueblo con mayor número de viviendas municipales, con un total de siete destinadas a alquiler social con la suerte de que todas están ocupadas.
¿Han aprobado el presupuesto de 2025?
Sí, con una cantidad de 470.000 euros.
¿Dónde irán destinadas las principales partidas?
Hay que calcular muy bien cómo cuadrar el presupuesto porque tiene que haber para todo. Lo primero, para atender los gastos del personal del ayuntamiento; lo segundo, para pagar los gastos de suministro como son la luz, el agua o la electricidad. En tercer lugar, para obras e infraestructuras y, por último, entre un 8 y un 10 por ciento del presupuesto se destina a las fiestas patronales. Hay que tener en cuenta que actualmente el precio de las orquestas es muy elevado y, como sigamos así, va a ser un coste inasumible para los pueblos pequeños. A esto se suma que en Veganzones hay que mantener la piscina municipal, algo que hace que en un pueblo pequeño como el nuestro no sea fácil que salgan los números.
¿Qué necesidades ve en el pueblo?
Para mí, lo primordial es la sustitución de tuberías para seguidamente comenzar con el arreglo de las calles que se van deteriorando. Además, también me gustaría, aunque sea más difícil, desviar el tráfico pesado de camiones, tractores o remolques de las calles del pueblo y desviarlo a los alrededores, para lo que hemos realizado una pequeña unión entre dos caminos.
Además, para mí lo importante es también que venga más gente a vivir. Pero hay que tener en cuenta que vendrá el que quiera vivir en el pueblo, si no quieren ya puedes hacer lo que sea que no van a venir.
¿Qué medidas se llevan a cabo desde el Ayuntamiento para intentar evitar la despoblación?
Esta legislatura va a ser una en la que más licencias se den para realizar obras de nueva construcción de viviendas.
Hay que tener en cuenta que hay muchas viviendas antiguas vacías, pero tienen difícil salida porque se piden precios muy elevados a los que hay que sumar el dinero que hay que invertir en la reforma.
Pero lo importante es que desde el Ayuntamiento tenemos siete viviendas en alquiler social, ya que hemos realizado dos planes Rehabitare y vamos por el tercero. Y es que lo bueno que puede tener un pueblo pequeño como Veganzones es que las casas estén ocupadas.
¿Cuántas licencias se han dado en estos dos años?
De media hemos dado licencias para unas 40-50 obras menores, lo que me parece un buen dato. Y en lo que llevamos de legislatura hemos dado ya seis licencias para casas nuevas. En comparación con datos de cuando yo entré como alcalde en mi primera legislatura, en el año 2011, se hicieron unas cuatro nuevas viviendas,pero desde entonces prácticamente no habíamos dado ninguna.
¿Algo que añadir?
Me gustaría decir que Veganzones es un pueblo en el que durante los fines de semana y las vacaciones suele venir mucha gente, sobre todo hijos y nietos de vecinos que se consideran de aquí y que son los que abriendo las casas familiares hacen que el pueblo se mantenga en pie.
Hay muchos pueblos en los que al final llega un momento en el que los hijos terminan abandonado el pueblo, pero yo creo que Veganzones nunca lo voy a ver así. Aunque sí que cambiará mucho la niñez que yo he tenido en comparación con las nuevas generaciones. Cuando yo era niño, hace más de 40 años, en el colegio hemos llegado a ser hasta 80 niños, y en todas las casas del pueblo había un porcentaje altísimo de gente dedicada a la agricultura, ganadería, al pinar, etc. Sin embargo, cuando yo sea mayor será un pueblo en el que prácticamente la mayor parte de la gente no esté en activo, pero creo que va a ser un pueblo vivo.
A esto se suma que la gente joven tiene ganas de hacer cosas a nivel cultural, ya que contamos con el Centro Cultural, la Asociación Veganzones se Mueve, con el grupo de teatro y el grupo de danza, por lo que hay bastante movimiento.